Y finalmente estamos en septiembre, el mes del Bicentenario, de la fonda, las celebraciones. Este es el mes que nos avisa que el invierno quedo atrás y que la primavera está a la vuelta de la esquina.

Qué tan relevante vaya a ser este septiembre es algo que aún no está claro. Lo que sí sabemos es que no será lo impactante que se pensó hace algunos años y en concreto tampoco nos heredará mucho si lo comparamos con el centenario.

Pero vamos a lo que sí nos trae septiembre, independiente del año. Terrazas, exteriores y buen tiempo. El cuerpo pide estar más afuera, aprovechar las tardes que se alargan y presenciar cómo la naturaleza brota por todos lados. Cuando vivía en Londres, siempre me llamó la atención cómo se aprovechan los parques: dos rayos de sol y todo el mundo sale con canastos, paletas y el perro; por algo inventaron el picnic y saben cómo hacerlos.

Y es que después del invierno, estar al sol es como cambiar de piel; biológicamente debemos tener la necesidad de cargar pilas y qué mejor manera de hacerlo que con un buen panorama, así que lean la revista con calma, preparen recetas y busquen un buen pedazo de pasto, no se necesita más. Inspírense porque la primavera ¡ya está aquí! Para los alérgicos, visitar la farmacia amiga para no transformar el paseo en drama es siempre aconsejable.