
Demolición en toma Calicheros lleva un 60% de avance: maquinarias centran trabajos en infraestructuras y evitan demoler enseres
Desde Carabineros esperan que el proceso de demolición culmine esta jornada, lo que permitirá a los ocupantes retirar sus pertenencias del terreno.

Casi sin descanso se ha llevado a cabo el proceso de demolición en la toma Calicheros, en la comuna de Quilpué. El terreno ubicado en la Región de Valparaíso, perteneciente a la familia Correa, fue desalojado ayer lunes, y desde la mañana de este martes se están destruyendo las viviendas instaladas de forma irregular.
El despeje del sector se da tras años de litigios judiciales, los que se acrecentaron luego de que en 2020 el dueño del terreno, el empresario Alejandro Correa, fuera asesinado por encargo de un individuo que previamente había sido denunciado por la ocupación ilegal del espacio.
En ese marco, a primera hora de este martes alrededor de 250 carabineros llegaron al lugar para custodiar las labores de remoción. Cerca del mediodía el delegado presidencial de Valparaíso, Yanino Riquelme, hizo un positivo balance preliminar de la jornada, explicando que “ha sido un proceso tranquilo, ha sido un proceso en calma, sin necesidad de uso ni de gestión de violencia de ninguna de las partes”.
Ya en la tarde el coronel Jorge Guaita, prefecto de la Prefectura Marga Marga, aseguró que los trabajos de demolición habían alcanzado “un poquito más de un 60%“.
En diálogo con Canal 13, la autoridad policial señaló que se espera que al finalizar la jornada la demolición llegue al 100%. “Tenemos la voluntad de la empresa que está con dos máquinas trabajando sin descanso", sostuvo.
Una de las particularidades del proceso es que se han apartado enseres para que no sean destruidos por las maquinarias. El coronel Guaita señaló que “esa fue una diligencia y una gestión por parte de los agentes de diálogo para poder darle fluidez a la demolición”.
“Generaron ese acuerdo con la gente, con los residentes que estaban en el lugar, para que las especies personales que no pudiesen o que no hubieran alcanzado a sacar las dejaran a un costado, con la finalidad de que la máquina no las destruya”, indicó.
En esa línea, señaló que la idea es que “una vez que la máquina sea retirada del lugar puedan ingresar estas personas a sacar sus especies de valor”.
La autoridad policial indicó que “se está trabajando por sectores, entonces tenemos ya lo que son los sectores 1 y 3, que ya pueden ingresar a retirar diferentes enseres. Ahora estamos en el sector 4, donde está trabajando la máquina y una vez que finalice, que sea una zona segura, vamos a permitir el acceso a las diferentes personas para que puedan sacar los enseres”.
Se estima que unas 140 viviendas serán destruidas en el terreno; el proceso, en tanto, es relativamente rápido. Guaita explicó que en promedio ambas máquinas tardan cinco minutos en derribar una estructura.
“De repente la geografía del terreno dificulta un poco el trabajo, pero efectivamente las máquinas son de gran tonelaje y permiten hacer la demolición de forma rápida”, sostuvo.
Una vez que el terreno esté completamente despejado la familia Correa espera ponerlo a la venta. Eso sí, desde el gobierno han advertido que las condiciones del sector no son aptas para ser habitadas, por lo que se descartaría la construcción de viviendas.
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