Me parece imposible dejar pasar el 2011 sin hablar de los aires revolucionarios que vuelan arriba de nuestras cabezas. A la vez pensar en cosas cercanas que cambian al mundo, el concepto humano del indignado, la fuerza social. Lo digo fuerte, sin revoluciones no se construye, así que vamos uniéndonos. Desde la caída de eternos poderes en Medio Oriente a lo que marcó todo nuestro año: el movimiento de los estudiantes. Soy fiel partidaria de su lucha, la que va por cambiar el sistema educacional chileno que es injusto e impagable. Muero de amor por Camila, Giorgio y Pancho Figueroa. Siento que somos testigos y participantes de un movimiento social precioso que nos empodera y da voz. Yo los celebro y agradezco. Por llenarnos de ilusiones cercanas, por dar la pelea y por mostrar constancia y claridad. Bravo por ellos y vamos que se puede. La emoción de revolucionar que para los pelos en algunos personajes fundamentales del hoy.

Los Eames

Me erizo completa mientras veo el tráiler de la primera película documental de Charles y Ray Eames, pareja de arquitectos y diseñadores que revolucionaron el diseño con mil y un objetos y que trabajaron con nuevos materiales (como la madera contrachapada la fibra de vidrio y el plástico, entre hartos más). Creo que cada vez que aparece la famosa silla DCW a la vista uno cambia de actitud. Esa cosa media gordita y cómoda en su reconocida madera delata cuán fundamentales y grabados los tenemos. El documental -narrado por James Franco,  recién anda en festivales- cuenta los 40 años de trabajo de la firma. Espero que pronto podamos hundirnos en su historia íntima. Usted, si puede, tenga alguna inversión de Eames, que cambia la existencia.

Björcita y Biophilia

El 2011 fue el año para lanzar su séptimo disco. Björk, para mí, es la reina experimental constante e incansable que vive y que nos sorprende desde que comenzó a cantar. La pongo, además, como mi revolucionaria musical porque desde que se anunció que viene para Lollapalooza 2012 que creo una obligación empaparse de ella. Biophilia es un disco precioso, con títulos de canciones bellas y cósmicas, que ella misma ha definido como una colección multimedia de música, aplicaciones, web, instalaciones y show. Dirigido por el mágico director Michel Gondry (Eterno Resplandor y la Ciencia del Sueño), es un bálsamo para noches solitarias o de poca gente con algo rico en la hielera.

Comer revolucionando

Hay harto rico y revolucionario en la comida. Echemos sabrosos vistazos:

1.

Jamie Oliver:

ya hemos copuchado harto de él y mientras siga haciendo las maravillas que hace, estaremos repitiéndonos el nombre. Lo fundamental de Oliver es su cruzada por un mejor comer que abarca a su país, Inglaterra, y que ya ha atravesado a Estados Unidos más otros estados europeos. Su Food Revolution es un programa, un libro y un estilo de vida que toma a los niños como comienzo y los educa con los vegetales, las frutas, los alimentos en su estado puro. Por esto Oliver fue nombrado señor de la corte inglesa, y por lo mismo ha sido invitado central de muchos países que creen en el cambio de la alimentación.

2.

Michel Bras:

pensé en poner al fantástico Adrià, con todos sus descubrimientos, o a René Redzepi quien, además de ser el cocinero del mejor restaurante del mundo -según la guía S. Pellegrino-, es incitador del movimiento Cook It, varios chefs que llegan a lugares específicos y rebuscados para cocinar con lo originario y nativo. Lo encuentro sensacional. Pero estando en Mistura 2011 el pasado septiembre, con mucho rostro importante en la cocina, notamos que todos seguían preparando "jardines" al plato. Eso de buscar en lo que te rodea para ponerlo bonito y comprobar que es lo más rico que has comido. El primero que hizo eso fue Michel Bras, también conocido por crear el couland de chocolate (o volcán). Él fue quien se enamoró de su jardín y se lo quiso comer haciendo que toda la gastronomía cambiara la mirada hacia la naturaleza. Por eso es mi revolucionario.

3.

Alice Waters, la reina orgánica.

Californiana que todavía prefiere las viejas técnicas del cocinar tanta máquina y producto lejano. Lanza libros constantemente y es una activista del comer sano. Un ícono además. Ella es la que está recordando volver al fuego, al huerto, al cultivo. Para allá vamos creo yo. Téngala en mente.