
La inquietante negociación de Israel para una posible reubicación de los palestinos de Gaza en Sudán del Sur
Benjamin Netanyahu ha señalado que quiere hacer realidad la visión del presidente estadounidense, Donald Trump, de reubicar a gran parte de la población de Gaza mediante lo que el primer ministro israelí denomina “migración voluntaria”.
El plan de ocupación de Gaza por parte de Israel anunciado el viernes de la semana pasada, ha generado dudas sobre cuál sería el destino de los palestinos que viven en el enclave. En este sentido, se reportó que el gobierno del primer ministro Benjamin Netanyahu estaría en conversaciones con Sudán del Sur sobre la posibilidad de reasentar allí a los habitantes de la Franja de Gaza.
La agencia The Associated Press (AP) señaló que seis personas familiarizadas con el asunto confirmaron estas conversaciones aunque, advirtieron, que no está claro el grado de avance de las mismas, pero de implementarse, los planes equivaldrían a trasladar a personas de una tierra devastada por la guerra, en riesgo de hambruna, a otra, y plantearían preocupaciones sobre los derechos humanos.
Netanyahu ha señalado que quiere hacer realidad la visión del presidente estadounidense, Donald Trump, de reubicar a gran parte de la población de Gaza mediante lo que el premier israelí denomina “migración voluntaria”. Israel ha presentado propuestas de reasentamiento similares a otras naciones africanas.
“Creo que lo correcto, incluso según las leyes de la guerra que conozco, es permitir que la población se marche y luego atacar con todas las fuerzas al enemigo que permanece allí”, declaró Netanyahu el martes en una entrevista con i24, un canal de televisión israelí. No hizo referencia a Sudán del Sur.
En este sentido, el país africano negó haber mantenido conversaciones con Israel sobre el posible “reasentamiento” de palestinos de Gaza.
Sudán del Sur “refuta firmemente los recientes informes de los medios de comunicación que afirman que el gobierno de la República de Sudán del Sur está en conversaciones con el Estado de Israel sobre el reasentamiento de ciudadanos palestinos de Gaza en Sudán del Sur”, dijo el Ministerio de Relaciones Exteriores en un comunicado el miércoles.
Indicó que las afirmaciones son “infundadas y no reflejan la posición o política oficial” del gobierno de Sudán del Sur.
La nación africana ha luchado por recuperarse de una guerra civil que estalló poco después de su independencia en 2011, en la que han muerto casi 400.000 personas y dejó zonas del país al borde de la hambruna. Y ya albergaba a una gran población de refugiados procedentes de conflictos en países vecinos.
El líder de la sociedad civil de Sudán del Sur, Edmund Yakani, dijo a la AP que el país “no debería convertirse en un vertedero de personas… y no debería aceptar tomar a las personas como moneda de negociación para mejorar las relaciones”.
“Sudán del Sur, con problemas económicos, necesita cualquier aliado, ganancia financiera y seguridad diplomática que pueda conseguir”, comentó a la agencia de noticias, Peter Martell, periodista y autor de un libro sobre el país, First Raise a Flag (“Primero, levanta una bandera”).
La agencia de espionaje israelí Mossad proporcionó ayuda a los sursudaneses durante su guerra civil de décadas contra el gobierno dominado por los árabes en Jartum antes de la independencia en 2011, según el libro.
El objetivo de Sudán del Sur sería un mayor acercamiento no solo con Israel -que hace una semana recibió la visita del ministro de Relaciones Exteriores sursudanés, Monday Simaya Kumba-, sino también con Estados Unidos para por ejemplo levantar algunas sanciones contra algunas élites del país y recortes de la ayuda internacional, indicó el diario El Mundo.
Cuando se le preguntó si se le daría algo a cambio a Sudán del Sur, el Departamento de Estado norteamericano dijo que las decisiones sobre la emisión de visas se toman “de una manera que prioriza el mantenimiento de los más altos estándares de seguridad nacional de Estados Unidos, la seguridad pública y la aplicación de nuestras leyes de inmigración”.
Los críticos del eventual plan de transferencia temen que a los palestinos nunca se les permita regresar a Gaza y que la salida masiva podría allanar el camino para que Israel anexe el enclave y restablezca allí los asentamientos israelíes, como lo piden los ministros de extrema derecha del gobierno de Netanyahu.
Los palestinos, los grupos de derechos humanos y gran parte de la comunidad internacional han rechazado las propuestas, considerándolas un modelo para una expulsión forzosa en violación del derecho internacional.
“Para Sudán del Sur, un acuerdo de este tipo podría ayudarle a estrechar lazos con Israel, ahora la potencia militar prácticamente indiscutible en Medio Oriente. También representa un posible avance hacia Trump, quien abordó la idea de reasentar a la población de Gaza en febrero, pero parece haber dado marcha atrás en los últimos meses”, dijo AP.
