Citroën C4 Cactus: Originalmente lúdico y confortable

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Difícil de encasillar en una categoría. Y es que sin ser un SUV, bien podría pasar por uno, aunque ahora, en su segunda generación, le queda mejor la etiqueta de hatchback. Como sea, el C4 Cactus es un auto de espíritu innovador y atrevido, que apuesta por el diseño y confort para sentirse muy bien arriba de él.




El Citroën C4 Cactus es el modelo más arriesgado de los últimos años de la firma francesa. Cuando se presentó en 2014 llamó la atención por su original estilo, que claramente definían sus hoy ya famosos Airbumps. Un tipo de molduras plásticas con aire diseñadas para proteger la carrocería de los típicos topones, afirmaba por entonces su fabricante. Una solución audaz e innovadora, sin duda, pero que nunca terminó de cuajar entre el público. Pues bien, hoy la segunda generación le resta protagonismo en su look general, para proyectar una imagen más estilizada y en línea con una suerte de hatchback. Eso sí, continúa siendo igual de lúdico, lo confirma su catálogo, con hasta 31 combinaciones posibles (colores, llantas, detalles e interiores).

citroën C4 Cactus

Carrocería y habitáculo evocan al mundo del diseño. Adentro una estética futurista, con tintes clásicos, le dan una gran onda, lo que se mezcla con un cuidado mix de materiales y tecnología, para crear una atmósfera no solo de calidad, sino también entretenida.

Con todo esto, por supuesto, no es un auto que pase desapercibido. Ni para quienes lo ven en la calle, ni para quienes disfrutan de él a bordo. Y es que, además, es particularmente confortable, su nivel de insonorización es notable y sus nuevos asientos -con tres tipos de espuma de alta densidad y una tapicería agradable al tacto- se sienten muy bien. Son firmes, algo que ayuda a evitar el cansancio en desplazamientos largos. Lo que sí, podrían tener una mejor sujeción lateral, sobre todo las plazas posteriores, donde la banqueta y el respaldo traseros son prácticamente planos, de tal forma que en las curvas lo único que retiene el cuerpo son los cinturones de seguridad.

citroën C4 Cactus

Es amplio, sí, para hasta cuatro ocupantes adultos de estatura y contextura normal. Un tercero atrás quedaría un tanto incómodo, a menos que fuese un niño, pues además tiene un túnel central alto, lo que obliga a flectar más las piernas.

Hay múltiples espacios para guardar objetos, lo que resulta práctico; no así sus ventanas traseras, que mantienen la apertura tipo compás -por lo que no se pueden bajar-.  En términos de equipamiento, está bien provisto de serie en materia de seguridad. Viene con seis airbags, frenos con ABS y EBD, monitor de presión de neumáticos, controles de estabilidad y tracción, asistente de partida en pendiente y cámara con sensor de retroceso, entre otros. La versión Shine (la testeada) adiciona sensores de luz y lluvia, además de un robusto pack de asistencias a la conducción.

citroën C4 Cactus

Ahora bien, su esquema de suspensión -con amortiguadores progresivos hidráulicos- es la gran protagonista de un andar terso y confortable, sobre todo cuando se circula a bajas velocidades. Pese a ser particularmente blanda, dando a veces la sensación de ir flotando, reacciona bien a los cambios bruscos y la carrocería casi no balancea en curvas.

Su motor, en tanto, ofrece una respuesta bastante lineal, con buenas aceleraciones y recuperaciones, lo que se combina con un cambio automático, que sin ser sobresaliente por rapidez, es sutil a la hora de hacer su trabajo. La dirección, por su parte, se maneja con poco esfuerzo, es hábil, aunque le falta transmitir mejor lo que pasa en las ruedas. El nuevo C4 Cactus está pensado para alguien que busque calidad de vida a bordo más que un tacto de conducción directo.

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