De 27 a ninguno: Por qué ya no existe la Lista del Pueblo en la Convención

Con la renuncia de Cristóbal Andrade la semana pasada, se selló el fin de ese colectivo en la Convención. La fallida candidatura presidencial de Diego Ancalao, el fraude de Rodrigo Rojas Vade y diferencias de estilo son algunas de las razones que provocaron que hoy la lista esté dividida y dejando en duda qué se hará tras el proceso constituyente.


No dejó ningún mensaje de despedida. Solo se salió del grupo de WhatsApp del movimiento de La Lista del Pueblo. A los minutos, algunos de sus pares le escribieron preguntándole qué pasó, pero les dejó el visto.

Así fue la primera señal del convencional Cristóbal Andrade para dejar el conglomerado. El siguiente paso vino el martes de la semana pasada. Ese día, Andrade -más conocido como “Dino Azulado” por el disfraz de dinosaurio que usó durante el estallido social de 2019- anunció, a través de un comunicado, que deja de pertenecer a la Lista del Pueblo.

“Al pasar los meses, la Lista del Pueblo fue alejándose de los objetivos principales planteados en sus inicios (...) Tras una serie de desafortunadas declaraciones y comentarios expresados por parte de integrantes de la Lista del Pueblo en redes sociales, donde se han difundido noticias falsas y desprestigio hacia el trabajo de la Convención Constitucional, expreso mi total rechazo”, se leía en parte de su declaración.

Andrade era el último de los 27 constituyentes que entró a la Convención en un cupo de esta lista de independientes que compitió en las elecciones de mayo de 2021. Tras su retirada, la Lista del Pueblo dejó de existir formalmente al interior del organismo constituyente.

Andrade explicó que se mantuvo en la Lista del Pueblo a pesar de que nadie más lo acompañaba, “porque la gente se merece tener un representante”. Sin embargo, comenzó a sentirse solo. “No tenía apoyo ni nada por el estilo. Empezaron a tener asambleas (en La Lista del Pueblo), reuniones, pero muchas veces me vi pasado a llevar, porque (Rafael Montecinos, cofundador de la Lista) no conversaba conmigo de lo que pasaba aquí dentro, sino que hablaban con la María Rivera, con Ivanna Olivares, que ya habían renunciado”, detalló.

Hoy al interior de la Convención hay tres grupos que congregan a quienes fueron parte de la Lista del Pueblo. Por un lado, está Pueblo Constituyente, grupo de 11 convencionales -entre ellos, Francisca Arauna, César Uribe y Francisco Caamaño- que se conformó luego de una renuncia masiva al conglomerado ocurrida en agosto del año pasado. También está la Coordinadora Plurinacional, colectivo de 17 convencionales -como Alejandra Pérez, Marco Arellano y Giovanna Grandón- que agrupa a algunos de la exLista del Pueblo y parte de los escaños reservados.

Por último, hay un tercer grupo de convencionales que renunciaron a la Lista y que optaron por no sumarse a ningún colectivo. Entre estos últimos está Andrade.

De Pueblo Constituyente y la Coordinadora Plurinacional afirman que mantienen una relación fluida entre ellos. Pese a que ya no utilizan el grupo de WhatsApp que tenían cuando entraron a la Convención, sí suelen conversar y ponerse de acuerdo a la hora de las votaciones en conversaciones de pasillo.

Según explican, pese a la división, entre los 27 convencionales persisten aspectos en común, principalmente derivado de su origen político. Y es que la Lista del Pueblo se fijaba en que sus candidatos fueran líderes dentro de sus respectivos territorios, tales como activistas y dirigentes. “Buscaban perfiles en movimientos sociales que no estuvieran capturados por políticos tradicionales”, señala uno de los convencionales de Pueblo Constituyente. Entre sus “banderas de lucha”, había consignas medioambientales, reivindicaciones de derechos sociales y la cultura, la liberación de los detenidos en el contexto del estallido social y la oposición a los “privilegios de la clase dominante”.

La fórmula del éxito electoral en el proceso constituyente fue precisamente esa. La Lista del Pueblo fue la plataforma que permitió el año pasado que fueran elegidos 27 de 155 convencionales (ahora 154), en un contexto en que el país requería, dicen, de otro tipo de liderazgos debido al desprestigio que ostentaban las autoridades y que se agudizó por el estallido social.

Pero también en ese origen -coinciden los convencionales consultados- están las razones del fracaso: ninguno realmente se conocía bien. Solo se habían visto en algunas ocasiones de manera telemática y la pandemia del Covid-19 tampoco jugó a su favor. Por lo mismo, al poco andar, comenzaron a surgir diferencias de estilo y algunos eventos inesperados que cambiaron el rumbo del colectivo.

