Historias cruzadas de ministros: los nexos que marcan a dos gabinetes

Aunque de posiciones políticas contrarias, varios de los ministros y ministras salientes ya tienen una relación de años con quienes los sucederán en sus cargos. Son, al menos, los casos de los jefes de Segegob, Desarrollo Social, Transportes, Hacienda y Ciencias, que han compartido en instancias políticas y técnicas. No siempre han estado de acuerdo -en algunas ocasiones han sido derechamente adversarios-, pero se conocen bien, y hay casos en los que incluso han compartido oficina y congresos. Acá, los caminos que entrelazan a dos equipos de gobierno.


Bellolio y Vallejo: la rivalidad-amistad que nació en la radio

En el caluroso diciembre de 2011, en los pasillos de Radio Futuro se conocieron el actual ministro secretario general de Gobierno, Jaime Bellolio (UDI), y Camila Vallejo (PC), quien lo reemplazará en la vocería de La Moneda a partir de marzo.

Él era asesor del entonces diputado José Antonio Kast y ella recién había dejado la presidencia de la Fech, después de haber sido protagonista de la movilización estudiantil de ese año.

Ambos habían sido invitados a participar de un programa piloto, Palabras Sacan Palabras, que estaba preparando el periodista y conductor Freddy Stock, junto al productor de la emisora, Marcelo Alvarado. En esas grabaciones de prueba también participaron Giorgio Jackson, quien venía de dirigir la Feuc y será ahora el nuevo ministro secretario general de la Presidencia; el entonces concejal Jaime Parada y el politólogo Cristóbal Bellolio (primo del actual ministro vocero).

Al aire, a Bellolio y Vallejo les tocó compartir en algunas ocasiones, donde obviamente a cada uno le correspondía defender sus posiciones políticas. A esos paneles, en los que se iban rotando y no siempre coincidían, también se sumó otra emergente líder comunista: Karol Cariola, expresidenta de la Federación de Estudiantes de la U. de Concepción.

Pese a que en esos debates radiales la tarea de Bellolio era rivalizar con Vallejo, Jackson o Cariola, fuera del aire también surgió entre ellos una suerte de amistad y respeto mutuo, al margen de las diferencias políticas. Bellolio había sido presidente de la Feuc en 2003, por el gremialismo, por lo que no solo tenían una afinidad generacional, también compartían códigos comunes.

En 2013, todos postularon exitosamente a la Cámara de Diputados y salieron elegidos.

En ese año, también resultó electo por Magallanes otro expresidente de la Fech, Gabriel Boric, quien junto a Vallejo, Jackson y Cariola formaron lo que se apodó como la bancada estudiantil.

En la Cámara, el entonces diputado Bellolio asumió como desafío personal la necesidad de enfrentar a ese grupo emergente de izquierda, con el que seguía manteniendo amistades, pero también una fuerte rivalidad pública. “Nosotros podemos ser sinceros, honestos y decir las cosas tal como son y valorar al otro por lo que piensa”, dijo en 2016 el entonces diputado UDI respecto de la bancada estudiantil, en La Tercera.

La bancada estudiantil, que también era selectiva para escoger adversarios y no se medía con cualquier político de derecha en medios o debates públicos, convirtió a Bellolio en su principal rival e interlocutor dentro de la Comisión de Educación. Aun así, en esa instancia, Bellolio protagonizó varios duelos con Vallejo y Jackson, en temas como el lucro en la educación.

Pese a los enfrentamientos verbales que sostenían en público, siempre mantuvieron en privado un trato cordial. No obstante, ese lazo humano se resquebrajó tras el estallido social, donde particularmente el PC asumió un discurso severo contra Sebastián Piñera. En todo caso, en el último tiempo, Bellolio y la antigua bancada estudiantil retomaron su comunicación.

