Durante los últimos años el tema de la sustentabilidad para nuestra revista ha sido una constante preocupación. Hemos tratado de informar sobre los últimos avances tanto a nivel de tecnologías como en hábitos de consumo (desde certificaciones LEED al uso masivo de bolsas de telas), por lo que lo ocurrido con Barrancones nos puso en alerta. Hemos seguido de cerca estas noticias, enterándonos de las distintas posiciones frente a esta central y de otras que vienen en camino. Una de las cosas que más me llama la atención es que estamos con la soga al cuello, no por el tipo de proyectos sino por los plazos que existen para construirlos, no hay tiempo, lo que dificulta la revaluación de los proyectos existentes bajo una normativa más exigente.

Es un hecho que el país necesita más energía para seguir creciendo, pero este desarrollo va pisándole los talones a la capacidad de generación eléctrica actual, a pesar de que los modelos de crecimiento preveían esta necesidad; por lo tanto me surge la duda: ¿son estas plantas las indicadas para producir energía con el menor impacto en el medioambiente? o ¿estamos optando por las centrales más rápidas de construir y al menor costo económico inicial?

Chile es un país en vías de desarrollo, con un gran potencial agrícola, minero y en turismo, mucho de lo que aún no se han explorado, ni siquiera considerado. Hace veinte años, las plantaciones de olivos o viñas en el sur del país era algo impensado y el turismo aventura de lujo era sólo el sueño de pocos.

El cómo se interviene la naturaleza tiene que ser muy estudiado, pensando no sólo en una solución a corto plazo para satisfacer necesidades inmediatas, sino también en cómo afectará este supuesto desarrollo el entorno en un largo plazo. Espero que estas necesarias centrales a carbón no se transformen en pan para hoy y hambre para mañana, alterando el medioambiente que las rodea de manera negativa e irreversible. Hoy más que nunca sabemos lo frágil que es la naturaleza y cómo toda acción nuestra genera una reacción en ella. ¿Existe un tema Bicentenario más importante que éste para reflexionar? Creo que no.