“La campaña es la gestión”: El despliegue de anuncios de Massa para apuntalar su campaña presidencial en Argentina

El ministro de Economía de Argentina, Sergio Massa, durante la conferencia de prensa después de jurar su cargo, en agosto de 2022. Foto: Reuters

A un mes de las primarias argentinas, el ministro de Economía y candidato de Unión por la Patria se interna cada vez más en su rol como aspirante a la Casa Rosada. Entre ataques directos a su contraparte más clara, encarnada en Patricia Bullrich, pero sin dejar de lado a Rodríguez Larreta y a Milei, Sergio Massa utiliza anuncios y actividades oficiales para levantar su carrera.


Con el reloj marcando la cuenta regresiva para la celebración de las Primarias, Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO), cuando los ciudadanos argentinos lleguen a las urnas el domingo 13 de agosto a votar por los candidatos que los respectivos bloques lleven a las generales de octubre, Sergio Massa, el actual ministro de Economía y –según múltiples encuestas– casi seguro vencedor de la interna oficialista de Unión por la Patria (el antiguo Frente de Todos) se mete cada vez más en el rol de candidato del oficialismo.

Sus recientes actividades, cada vez más frenéticas y con menciones a los contrincantes políticos de la vereda contraria, aseguró el periódico La Nación, lo posicionan cada vez más con un pie en el Massa candidato y no en el Massa ministro, pese a que, creen analistas, ambos están ligados al futuro desempeño electoral del exintendente de Tigre.

Massa presidenciable

Las críticas del ministro de Economía han apuntado principalmente a la precandidata de la coalición opositora Juntos por el Cambio y exministra de Seguridad bajo el gobierno de Mauricio Macri, Patricia Bullrich, y en menor medida al jefe de gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, Horacio Rodríguez Larreta. Esto se debería a dos razones, creen al otro lado de la cordillera. En primer lugar, Massa conoce desde hace más de 30 años al jefe de gobierno de la capital, y siempre han tenido un vínculo fluido, aseguró La Nación.

Pero, por otro lado, escribió el periodista y columnista Joaquín Morales Solá en el mismo medio, un enfrentamiento en las generales con Rodríguez Larreta “sería un combate pobre, porque competirían por el mismo espacio, supuestamente el de la moderación, mientras que con Bullrich podría polarizar con lo que ahora Massa llama la ‘extrema derecha’”, aseguró el martes.

El ministro de Economía y precandidato de Unión por la Patria, Sergio Massa, previo a un partido de la Copa Sudamericana de Tigre, en abril de 2023. Foto: Reuters

Los dardos también han volado hacia el candidato libertario, Javier Milei, quien, si bien ha caído de los 20 puntos de intención de voto en algunas de las últimas mediciones publicadas por medios locales, no lo ha hecho en todas. Un sondeo realizado por Zuban Córdoba & Asociados y publicado el lunes en el portal La Política Online, afirma que, pese a los escándalos sobre la supuesta venta de candidaturas a cambio de dinero, el líder de La Libertad Avanza llegaría al 24% de los votos, aproximadamente, lo que hace de Milei un candidato al que Massa no le puede sacar un ojo de encima.

Ejemplo de esto se dio esta semana, cuando dos hechos entrecruzaron al ministro con el candidato. El primero llegó durante el lanzamiento de una línea de créditos flexibles para jubilados y pensionados, cuando Sergio Massa se fotografió con Fernanda Raverta, jefa de la Administración Nacional de la Seguridad Social (Anses). El segundo apareció durante la mañana del martes, cuando un video fue subido a las redes sociales de Unión por la Patria, donde se veía a un grupo de la tercera edad junto al candidato del kirchnerismo, mientras este les preguntaba: “¿Los jubilados saben que el programa de Milei y de Bullrich quiere eliminar el PAMI? ¿Los jubilados lo saben?”.

Massa se refería al Programa de Asistencia Médica Integral (PAMI), del Instituto Nacional de Servicios Sociales para Jubilados y Pensionados, y se convertía en un argumento para criticar a la otra vereda política. “Hay que ponerlo en números. Hay que contarles a los jubilados. Si eliminan el programa de medicina, como dicen que lo van a eliminar, van a perder un 20% de las jubilaciones automáticamente por el gasto de medicamentos”, continuó en el video.

El lunes aprovechó una entrevista para disparar contra Rodríguez Larreta: “Están de un lado, están del otro. En los dos espacios de Juntos por el Cambio tienes a dos personas distintas que fueron parte del mismo esquema a la hora de descontarle el 13% a los jubilados. Y a mí me tocó devolverlo”, dijo en referencia a los dos candidatos que se verán las caras en un mes más, en las internas de JxC.

