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Las razones tras la salida de Musk de la Casa Blanca: su distancia con Trump, la desilusión con la política y sus polémicos logros con DOGE

El magnate tecnológico agradeció al presidente estadounidense la oportunidad de ayudar a dirigir el Departamento de Eficiencia Gubernamental, que resultó en la eliminación de miles de empleos federales.

Elon Musk agradeció a Trump la oportunidad de ayudar a dirigir el Departamento de Eficiencia Gubernamental, conocido como DOGE.

“Un Musk desilusionado y distanciado de Trump anuncia su salida de Washington”. Así resumió este jueves The New York Times la partida del magnate tecnológico de la administración republicana tras liderar una turbulenta campaña para reducir el tamaño del gobierno estadounidense, que resultó en la eliminación de miles de empleos federales.

En una publicación en su plataforma de redes sociales X la noche del miércoles, el hombre más rico del mundo agradeció a Trump la oportunidad de ayudar a dirigir el Departamento de Eficiencia Gubernamental, conocido como DOGE.

“Al finalizar mi mandato como Empleado Especial del Gobierno, quiero agradecer al presidente Trump la oportunidad de reducir el gasto innecesario”, escribió el multimillonario.

“La misión de DOGE se fortalecerá con el tiempo a medida que se convierta en una forma de vida en todo el gobierno”, agregó. Al respecto, el diario El País recordó que el final de DOGE está fijado en el decreto con el que Trump le dio carta de naturaleza para el 4 de julio de 2026, cuando Estados Unidos celebrará su 250º aniversario.

Un funcionario de la Casa Blanca dijo a Reuters que era cierto que Musk estaba dejando la administración y que su “salida comenzará esta noche (del miércoles)”.

Musk anunció su decisión un día después de que CBS publicara parte de una entrevista en la que criticó la pieza central de la agenda legislativa de Trump al decir que estaba “decepcionado” por lo que el presidente llama su “gran y hermoso proyecto de ley”.

La legislación incluye una combinación de recortes de impuestos y un mayor control de la inmigración. Musk la describió como un “proyecto de ley de gasto masivo” que aumenta el déficit federal y “socava la labor” de su Departamento de Eficiencia Gubernamental.

“Creo que una ley puede ser grande o hermosa”, dijo Musk. “Pero no sé si ambas cosas”.

La ley que Musk criticó este martes es un proyecto de más de 1.000 páginas e incluye grandes rebajas de impuestos que no se verán compensadas con los recortes en salud y ayudas alimentarias que incorpora. Algunos análisis independientes calculan que contribuirá a aumentar la deuda en más de tres billones de dólares a lo largo de la próxima década. Y eso, por razones obvias, va en contra del espíritu del DOGE.

Trump, hablando en la Oficina Oval el miércoles, defendió su agenda hablando de la delicada política involucrada en la negociación de la legislación.

“No estoy contento con ciertos aspectos, pero estoy entusiasmado con otros”, dijo.

Pero Musk ya había dejado claro días antes que su permanencia en el gobierno llegaba a su fin. El pasado 20 de mayo participó en el Foro Económico de Qatar, en el que fue entrevistado por Mishal Husein, periodista de Bloomberg. Durante la conversación, Musk reconoció que su aporte económico a la política estaba tocando a su fin, al igual que su papel dentro de la administración de Donald Trump.

“Creo que he hecho suficiente. Si veo una razón para gastar en política en el futuro, lo haré. Actualmente no la veo”, resolvió sobre este tema al ser cuestionado por la entrevistadora.

Cabe recordar que se estima una cifra de 288 millones de dólares como aporte de Elon Musk en forma de donación tanto a la campaña de Donald Trump como a otros representantes del Partido Republicano en las elecciones presidenciales del pasado mes de noviembre, cifra que parece haber sido suficiente toda vez que Trump ocupa de nuevo la Casa Blanca.

Pero The New York Times recordó que este año Musk les dijo a los asesores de Trump que donaría 100 millones de dólares a grupos controlados por el equipo del presidente antes de las elecciones intermedias de 2026. Hasta esta semana, el dinero aún no ha llegado, según varias personas familiarizadas con el asunto, que hablaron bajo condición de anonimato para describir la dinámica entre bastidores.

Reiterando el tono de sus declaraciones a Bloomberg, Musk dijo en los últimos días que ha pasado demasiado tiempo centrado en la política y ha lamentado el daño a la reputación que él y sus empresas han sufrido debido a su trabajo en la administración Trump.

“Creo que probablemente dediqué demasiado tiempo a la política”, señaló Musk en una entrevista esta semana con Ars Technica, un medio de noticias tecnológicas.

Y añadió: “Se debió simplemente a una asignación de tiempo relativamente excesiva por parte del gobierno, y la he reducido significativamente en las últimas semanas”.

La salida de quien se autoproclamó “primer amigo” de Trump fue “rápida y sin contemplaciones”, aseguró el diario The Guardian. Musk no mantuvo una conversación formal con Trump antes de anunciar su salida de la administración, según una fuente con conocimiento del asunto, quien añadió que su salida se decidió “a nivel de personal superior”.

Musk ha defendido su papel como funcionario no electo a quien Trump le otorgó una autoridad sin precedentes para desmantelar partes del gobierno estadounidense. Su mandato de 130 días como empleado especial del gobierno en la administración Trump expiraba alrededor del 30 de mayo.

Pero, al mismo tiempo, no ha escondido su decepción frente a las metas que se impuso al frente de DOGE. The New York Times apunta que los recortes que quería implementar eran mucho más difíciles de lo que esperaba y su falta de interés en aprender más sobre la burocracia que consideraba tóxica obstaculizó sus esfuerzos, particularmente en el Capitolio, según personas familiarizadas con sus esfuerzos, que hablaron bajo condición de anonimato para describir discusiones internas.