Joe Szlavik, fundador de una firma estadounidense de lobby que trabaja con Sudán del Sur, afirmó a AP haber sido informado por funcionarios sursudaneses sobre las conversaciones. Añadió que una delegación israelí planea visitar el país para estudiar la posibilidad de establecer campamentos para palestinos. No se ha fijado una fecha para la visita. Israel no respondió de inmediato a una solicitud de confirmación de la visita.
La agencia de noticias informó que Israel y Estados Unidos han presentado propuestas similares con Sudán, Somalia y la región separatista de Somalilandia.
Egipto, que comparte frontera con Gaza, se ha opuesto firmemente a cualquier traslado forzoso de palestinos fuera del enclave, por temor a una afluencia de refugiados a su territorio.
“No existe ninguna justificación legal ni moral para expulsar a los palestinos de sus tierras. Si eso ocurre, nunca volverán a ellas”, avisó el ministro de Relaciones Exteriores de Egipto, Badr Abdelatty, que acusó a Israel de querer “darles un billete de ida sin regreso”.
Sin embargo, el gobierno de Donald Trump ha presionado a varios países para que ayuden a facilitar las deportaciones. Al tiempo que los esfuerzos de mediación liderados por Qatar, Egipto y Estados Unidos no han logrado un avance significativo desde la breve tregua alcanzada a mediados de enero pasado, rota dos meses después.
Ya van 61.722 personas muertas desde el inicio de las hostilidades en curso, en octubre de 2023, indicó este miércoles el Ministerio de Salud del sitiado enclave.
El jefe del Estado Mayor de las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI), Eyal Zamir, “aprobó el marco principal del plan operativo del Ejército en la Franja de Gaza”, según un comunicado militar entregado este miércoles, que no precisó ninguna fecha.
El diario Hareetz informó que se espera que en los próximos días Zamir presente a Netanyahu un plan para tomar el control de la Ciudad de Gaza, una estrategia que “algunos miembros del gabinete de seguridad quieren que sea tan draconiano como el esfuerzo que destruyó todos los edificios en la cercana ciudad de Beit Hanoun”.
Netanyahu y los ministros ya rechazaron al menos dos planes de Zamir que eran más conservadores.
“La decisión del gabinete de seguridad de tomar la Ciudad de Gaza cambia la estrategia de las FDI después de que Israel violara el alto el fuego en marzo e intensificara los combates en mayo. Durante esos meses, las Fuerzas de Defensa de Israel operaron en zonas con escasa población civil, centrándose en la destrucción de los túneles de Hamas y otras infraestructuras terroristas, la mayoría de las cuales habían sido cartografiadas antes de la entrada de las tropas”, dijo el diario.
“La presencia de hombres armados de Hamas en estas zonas era escasa, ya que la mayoría había huido a la Ciudad de Gaza y a la zona de refugiados de Muwasi, al suroeste del enclave. Por ello, la principal tarea de los soldados era proteger a los ingenieros de combate. Por ello, las FDI han reiterado en los últimos meses que sus operaciones no han puesto en peligro a los rehenes”, añadió.
El Ejército -que actualmente controla tres cuartas partes del enclave- operará ahora en una población de alrededor de 1,2 millones de personas: 700.000 que vivían en Ciudad de Gaza antes de la guerra y alrededor de medio millón de palestinos desplazados, la mayoría del norte de Gaza, pero también de Khan Younis y Rafah, en el sur.

Hareetz indicó que Hamas ha tenido muchos meses para prepararse para otra incursión. El último alto mando militar del grupo islámico palestino que sigue con vida, Izz al-Din al-Haddad, se encuentra en la ciudad. Empezó como comandante de la brigada de la Ciudad de Gaza y se convirtió en el líder militar del grupo después de que Israel matara a otros comandantes de brigada y a altos líderes de Hamas: los hermanos Sinwar y Mohammed Deif.
Las FDI creen que se enfrentarán principalmente a un grupo de pequeñas células de guerrilleros bien preparados. Esto significa más enemigos, más explosivos, más misiles antitanque y más fuego de francotiradores, todo ello en una zona densamente poblada. En estas nuevas condiciones, el peligro para la vida de los rehenes es evidente.
Según altos oficiales de las FDI, algunos miembros del gabinete de seguridad exigieron que se repitiera la destrucción de la ciudad de Beit Hanoun, al noreste de la Ciudad de Gaza y frente a la ciudad israelí de Sderot. El Ejército dejó Beit Hanoun inhabitable, destruyendo todos los edificios.
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