Al día siguiente, en tanto, criticó de forma velada a la exministra de Seguridad durante un anuncio de créditos de hasta 400.000 pesos argentinos para jubilados con una tasa subsidiada del 29% anual, explicó La Política Online.

No son nuevas las cargas contra Bullrich. Previamente, el líder de la cartera de Economía ya había asegurado que “los que me acusan de dialoguistas son los mismos que pasaron por 13 partidos distintos. ¿Cuál es Bullrich, la de Montoneros (con relación a su afiliación al brazo armado del peronismo de izquierda durante su juventud), la que estaba con (Carlos) Menem, la que estaba con (Elisa) Carrió, la que trataba a (Mauricio) Macri de delincuente?”.

En respuesta a su última crítica, sobre la eventual eliminación del PAMI, la aludida respondió por Twitter: “Ministro de Economía Sergio Massa, de todos los segmentos castigados por la inflación descontrolada de la que usted es responsable, los jubilados son los más afectados. En vez de mentir, haga su trabajo”.

En el entorno de Massa aseguran que su lema es “la campaña es la gestión”, detalló La Nación. Desde otros sectores no tan afines, ironizan asegurando que “la gestión es la campaña”, con relación al plan que está siguiendo el massismo: “De lunes a viernes se gestiona, y la campaña se hace los fines de semana”, dirían cercanos al ministro, según informó el mismo medio.

Sin embargo, la realidad es un poco más compleja que esa división. Argentina está a la espera de definiciones en cuanto al acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI), lidia con el dólar blue que pasó los 500 pesos argentinos durante el miércoles y la cifra de la inflación de junio, que se conocerá el jueves y probablemente afectará, para bien o para mal, las esperanzas del tigrense para llegar a la Casa Rosada.

La búsqueda de votos

“En cuanto se acuerde con el FMI, la semana que viene o la otra, Sergio estará más liberado y se meterá de lleno en plan candidato, para los últimos 15 o 20 días”, dijeron a La Nación, con cierto optimismo, personas de la mesa nacional integrada por el ministro del Interior, Eduardo “Wado” de Pedro –fallido candidato kirchnerista que fue anunciado y rápidamente reemplazado por Massa y que ahora opta por un escaño en el Senado–, el vicejefe de gabinete, Juan Manuel Olmos, y el ministro de Obras Públicas, Gabriel Katopodis, entre otros. “Dos actos de ministro, uno de candidato”, dijeron al medio argentino.

La presencia de “Wado” de Pedro es crucial, aseguró el mismo periódico, pues busca asegurar el voto duro del kirchnerismo y de los seguidores de la vicepresidenta, Cristina Kirchner, quienes todavía podrían ver con recelo la candidatura de Massa, muchas veces crítico del sector en el pasado.

Un cercano al sector aseguró a La Nación que “Cristina está cómoda, siente que Sergio fue finalmente una buena opción y va a estar acompañando”, y descartó que sea “necesario” para el kirchnerismo militante que la vice explicite su apoyo al ministro de Economía.

El bloque que ya declaró su apoyo al tigrense fue el de la Confederación General del Trabajo de la República Argentina (CGT), organización sindical que aseguró el miércoles que se reuniría con el precandidato el próximo miércoles 19 en sus dependencias, detalló Página/12, mientras que el 8 de agosto, previo al cierre de campaña para las PASO, realizará un acto en un estadio de la localidad bonaerense de Malvinas Argentinas, agregó el mismo medio.

“El conjunto del movimiento obrero, con sus diferentes y variados matices, se unificó y proclamó su apoyo a la fórmula Massa-Rossi. Es necesario ahora mantener una sólida unidad para marchar convencidos hacia el triunfo”, señaló Héctor Daer, uno de los líderes de la CGT.

Para Joaquín Morales Solá, el centrismo al que Massa apelaba anteriormente ya no existe. “Su problema es que ya él no es un moderado; su reciente alineamiento absoluto con Cristina Kirchner lo colocó en el palco de los talibanes de la política. Es difícil, con todo, saber con precisión desde qué lugar habla el virtual jefe del gobierno. ¿Asumió realmente el discurso de centroizquierda del kirchnerismo o estamos solo ante otro de los muchos paseos ideológicos de Massa?”, escribió en La Nación.

Si bien la otra opción en la papeleta del 13 de agosto, Juan Grabois, de corte más cercano a la izquierda, marca muy poco en las encuestas, la idea del “candidato de unidad” que exigió Massa para liderar al peronismo es, justamente, mostrarse como un bloque unido, y su desempeño en la primaria determinará si ese concepto es real, o si es, más bien, un deseo.

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