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La cumbre regional y el desfile militar con que Xi Jinping “desafía” a Estados Unidos y Europa

Además de la cumbre de la Organización de Cooperación de Shanghai, Beijing celebrará la rendición japonesa en 1945 con un desfile militar que contará con más de 20 mandatarios de distintos países: su mayoría, “no alineados” con Occidente.

Vehículos militares durante un desfile en Beijing en 2019. Foto: Archivo Jason Lee

Una cumbre “sin Occidente”: el líder chino Xi Jinping recibió este domingo al presidente de Rusia, Vladimir Putin, y al primer ministro de India, Narendra Modi, entre otros dignatarios, para participar en la cumbre de la Organización para la Cooperación de Shanghai (OCS), que se inició durante la jornada en la ciudad de Tianjin. A la la cita diplomática más importante del año en el gigante asiático se sumará este miércoles un desfile militar con el cual el gobierno chino celebrará el 80° aniversario del fin de la Segunda Guerra Mundial, en lo que algunos medios han considerado “un desafío colectivo” a Estados Unidos y Europa.

Xi recibió este domingo a la última remesa de líderes mundiales que ha llegado al país: el presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, al presidente bielorruso, Alexandr Lukashenko, y al primer ministro de Armenia y al presidente de Azerbaiyán, Nikol Pashinyan e Ilham Aliyev, respectivamente, en el pistoletazo de salida de la cumbre.

Putin comenzó este domingo una visita oficial de cuatro días a China que arrancará con su participación en la cumbre de líderes de la OCS bajo el mensaje del “multilateralismo”, acompañado del presidente chino y anfitrión, Xi Jinping, y destacados jefes de Gobierno como los primeros ministros de India y Pakistán, Narendra Modi y Shehbaz Sharif, respectivamente, o el presidente de Irán, Masoud Pezeshkian.

Putin visitará dos ciudades: Tianjin y Beijing, donde realizará su visita oficial. Posteriormente, regresará a Rusia y el 5 de septiembre, en Vladivostok, el presidente ruso intervendrá en el Foro Económico Oriental, tras su presencia en el mayor evento diplomático del calendario político chino.

La cumbre de la OCS ofrece a Putin la oportunidad de hablar directamente con Xi y Modi sobre el resultado de su reunión en Alaska con el presidente estadounidense Donald Trump y la posibilidad de alcanzar un acuerdo para poner fin a la guerra en Ucrania y en un momento en que India y China buscan una cooperación más profunda para afrontar las consecuencias económicas de la guerra comercial con Estados Unidos, destacó Europa Press.

Otro de los protagonistas de la cumbre, Narendra Modi, tendió la mano con Xi Jinping tras años de asperezas, durante el primer encuentro bilateral de la cumbre de la OCS. El líder chino le dijo a su par indio que la “elección correcta” es que sus países sean amigos, cuando ambos se reunieron en China por primera vez en siete años, lo que supone un nuevo hito en el incipiente acercamiento entre ambas naciones, acelerado por las fricciones compartidas con Estados Unidos, consignó CNN.

La esperada reunión del domingo entre Xi y Modi, celebrada al margen de una cumbre regional en la ciudad portuaria oriental de Tianjin, se produce en un momento en que ambos países se enfrentan a los duros aranceles impuestos por Estados Unidos en el marco de la guerra comercial mundial del presidente Donald Trump, así como al escrutinio occidental sobre sus relaciones con Rusia mientras la guerra en Ucrania sigue su curso.

“Ambos países representan oportunidades de desarrollo mutuas, no amenazas”, declaró el presidente chino, según la agencia estatal de noticias Xinhua, en medio de un reciente deshielo en las relaciones entre los dos países más poblados del mundo y potencias nucleares.

“El mundo actual se ve arrastrado por transformaciones que solo se producen una vez cada siglo”, dijo Xi a Modi en sus palabras de apertura, mientras ambos líderes se sentaban cara a cara, flanqueados por sus funcionarios. “La situación internacional es fluida y caótica”, añadió.

“Es la elección correcta para ambas partes ser amigos que mantienen buenas relaciones de vecindad y amistad, socios que se ayudan mutuamente a alcanzar el éxito, y que el dragón y el elefante bailen juntos”, afirmó Xi, refiriéndose a los símbolos tradicionales de ambas naciones. “Siempre que se mantengan fieles a la idea general de ser socios en lugar de rivales, (…) las relaciones entre China y la India podrán mantener la estabilidad y avanzar a largo plazo”.

Modi afirmó que India estaba “comprometida” con el avance de las relaciones entre ambos países “sobre la base de la confianza y el respeto mutuos”, y se refirió al acercamiento entre ambas naciones, incluida la desescalada de las tensiones a lo largo de la disputada frontera del Himalaya, donde ambos países libraron una sangrienta escaramuza en 2020.

“Los intereses de 2.800 millones de personas en nuestros dos países están ligados a nuestra cooperación”, añadió.

Según CNN, las señales positivas serán observadas de cerca en Washington, donde las tensiones con Nueva Delhi amenazan con descarrilar años de esfuerzos diplomáticos por profundizar los lazos con India como contrapeso clave a una China en ascenso y cada vez más asertiva, unas circunstancias que hacen más importante la reunión para Xi.

Poderío militar chino

A excepción del presidente de Serbia, Aleksandar Vucic; el primer ministro de Eslovaquia, Robert Fico, y Miguel Díaz-Canel, presidente de Cuba, el desfile militar no contará con ningún jefe de Estado o gobierno “occidental”, y sí con cerca de 26 dignatarios, principalmente concentrados en Asia. El evento, que se desarrollará en Beijing este 3 de septiembre, contará con cerca de 10 mil soldados, y se exhibirán armamentos desarrollados recientemente por el Ejército Popular de Liberación (EPL).

