Mundo

Reconocimiento del Estado palestino: qué significa en la práctica y su impacto en las divisiones diplomáticas globales

En el debate general del 80º período de sesiones de la Asamblea General de la ONU, que se inicia mañana y concluye el próximo lunes, varios países occidentales reconocerán oficialmente al Estado palestino. Reino Unido, Canadá, Australia y Portugal se adelantaron y lo hicieron dos días antes de la cita global.

Imagen del 12 de septiembre de 2025 de palestinos inspeccionando los daños causados a varias viviendas tras un ataque aéreo israelí, en el barrio de Al-Nasr, en la Ciudad de Gaza. Foto: Xinhua Rizek Abdeljawad

El debate general del 80º período de sesiones de la Asamblea General de Naciones Unidas, que tendrá lugar desde mañana hasta el próximo lunes, provocará un terremoto diplomático inédito cuando varios países occidentales reconozcan oficialmente al Estado palestino. Reino Unido, Canadá, Australia y Portugal se adelantaron y lo hicieron dos días antes de la cita global, mientras que Francia y Bélgica también anunciaron que se unirían a los más de 150 países que ya lo han reconocido.

Antes de los anuncios del domingo, el Estado de Palestina contaba con el reconocimiento de más de 140 de los 193 Estados miembros de la ONU. Actualmente, el total asciende a 151.

El Presidente francés, Emmanuel Macron, ha liderado la actual iniciativa de reconocimiento. Para finales de esta semana, cuatro de los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU reconocerán a Palestina. Estados Unidos, como quinto miembro del Consejo de Seguridad de la ONU, puede seguir vetando la obtención del derecho de voto de Palestina en la ONU. Actualmente Palestina tiene derecho a voz.

Para los expertos, esta medida refleja el hartazgo de algunos de los socios tradicionales de Israel con el gobierno del primer ministro Benjamin Netanyahu, cuyas acciones en Gaza han sido catalogadas como “genocidio” recientemente por la Comisión Internacional Independiente de Investigación, que actúa como un organismo autónomo perteneciente a la ONU. Se trata de naciones que en muchos casos están ligadas a importantes órganos multilaterales como el G7, el G20 o la OTAN.

Una de las posturas más duras ha sido la de España, que se ha visto en el panorama internacional como la más férrea contra el gobierno de Netanyahu en los últimos meses, instando a cortar lazos comerciales con Israel, embargar el envío de armas e incluso prohibiendo la entrada a su territorio a ministros como Bezalel Smotrich e Itamar Ben-Gvir.

El reconocimiento de la existencia de un Estado se basa en cuatro criterios establecidos en la Convención de Montevideo de 1933: una población permanente, un territorio definido, la capacidad de mantener relaciones diplomáticas con otras naciones y un gobierno. Incluso si algunas de estas características se ven amenazadas o cuestionadas -como en Palestina, donde grandes partes están ocupadas y el gobierno carece de autoridad real en Gaza-, el Estado aún puede ser reconocido. En definitiva, hacerlo es una decisión política, indicó el diario británico The Guardian.

En el caso de Palestina, el reconocimiento es en gran medida simbólico. Sin embargo, permite a las naciones firmar tratados con Palestina y significaría que los jefes de misión palestinos se convertirían en embajadores plenamente reconocidos. Algunos argumentan que recae una mayor responsabilidad sobre los países que reconocen a Palestina para boicotear los bienes importados por Israel procedentes de los territorios ocupados. Pero, en general, el reconocimiento es visto más como una declaración sobre el futuro de Palestina y una desaprobación a la negativa de Israel a negociar un Estado palestino.

En represalia, Israel ha señalado que considera anexiones en Cisjordania, una medida que profundizaría su enfrentamiento con Europa -la Comisión Europea ha presentado una propuesta para suspender parte del acuerdo comercial con Israel-, ampliaría su brecha con los Estados árabes y distanciaría aun más a Estados Unidos de sus aliados en todo el mundo mientras la administración de Donald Trump mantiene su apoyo a Netanyahu e Israel en su guerra en Gaza.

Washington había advertido a sus aliados antes del anuncio del domingo del reconocimiento del Estado palestino que Israel tomaría represalias “simbólicamente” y los altos funcionarios eran conscientes de que la respuesta de Israel podría poner en peligro las iniciativas fundamentales de la administración Trump, incluidos los Acuerdos de Abraham, que buscaban normalizar las relaciones entre Israel y los Estados árabes, que ahora parecen en riesgo de colapso.