Rubilar y Vega: Las doctoras que se enfrentaron en el pasado

Una histórica rivalidad marca el traspaso que habrá en el Ministerio de Desarrollo Social y Familia, cuya ministra saliente es Karla Rubilar (ind.) y la entrante, Jeanette Vega (PPD).

Ambas son doctoras, y si bien en ese gremio se acostumbra que exista una especie de fair play –en que no se critican públicamente y se tratan con gentileza-, lo cierto es que las dos estuvieron enfrentadas desde distintas veredas por temas sanitarios. Ahora, dicen en ambos entornos, la relación es cordial.

La historia se remonta hace ya más de 10 años. Entre 2008 y 2010, Vega fue subsecretaria de Salud Pública del primer gobierno de Michelle Bachelet. Por esa época, Rubilar mantenía una actitud fiscalizadora en su calidad de diputada de RN de la Comisión de Salud. De hecho, ese mismo año citó a Vega a la instancia a explicar un accidente de contaminación de plomo en Arica.

Llegado el primer gobierno de Piñera, Jaime Mañalich fue nombrado ministro de Salud. El secretario de Estado encontró una aliada en Rubilar, quien salió en defensa de las críticas de la exsubsecretaria al manejo del gobierno de Piñera en una campaña contra la influenza en 2010. En la ocasión, Rubilar mandó a Vega a que “se informe más antes de emitir este tipo de juicios”.

En 2013, Contraloría estableció una sanción contra Vega por haberle dado atribuciones de jefatura a una funcionaria contratada a honorarios, mientras era subsecretaria. Si bien el cumplimiento de la medida dependía de Mañalich, éste prefirió no sancionarla para evitar especulaciones de algún interés político. “Yo decidí perdonarle la vida a Jeanette Vega”, dijo el ministro.

Llegado 2016, el segundo gobierno de Bachelet –de la mano de la entonces ministra Carmen Castillo- notificó a Contraloría de que la situación estaba prescrita, por lo que no hubo sanción. “Es una oda a la mediocridad. El mensaje que da la ministra es que da lo mismo que se cometan irregularidades”, dijo Rubilar.

Un año después, Rubilar -reelecta como diputada- volvió a encontrarse con Vega, quien era directora del sistema de salud público, en una comisión investigadora de la Cámara por la compra de unas camas desde Fonasa a clínicas privadas. “Creo que finalmente esa es la pregunta de esta comisión investigadora, que dice relación con saber cuánto de la compra a privados es porque no somos capaces de ser eficientes”, criticó por entonces Rubilar.

La entonces diputada también emplazó a Vega por 11 viajes al extranjero que hizo durante 2016: ”Es insólito que la directora de Fonasa haya viajado a tres regiones en un año, pero visite tres países en un mes”, criticó.

Cercanos a ambas creen que la histórica rivalidad podría complicar el traspaso, pero en el ministerio esperan que éste sea tranquilo y que se entienda que ambas ahora tienen un rol diferente. La cita formal la fijaron para el próximo lunes 21, a las 12.30 horas.

Incluso, tanto en el entorno de Rubilar como el de su sucesora sostienen que ahora la relación es cordial y que fue mejorando tras el paso de esta última por Fonasa.

Couve y Salazar: colaboración científica y en la academia

A un minuto de distancia se encontraban los laboratorios en la Universidad de Chile del ministro de la Ciencia, Andrés Couve (ind.), con quien será su sucesor, Flavio Salazar (PC).

Biólogos los dos, coincidieron en 2009 en el Instituto de Ciencias Biomédicas de la Facultad de Medicina de la Universidad de Chile, cuando Couve estaba en el área de neurociencias y Salazar en inmunología. Por esa fecha, ambos eran directores de los centros de investigación que luego pasarían a ser institutos Milenio.

Y si bien no eran amigos, la relación entre los dos era buena y de cordialidad en lo académico y profesional. De hecho, colaboraron en distintos trabajos y fuera del horario laboral conversaban sobre el rol de la ciencia en el país y la necesidad de que ésta jugara más de la mano con temas de innovación y emprendimiento.

