La ultraderecha ya es la segunda fuerza política en Alemania

Alemania
Participantes votan durante el congreso del partido Alternativa para Alemania (AfD) en Augsburgo, el 30 de junio. Foto: Reuters

A su vez, el partido de Angela Merkel obtuvo su peor cifra en el sondeo "Tendencia en Alemania", desde 1997.


Hondo ha calado entre los alemanes el mensaje político y social que ha transmitido la ultraderecha, especialmente en las últimas semanas. Tanto así que el partido Alternativa para Alemania (AfD) aparece segundo en intención de voto entre la ciudadanía en caso de que hubiera elecciones este domingo, con un 18% de respaldo, según una encuesta de Infratest Dimap, divulgada este viernes por la cadena ARD.

Si bien el partido de la canciller Angela Merkel, Unión Demócrata Cristiana (CDU), y su aliado bávaro, la Unión Social Cristiana (CSU), ocupan el primer lugar en el sondeo, con un 28%, se trata de la peor cifra para el conglomerado de Merkel, desde que se comenzó a realizar este sondeo en 1997, llamado "Tendencia en Alemania".

A su vez, el Partido Socialdemócrata (SPD), miembro de la "gran coalición" de Merkel, cayó al tercer lugar en intención de voto, con un 17%. Así, si las elecciones fueran ahora, la "gran coalición" solo obtendría el 45% de los votos, un respaldo que no le permitiría una mayoría parlamentaria para formar gobierno.

El ascenso de popularidad de AfD, la tercera fuerza en el Bundestag, tendría varias explicaciones que no son sorpresivas. La fuerte inmigración en Europa es una de ellas, así como las complejidades a las que se enfrentó Merkel para intentar formar gobierno.

En las últimas semanas la ultraderecha y movimientos neonazis han salido a manifestarse a las calles en las ciudades de Chemnitz y Köthen, luego de la muerte de dos alemanes presuntamente en manos de inmigrantes. En Chemnitz un alemán de 35 años fue acuchillado tras una pelea luego de una fiesta popular, en circunstancias no aclaradas, supuestamente por un sirio y un iraquí. En Köthen, en tanto, un joven de 22 años falleció de un infarto tras intentar mediar en una pelea entre una pareja de afganos.

Estos dos incidentes fueron suficientes para que se generaran varias protestas xenófobas y para que la ultraderecha capitalizara su rechazo a la inmigración y arremetiera contra la política de asilo de Merkel.

"Generalmente en el Este de Alemania ha habido una participación electoral inferior a la del Oeste del país y esto tiene que ver con el rechazo generalizado a los partidos políticos tradicionales", sostuvo en una entrevista reciente con La Tercera, el coautor del libro Factor AfD, Franco Delle Donne. "Ese grupo es al cual la AfD ha sabido movilizar muy bien", agregó.

Por otro lado, el caso del jefe de los servicios secretos alemanes, Hans Georg Maassen, quien cuestionó los sucesos en Chemnitz, ha acrecentado las divisiones dentro del gobierno, y ha provocado que el 71,8% de los alemanes no sintiera confianza en el Ejecutivo alemán, según un sondeo realizado por el grupo mediático Funke. Eso sí, la Alternativa para Alemania (AfD), expresó su apoyo a Maassen.

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