Entrevistado por France 24, el coautor del libro Tomorrow is Yesterday (El mañana es ayer), Robert Malley, quien también fue asistente especial del expresidente Bill Clinton para asuntos árabe-israelíes, asegura que “el reconocimiento de un Estado que no existe, que no va a existir, que los israelíes no van a permitir que exista, ciertamente no cambiará la vida de ningún israelí o palestino. No va a cambiar la vida de ningún palestino que sufre lo que sufre hoy en Gaza y Cisjordania”.

Pese a ello, Francia y Arabia Saudita esperan aprovechar la reunión de este año de líderes mundiales en la Asamblea General de la ONU -en medio de la guerra cada vez más terrible en la Franja de Gaza- para inyectar nueva urgencia a la búsqueda de una solución de dos Estados para el conflicto israelí-palestino.

Estos esfuerzos incluyen una nueva hoja de ruta para un futuro Estado palestino en los territorios que Israel ocupó en la guerra de los Seis Días de 1967, y medidas de varios países occidentales para unirse a una mayoría mundial que reconoce ese Estado antes de que haya sido establecido.

Imagen del 12 de septiembre de 2025 de palestinos inspeccionando los daños causados a varias viviendas tras un ataque aéreo israelí, en el barrio de Al-Nasr, en la Ciudad de Gaza. Foto: Xinhua Rizek Abdeljawad

“Existe un temor genuino de que Israel esté a punto de anexar Cisjordania o de convertir Gaza en un lugar tan inhabitable que los palestinos se vean obligados a cruzar las fronteras hacia Jordania o Egipto, destruyendo así la posibilidad de una patria palestina. El reconocimiento de que Palestina es un Estado con derecho a la autodeterminación es un intento de demostrar que Israel no puede simplemente anexar territorios que la Corte Internacional de Justicia ha declarado ilegalmente ocupados”, señaló The Guardian.

Según The Associated Press, los esfuerzos por impulsar una solución de dos Estados se enfrentan a importantes obstáculos, empezando por la vehemente oposición de Estados Unidos e Israel. Washington ha impedido a los funcionarios palestinos incluso asistir a la Asamblea General. Y el Primer Ministro israelí, Benjamín Netanyahu, quien se opone a la creación de un Estado palestino, ha amenazado con tomar medidas unilaterales en respuesta.

Solución de dos Estados

La creación de un Estado palestino en Jerusalén Oriental, Cisjordania y Gaza ha sido vista desde hace tiempo a nivel internacional como la única manera de resolver el conflicto, que comenzó más de un siglo antes de que el ataque de Hamas del 7 de octubre de 2023 desencadenara la guerra actual en Gaza.

“Los defensores afirman que esto permitiría a Israel existir como una democracia con una mayoría judía. La alternativa, según ellos, es el statu quo en el que los judíos israelíes gozan de plenos derechos y los palestinos viven bajo diversos grados de control israelí, algo que, según importantes grupos de derechos humanos, equivale al apartheid”, apunta The Associated Press.

Soldados israelíes cerca de un tanque estacionado justo afuera de Cisjordania, cerca de Muqeible, Israel, el 23 de febrero de 2025. Foto: Archivo Rami Amichay

“Israel debe comprender que la solución de un solo Estado, con la subyugación del pueblo palestino sin derechos, es absolutamente intolerable”, declaró la semana pasada el secretario general de la ONU, António Guterres. “Sin una solución de dos Estados, no habrá paz en Medio Oriente”.

Las conversaciones de paz iniciadas a principios de la década de los 90 fracasaron repetidamente en medio de la violencia y la expansión de los asentamientos israelíes, cuyo objetivo era impedir la creación de un Estado palestino. No se han celebrado negociaciones sustanciales desde que Netanyahu asumió el cargo en 2009.

Israel anexó Jerusalén Oriental, la considera parte de su capital y ha alentado durante mucho tiempo el crecimiento de asentamientos judíos en los barrios palestinos y sus alrededores.

La Cisjordania ocupada alberga a más de 500.000 colonos con ciudadanía israelí y unos 3 millones de palestinos que viven bajo el régimen militar israelí, y la Autoridad Palestina ejerce una autonomía limitada en enclaves dispersos.