Por esos años, tanto Couve como Salazar coincidían en la necesidad de que Chile tuviera un Ministerio de la Ciencia, lo que no ocurriría hasta 2018. “Es del mayor orgullo que el primer ministro de Ciencia sea un profesor de la Universidad de Chile, una persona que ha estado vinculada fuertemente a estos temas durante mucho tiempo y que tiene una comprensión de la necesidad de fortalecimiento de la ciencia, tecnología e innovación para el país”, sostuvo Salazar el día en que Couve fue nombrado.

Ya llegado al gobierno, la relación entre ambos continuó siendo cordial. Salazar, como vicerrector de investigación y desarrollo de la Universidad de Chile, colaboró con el Ejecutivo en temas relacionados a las universidades y las vacunas para el combate contra la pandemia del Covid-19.

En enero pasado, le tocó al propio Salazar ser nombrado ministro. Inmediatamente Couve lo llamó por teléfono para felicitarlo, y escribió en Twitter: “Cuenta con nosotros para un traspaso eficiente y transparente para proyectar este joven ministerio”.

Luego de ello, Couve tuvo una reunión informal con su sucesor, para más tarde tomar contacto con quien será la próxima subsecretaria de la cartera, Carolina Gaínza, y con el futuro vicepresidente ejecutivo de la Corfo, José Miguel Benavente.

De todas maneras, tras su nombramiento como ministro, Salazar tuvo palabras críticas sobre la gestión de Couve y su desempeño.

“Faltó impulso para poner a la ciencia realmente en el lugar que le corresponde dentro de un modelo de desarrollo. No hubo eso, solo tímidos acercamientos hacia los privados, pero yo creo que de manera insuficiente”, dijo en Qué Pasa. En el entorno de Couve se defienden diciendo que les tocó el periodo que correspondía a instalar el ministerio y desplegarlo.

Este martes 22 y miércoles 23, los dos se juntarán para el traspaso, en lo que esperan sea una instancia ordenada y transparente.

Hutt y Muñoz: ingeniería, congresos y asesorías

“No sé si es verdad o no, pero si lo fuera, sería muy bueno”. Así fue el mensaje que la ministra de Transportes, Gloria Hutt (67), envió a Juan Carlos Muñoz (51) el 21 de enero, horas antes de que fuera presentado como futuro jefe de esa cartera en el gobierno de Gabriel Boric.

Hutt le preguntaba si era cierto su nombramiento, que a esas alturas ya se ventilaba en las redes sociales. Muñoz le contestó y tuvieron una larga conversación por WhatsApp.

Una de muchas que han tenido. Porque la ministra y su sucesor –ambos ingenieros en Transporte de la UC- se conocen hace años y han compartido una infinidad de instancias técnicas en el intertanto.

Una de ellas fue la comisión que el exministro de Transportes René Cortázar creó en 2007 -en el primer gobierno de Michelle Bachelet- para hacer frente al problema técnico y político en que se había convertido el Transantiago. Ahí compartieron con otros especialistas en la materia, como Pablo Allard, Leonardo Basso, Juan Enrique Coeymans y Louis de Grange, entre otros. Muñoz entonces, como ahora, era profesor en la UC. Hutt, consultora de Steer Davies Gleave.

El trabajo de la comisión -que se inició el 21 de enero de 2008- duró dos meses, con sesiones plenarias de tres a cuatro horas muy intensas. A fines de marzo, entregaron un informe de cinco capítulos en el que diagnosticaron las fallas del sistema y propusieron 60 medidas de mejora, junto con un análisis financiero del sistema.

Dos años después, en 2010, Hutt llegó al ministerio como subsecretaria de Transportes. La cartera la encabezó Pedro Pablo Errázuriz y decidieron crear el Comité de la Política Nacional de Transportes. Ahí, se convocó –entre otros- a Muñoz.

