No podemos evitarlo, vamos a ver una película y en vez de preguntarnos cómo explotan las cosas o de dónde vienen los personajes, nos fijamos en los autos que conducen los protagonistas y que aparecen en la pantalla grande. Nos pasó con Doctor Strange, también con la serie Stranger Things y la casi ganadora a mejor película en los últimos premios Oscar, La La Land.

Las películas de superhéroes no son la excepción, sabemos que las marcas ponen toda su caballería para que estos implementos de cuatro ruedas se luzcan como deben [Revisa los Audi que aparecen en Capitán América]. Como la más reciente película de mutantes, Logan también despliega a lo largo de su trama grandes escenas de acción, en donde los autos se transforman en verdaderos protagonistas.

Primero la limusina, algo así como el Uber de Wolverine, su herramienta de trabajo. El modelo corresponde a un Chrysler 300 adaptado especialmente para la película, y es que la limusina es un vehículo de 2024. Para ello, se realizaron cambios en la parte delantera para verse más futurista.

Más adelante, cuando la limusina ya no puede más de balazos y choques, el mutante la cambia por una camioneta, también del conglomerado norteamericano. Se trata de una RAM 1500 Rebel, la que, finalmente, Logan agarra a palazos.

Para cambiarla, se acude a un clásico. Laura, X-23, toma otra camioneta color celeste y es nada menos que un clásico de la industria automotriz, una vieja Ford Bronco.

¿Un dato?  Hugh Jackman dijo en una entrevista que se quedó con la clásica Bronco después de grabar la película.