Turistas caminan junto a la mezquita de Al-Aqsa, en la Ciudad Vieja de Jerusalén, el 3 de enero de 2023. Foto: Archivo AMMAR AWAD

En Gaza, la ofensiva de represalia de Israel, luego de los ataques del 7 de octubre de 2023, ha matado a más de 65 mil palestinos, desplazado a cerca del 90% de la población de 2 millones, dejado gran parte del territorio inhabitable y sumido en la hambruna en algunas zonas. Una nueva ofensiva amenaza con vaciar y arrasar Ciudad de Gaza, la mayor urbe palestina en el enclave.

El gobierno de Netanyahu y la mayor parte de la clase política israelí se han opuesto a la creación de un Estado palestino incluso antes de la guerra. La administración Trump no ha mostrado interés en reanudar las conversaciones de paz, y en su lugar ha pedido la reubicación de gran parte de la población de Gaza en otros países, un plan que Israel ha adoptado con entusiasmo, aun cuando sus críticos afirman que equivaldría a una limpieza étnica.

Hamas ha sido denunciado por la Liga Árabe e incluso por la propia Autoridad Palestina (AP) como un desastre moral y estratégico. Según explicó el diario Hareetz, “la AP, en su forma actual, inspira poca confianza (...) A menudo ha hecho la vista gorda mientras Hamas prosperaba. Si la AP quiere volver a la palestra de la política internacional -y a la sala donde se toman las decisiones-, debe demostrar rápidamente que puede gobernar, reformar y garantizar la seguridad”.

Vehículos militares israelíes son vistos cerca de la frontera sur de Israel con Gaza, el 16 de septiembre de 2025. Foto: Xinhua Jia Maer·awade

La Autoridad Palestina, indicó Hareetz, debe exigir abierta e inequívocamente la liberación de los rehenes y condenar a Hamas por retenerlos. Incluso si carece de los medios para forzar el resultado, adoptar esa postura tendría eco en Israel, donde los votantes se muestran profundamente escépticos respecto a las intenciones palestinas. “La Autoridad Palestina podría demostrar que comprende lo que significa la seguridad para los israelíes y que está dispuesta a confrontar a Hamas no solo retóricamente, sino con prioridad moral”, señaló el medio israelí.

El presidente de la AP, Mahmoud Abbas, ha hablado sobre los rehenes en el pasado, incluso instando a Hamas a liberarlos, pero su gobierno nunca ha dado un paso significativo, indicó el periódico.

Hareetz señaló que la AP debería establecer un calendario de reformas de 180 días con hitos tangibles: publicar un presupuesto unificado, habilitar un auditor independiente y exigir declaraciones patrimoniales a los altos funcionarios. El incumplimiento de los plazos debería tener consecuencias.

Además, señaló el diario, el liderazgo necesita reemplazar a los leales por profesionales. Un gabinete tecnocrático con objetivos de rendimiento en electricidad, agua, clínicas y empleos demostraría que la legitimidad proviene de la prestación de servicios, no de la lealtad faccional.

“La seguridad es igualmente urgente. La Autoridad Palestina debe dejar claro que ningún grupo armado puede actuar al margen de la ley. Una fuerza de tarea conjunta palestino-árabe, coordinada discretamente con Israel, podría imponer una única cadena de mando y publicar datos de seguridad mensuales para demostrar, tanto a palestinos como a extranjeros, que se está restableciendo el orden”, añadió.

“En Gaza, un proyecto piloto podría comenzar en 90 días: juntas municipales de servicios responsables del agua, la electricidad, las clínicas y la retirada de escombros, financiadas a través de un fideicomiso de alta protección gestionado por socios árabes e internacionales verificados. Los pagos directos a contratistas y hogares eludirían las antiguas redes clientelares de la Autoridad Palestina”, indicó.

Más sobre:La Tercera PMGuerra Medio OrientePalestinaIsraelONUNaciones UnidasFranciaReino Unido

COMENTARIOS

Para comentar este artículo debes ser suscriptor.

Este septiembre disfruta de los descuentos de la Ruta del Vino, a un precio especial los 3 primeros meses.

Plan digital + LT Beneficios$3.990/mes SUSCRÍBETE