Y el propio Musk así lo terminó reconociendo. “La situación de la burocracia federal es mucho peor de lo que pensaba”, declaró a The Washington Post el martes. “Pensé que había problemas, pero sin duda es una batalla cuesta arriba intentar mejorar la situación en Washington D.C., como mínimo”.

También declaró al Post que DOGE se había convertido en un chivo expiatorio, criticado por cualquier problema en la Casa Blanca de Trump.

En ese sentido, The Guardian recuerda que Musk tuvo roces en privado con algunos funcionarios del gabinete y atacó públicamente al asesor comercial de la Casa Blanca, Peter Navarro, llamándolo “imbécil” por desestimar la iniciativa de Musk de “cero aranceles” entre Estados Unidos y Europa.

n la Conferencia Política de Acción Conservadora de febrero, Musk blandió una motosierra roja metálica entre vítores entusiastas. “Esta es la motosierra de la burocracia”, declaró.

Precisamente, apunta el Times, la propia desilusión de Musk con la política nacional se puede vincular a dos eventos recientes, según personas cercanas a él: sus frustraciones con el régimen arancelario del presidente Trump y los aproximadamente 25 millones de dólares que gastó para respaldar a un candidato que terminó perdiendo una candidatura judicial en Wisconsin.

La “motosierra de la burocracia”

Tras la investidura de Trump, el multimillonario emergió rápidamente como una fuerza poderosa en su órbita: “hipervisible, descarado y libre de las normas tradicionales”, cómo lo definió Reuters. En la Conferencia Política de Acción Conservadora de febrero, blandió una motosierra roja metálica entre vítores entusiastas. “Esta es la motosierra de la burocracia”, declaró.

Al mando de DOGE, Musk ha logrado recortar casi el 12%, o 260.000, de los 2,3 millones de empleados civiles federales, principalmente mediante amenazas de despidos, indemnizaciones y ofertas de jubilación anticipada, según un análisis de Reuters sobre las salidas de las agencias federales.

Incluso los partidarios de la reducción del tamaño del gobierno han criticado la forma en que DOGE ha procedido al respecto. “El diagnóstico de DOGE fue correcto”, declaró Seb Wride, director de investigación de opinión de Public First US, al Financial Times. “La gente todavía cree que hay despilfarro en el gasto público, pero el enfoque de DOGE ha resultado imprudente”.

Manifestantes se reúnen para una protesta frente a las instalaciones de SpaceX y Starlink, empresas de Elon Musk, en Redmond, Washington, el 26 de febrero de 2025. Foto: Archivo David Ryder

Las metas de ahorro con sus recortes federales tampoco han cumplido las expectativas que él mismo Musk se fijó. El empresario tecnológico afirmó que podría recortar alrededor de dos billones de dólares, informó CBS News, mientras que The Week estimó los recortes prometidos en cerca de 2,5 billones de dólares.

Hasta el momento, Musk no se ha acercado ni de lejos a ninguna de esas cifras. A finales de abril, DOGE afirmó haber ahorrado unos 160.000 millones de dólares en gasto federal, según CBS News, mientras que su implementación costó unos 135.000 millones de dólares.

Un par de semanas después, DOGE aumentó la cifra de ahorro a 170.000 millones de dólares, y solo una pequeña parte de esa cifra pudo verificarse, según el Financial Times.

“Existe evidencia de que se están utilizando valoraciones infladas para aumentar las cifras, mientras que contratos que ya estaban venciendo se han presentado como nuevos ahorros”, señaló el Financial Times. “Al mismo tiempo, los datos del Tesoro de EE.UU. no han mostrado hasta ahora una caída en el gasto público”.

Al mismo tiempo, DOGE se ha topado con varios obstáculos, y los tribunales federales, en ocasiones, han apoyado a las agencias federales poco después de que DOGE hubiera decidido eliminarlas. En algunos casos, los recortes de personal y financiamiento han provocado cuellos de botella en las compras, aumentos de costos y una fuga de talento científico y tecnológico, destaca Reuters.

Además, consigna El País, este trabajo −por el que Musk que no cobraba un sueldo, pero que despertó serias dudas de conflictos de interés en un empresario que estaba metiéndole mano a una administración con la que hacía suculentos negocios− le trajo serias consecuencias.

No solo se convirtió en el símbolo de las políticas más brutales de Trump, así como en el objetivo de las críticas de activistas y políticos demócratas, también sufrieron sus negocios, sobre todo, la empresa de vehículos eléctricos Tesla. Los recortes del DOGE encontraron su respuesta en ataques a concesionarios, estaciones de carga y vehículos de la compañía.

Eso provocó el primer anuncio de su retirada, apunta el periódico español. “Seguiré dedicando uno o dos días a la semana a asuntos gubernamentales, o tanto como el presidente desee y mientras le sea útil”, dijo el empresario el pasado 22 de abril en una llamada con analistas para presentar los resultados de la compañía. Algo tenía que decir: el beneficio del fabricante de vehículos eléctricos se desplomó un 71% en el primer trimestre.

Así las cosas, ahora “Musk hace las maletas de Washington, vencido por la tozuda realidad de una ciudad que creyó que podría cambiar como aconseja el famoso dicho que se cambia una start-up de Silicon Valley: actuando rápido y rompiendo cosas. Este miércoles quedó definitivamente claro que, al menos en eso, el hombre más rico del mundo se equivocó”, aseguró El País.

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