El quiebre

Las aspiraciones por llegar a La Moneda de La Lista del Pueblo fue el comienzo del fin, según sostienen varios convencionales del sector. A fines de agosto del año pasado, el dirigente de La Lista del Pueblo Diego Ancalao impulsó una candidatura presidencial, que desató la incomodidad entre los convencionales de ese grupo.

Primero porque creían que se alejaba de los motivos por los cuales habían sido elegidos. Además, de acuerdo a dos convencionales, desde La Lista del Pueblo se les exigían apoyar a la candidatura, lo que les generaba incomodidad.

Algunos convencionales, de hecho, dicen que ellos no tenían problema en que, por ejemplo,La Lista del Pueblo hubiese empujado una candidatura, pero que les molestaba que les exigieran apoyo. Otro, en tanto, afirma que fue muy “apresurado” y “ambicioso” querer levantar una apuesta de esa naturaleza y que, primero, debieron haber tenido pasos previos como competir en parlamentarias.

El tema, en todo caso, fue peor -dicen- cuando se conoció que Ancalao presentó firmas ante un notario que figuraba fallecido. Así, el 1 de septiembre del año pasado se produjo el desgranaje masivo. A través de un comunicado se anunciaba la creación del colectivo Pueblo Constituyente, nacido a partir de 17 convencionales que renunciaron a La Lista del Pueblo.

Si bien en el comunicado no se mencionó como motivo la fracasada candidatura presidencial de Ancalao, sí se recalcaba que, “desde que la lista decidió tomar el camino electoral en el espacio de poder constituido, ratificamos nuestro carácter de independientes y optamos por organizarnos de manera autónoma, distanciándonos de sus definiciones y acciones políticas”.

Antes de eso, algunos convencionales habían renunciado por cuenta propia. La primera en hacerlo fue Elisa Giustinianovich -actualmente integrante de Movimientos Sociales Constituyentes, quien se retiró al iniciar la Convención. La segunda fue Loreto Vidal -que se encuentra sin colectivo-, quien se despidió de la lista el 25 de julio.

Otro punto de inflexión para la sobrevivencia del colectivo fue la revelación del fraude de Rodrigo Rojas Vade. Este dejó de asistir a la Convención luego de que reconociera a La Tercera Domingo haber mentido sobre padecer cáncer. “Eso generó un peso adicional al trabajo de la Convención”, dice uno de los convencionales de Pueblo Constituyente.

El excesivo protagonismo del co-fundador de La Lista del Pueblo, Rafael Montesinos, también se suma al desgaste. A Montecinos se le atribuye una serie de “intromisiones desafortunadas”, por las cuales terminaban siendo emplazados en la Convención. Por ejemplo, cuando manifestaba que no “hablaba con partidos”, cerrando las puertas al diálogo.

El nacimiento de la Coordinadora Plurinacional -y su no adhesión a Pueblo Constituyente- se explica por la distancia que ambos grupos tuvieron al abordar y enfrentar los “procesos traumáticos” que vivieron, tal como el episodio de Ancalao y el de Rojas Vade. Por ejemplo, según algunos convencionales, una de las mayores diferencias entre ellos tuvo que ver con la subrogancia de Rojas Vade luego de su renuncia, pues se empujó la postulación de Tania Madriaga, pero su nombre no generaba suficiente consenso.

Algo similar ocurrió con la elección de la vicepresidencia adjunta de la nueva mesa directiva. Entre Pueblo Constituyente y la Coordinadora tardaron casi dos meses en ponerse de acuerdo en un nombre para ocupar el puesto. Finalmente, optaron por dividir el período en dos, por lo que actualmente Giovanna Grandón (Coordinadora Plurinacional) es vicepresidenta y a partir de mayo Francisco Caamaño (Pueblo Constituyente) lo será.

Hoy los convencionales manifiestan que haber conservado un mismo colectivo habría sido imposible. “No hay ningún colectivo de 27 personas. Es dificilísimo de sostener. En la UDI son 21 y tienen muchos problemas. 27 personas tomando decisiones colectivas tan rápidamente es difícil por esencia”, dicen desde la Coordinadora.

Como sea, la sensación que existe entre los convencionales que integraban la ahora exLista del Pueblo es que ésta cumplió su objetivo. “La lista del pueblo se conformó para sacar adelante este proceso, de sacar convencionales independientes, y así mismo terminó. Cumplió un ciclo, cumplió una tarea”, aseguró Grandón, más conocida como la “Tía Pikachu”.

La duda es qué pasará una vez que concluya el proceso constituyente, aunque algunos tienen la idea de seguir unidos y empujar candidaturas para las parlamentarias con el objetivo de continuar con las “transformaciones para el país” desde el Congreso.

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