Con el creciente poderío militar chino a la vista y la presencia de líderes mundiales, el Día de la Victoria buscará proyectar una muestra de solidaridad, sobre todo considerando que tanto Putin como el presidente de Corea del Norte, Kim Jong-un, otro de los asistentes al desfile, se ven afectados por sanciones occidentales.

Vladimir Putin durante una visita a Pyongyang en 2024. Foto: Archivo Vladimir Smirnov

Rusia, considerada por Beijing como un socio estratégico, se ha visto afectada por múltiples rondas de sanciones occidentales impuestas tras su invasión de Ucrania en 2022, con su economía al borde de la recesión. Putin, buscado por la Corte Penal Internacional, visitó China por última vez en 2024, sin que esto le significara su arresto en ese entonces.

Por su parte, Corea del Norte, aliado formal de China por tratado, ha estado bajo sanciones del Consejo de Seguridad de la ONU desde 2006 por su desarrollo de armas nucleares y misiles balísticos. La última visita de Kim a China fue en enero de 2019, y también recibió a Putin en junio de 2024.

Un comunicado de la Cancillería china da cuenta de la larga lista de invitados: “el rey camboyano, Norodom Sihamoni; el presidente de Vietnam, Luong Cuong; el presidente de Laos, Thongloun Sisoulith; el presidente de Indonesia, Prabowo Subianto; el primer ministro de Malasia, Anwar Ibrahim; el presidente de Mongolia, Ukhnaagiin Khürelsükh; el primer ministro de Pakistán, Shehbaz Sharif; el primer ministro de Nepal, K. P. Sharma Oli; el presidente de Maldivas, Mohamed Muizzu; el presidente de Kazajistán, Kassym-Jomart Tokayev; el presidente de Uzbekistán, Shavkat Mirziyoyev; el presidente de Tayikistán, Emomali Rahmon; el presidente de Kirguistán, Sadyr Japarov; el presidente de Turkmenistán, Serdar Berdimuhamedow; el presidente de Bielorrusia, Alexandr Lukashenko; el presidente de Azerbaiyán, Ilham Aliyev; el primer ministro de Armenia, Nikol Pashinyan; el presidente de Irán, Masoud Pezeshkian; el presidente de la República del Congo, Denis Sassou Nguesso; el presidente de Zimbabwe, Emmerson Mnangagwa; el presidente de Serbia, Aleksandar Vucic; el primer ministro de Eslovaquia, Robert Fico; Miguel Díaz-Canel, presidente de Cuba, y Min Aung Hlaing, presidente en funciones de Myanmar”.

Kim Jong-un junto a Xi Jinping. Foto: Archivo

Ese día, el presidente Xi Jinping pasará revista a 10 mil tropas en la Plaza Tiananmén, junto con los dignatarios extranjeros y los líderes mayores del Partido Comunista Chino. El desfile, que se espera sea altamente coreografiado, que será uno de los más grandes de China en años, exhibirá equipos de última generación como aviones de combate, sistemas de defensa contra misiles y armas hipersónicas.

En tanto, y por eso mismo, Beijing se ha visto sujeta estas últimas semanas a restricciones de tráfico y transporte publico, además de una mayor presencia policial. Se espera que las cosas que se vean en este desfile superen lo ya visto en el desfile de 2019 en el que el Ejército celebraba los 70 años de la República Popular, y en el que se revelaron, entre otras cosas, misiles balísticos intercontinentales y el primer dron submarino.

“El desfile involucra a más de 10 mil efectivos, más de 100 aeronaves y varios cientos de vehículos terrestres”, declaró el mayor general Xu Guizhong, subdirector ejecutivo de la Oficina del Comando del Desfile del Comando Central del Teatro de Operaciones del EPL, en una sesión informativa en Beijing. Se incluirán más de 100 tipos diferentes de equipos, todos listos para el combate y de producción nacional, explicó Xu, y añadió que una gran proporción corresponderá a nuevo armamento nunca antes visto.

Soldados del Ejército Popular de Liberación, frente a una pantalla con la imagen de Xi Jinping durante un desfile en 2019. Foto: Archivo Jason Lee

China celebra esta fecha para conmemorar la rendición del Imperio Japonés en 1945. En 1941, Japón atacó la base naval de EE.UU. en Pearl Harbor en un ataque sorpresa que causó miles de bajas y llevó a EE.UU. a entrar en la Segunda Guerra Mundial. En 1937, Japón invadió China, iniciando la Segunda Guerra Chino-Japonesa, que es considerada por muchos como el inicio de la Segunda Guerra Mundial en Asia y una guerra con un número masivo de bajas civiles y militares.

El Partido Comunista de Beijing ha organizado una serie de grandes eventos en los últimos años para conmemorar su resistencia en tiempos de guerra, prometiendo que China nunca volverá a ser sometida de esa manera. El portavoz de la Cancillería china, Guo Jiakun, declaró que con “enormes sacrificios nacionales”, China sostuvo “el principal frente en Asia de la lucha contra el fascismo” y realizó, según dijo, “una importante contribución histórica” a la victoria aliada en la Segunda Guerra Mundial.

También indicó que en aquel momento “muchos países europeos y amigos ofrecieron ayuda valiosa e incluso dieron su vida, y sus gestas siempre serán recordadas por el pueblo chino”.

La guerra con Japón ocurrió de forma paralela a la guerra civil china, que transcurrió entre 1927 y 1949. Durante el conflicto con Tokio, tanto nacionalistas como comunistas chinos acordaron una tregua para hacer frente a las tropas imperiales.

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