En paralelo, ambos suelen compartir espacio en el Congreso Chileno de Ingeniería de Transporte, que se reúne cada dos años, y han tenido instancias en Chile y el extranjero en que han participado los dos. Un ejemplo: el futuro ministro invitó a Hutt, siendo subsecretaria, a dar una charla al curso de introducción a la ingeniería en transportes que él daba en la UC. Otro ejemplo: uno de los viajes que ella realizó como ministra, en agosto de 2018, fue a un congreso del BID en Washington, EE.UU. El otro expositor chileno fue Muñoz.

Quienes los conocen dicen que ambos tienen una concepción similar respecto del transporte. “Un tema interesante, donde tienen una visión compartida, es el de generar desincentivos para el uso del automóvil particular en zonas de alta congestión. Es un tema súper poco popular políticamente. Tanto Gloria como Juan Carlos han sido bastante explícitos en esa intención”, afirma Allard.

La misma Hutt lo describe así: “Hay una coincidencia absoluta en la prioridad del transporte público. Los dos estamos con el transporte sustentable, en modo no motorizado. Tenemos bastantes coincidencias en eso”.

¿Discrepancias? “Difícil. Me cuesta encontrar alguna cosa que uno pudiera decir ‘no estamos de acuerdo’. Tal vez en la viabilidad de algunos proyectos que no han tenido rentabilidad social, pero que son importantes, entonces ver cómo se hace funcionar”, dice Hutt.

Ministra saliente y ministro entrante –afirman en su entorno- se tienen un mutuo respeto técnico y mantienen una relación cercana y cordial, aunque no al nivel de visitarse en sus casas. Ambos han sostenido varias reuniones informales previas a la cita de traspaso, que fijaron para las 14.30 horas del 23 de febrero.

Cerda y Marcel: relación fluida, marcada por retiros

Una cosa en común tienen Mario Marcel (62) y Rodrigo Cerda (49). Ambos cumpliendo una especie de ciclo del “economista-político”, estuvieron a cargo de la Dirección de Presupuestos y tiempo después llegaron a la cartera de Hacienda (en el caso del primero a partir del próximo marzo).

Si bien los cercanos a ambos reconocen que no son amigos, sí por distintas labores han tenido que estar en contacto, sobre todo estos últimos años. Y reconocen que no debería haber mayores problemas en el traspaso de la cartera de Hacienda.

Por ejemplo, en su calidad de presidente del Banco Central, Marcel era el encargado de encabezar las reuniones de política monetaria, en donde participa el titular de la cartera de Hacienda. Por lo tanto, ahí el próximo miembro del gabinete de Gabriel Boric coincidió en más de una oportunidad con Cerda.

Asimismo, también se han cruzado en las reuniones del Consejo de Estabilidad Financiera, donde también participan los líderes de Hacienda y el Banco Central.

Según sus cercanos, en este último periodo en que coincidieron a la cabeza del ministerio y el Banco Central ambos mantuvieron una relación “fluida”, hablando permanentemente de temas macroeconómicos, como el crecimiento del país y otros.

En el gobierno sostienen, además, que Cerda fue clave en la ratificación de Marcel en su segundo periodo a cargo del Banco Central, apoyando la decisión del Presidente Piñera, a pesar de que el futuro ministro pertenece al mundo de la centroizquierda.

Ambos estuvieron en la misma vereda a la hora del debate sobre el cuarto retiro de fondos de pensiones. Marcel fue especialmente duro en una comisión del Senado donde sostuvo que sus efectos, de aprobarse, eran “crecientemente irreversibles”.

Donde sí estuvieron en veredas opuestas fue respecto de la carta para suceder a Marcel en el Banco Central. Mientras éste apostaba, junto con Boric, porque se nombrara a Pablo García, economista cercano al PPD, Cerda fue clave en el nombramiento de Rossana Costa. De hecho, en el oficialismo sostienen que Cerda y Marcel fueron protagonistas de las tratativas para acordar un nombre y conversaron sobre el tema.

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