Por Ignacia CanalesEl drama de tener cáncer en el norte: sin especialistas, tres máquinas de radioterapia y viajes de 18 horas para tratarse
El único lugar con la infraestructura necesaria para la radioterapia en la zona es un centro que está en Antofagasta. Con todo, el Ministerio de Salud afirma que está tomando medidas a corto y mediano plazo para hacer frente a esta situación.

Entre Arica y Antofagasta hay 719 kilómetros y el viaje sin tráfico dura 10 horas. Pero ese cálculo no considera las paradas ni los controles que se realizan en distintos puntos de la ruta, lo que puede extender el trayecto por varias horas más, llegando incluso a 18. Desde Iquique, en tanto, el desplazamiento hacia Antofagasta bordea las cinco horas.
Estos son algunos de los recorridos que deben hacer obligatoriamente los pacientes con cáncer en el extremo norte de Chile ¿La razón? En la Región de Antofagasta está el único centro de radioterapia operativo de la zona.
“La situación es crítica. Se han dado muchas condiciones que hacen que el cáncer en el norte sea bien complejo. Por un lado, la epidemiología, pues es la zona donde hay más incidencia y mortalidad. Y, por otro, la falta de profesionales. En los últimos años hemos perdido al menos seis oncólogos en Antofagasta y varios físicos médicos, probablemente por mejores condiciones de trabajo en Santiago. Esta combinación hace que se cree una tormenta perfecta”, cuenta Alejandro Santini, oncólogo radioterapeuta y subdirector de la Sociedad Chilena de Radioterapia.
Las cifras confirman que la tasa de incidencia es mayor en el norte. Por ejemplo, según el informe ‘Registros de Cáncer de Base Poblacional de Chile’ presentado el 2023 por el Departamento de Epidemiología del Ministerio de Salud, la Región de Antofagasta presenta la tasa más alta de mortalidad por tumores y por tumores malignos del país para el periodo 2009-2020, con tasas de 148,9 y 135,0 defunciones por 100.000 habitantes.
Santini explica que esto se da por muchos factores: “El agua con arsénico, la exposición al sol, la contaminación ambiental, el tabaquismo y también porque la alimentación es más cara, las frutas y verduras son más costosas y la gente consume menos. Todo eso aumenta la incidencia”.
A ese escenario se suma el obstáculo de la limitada infraestructura para tratar el cáncer.
Consultado por La Tercera respecto a este escenario, el subsecretario de Redes Asistenciales, Bernardo Martorell, asegura que “el aumento sostenido de la demanda nos plantea el desafío de desconcentrar la oferta más compleja en la Macrozona Norte, que hasta hoy depende de Antofagasta. Es un diagnóstico que estamos abordando con proyectos en marcha para acercar tratamientos seguros y de calidad a las personas del norte".
Por ejemplo, a corto plazo explica que están asegurando tratamientos oportunos mediante derivaciones bajo garantías GES y dispositivos de apoyo para traslado, alojamiento y acompañamiento psicosocial.
Mientras, en el mediano plazo asegura que el Plan Nacional del Cáncer está transformando la red y que Iquique y Atacama ya tienen proyectos de aceleradores lineales -equipos para la radioterapia- con avances significativos, y Arica se encuentra en fase de diseño. “Esto permitirá que más pacientes se atiendan cerca de su hogar. Paralelamente, impulsamos la formación y retención de especialistas para garantizar la operación plena de estos centros”, asevera el subsecretario.
A su vez, agrega que “mantenemos convenios con prestadores privados para resolver casos urgentes, reduciendo tiempos de espera”.
Eso sí, los expertos locales aseguran que el problema no termina ahí, pues no se considera la falta de especialistas. Michel Marin, presidente del Colegio Médico de Antofagasta, relata que muchos profesionales, tras cumplir sus periodos de devolución de becas, abandonan el sistema público al no haber incentivos para quedarse y advierte que las autoridades conocían esta situación desde hace años, pero faltó planificación para su retención.
El subsecretario de Redes aclara que con la dotación que hay en el centro de salud de Antofagasta se cubre, en horario hábil, el funcionamiento de dos equipos aceleradores lineales de electrones para teleterapia y un equipo de braquiterapia de alta tasa de dosis, además de un tomógrafo computarizado para simulación y cuatro estaciones para cálculo y dosimetría clínica.
Paralelamente, se cuenta con atención de especialista 44 horas en el Hospital de Vallenar, y 33 horas, en el Hospital de Iquique.
Con todo, agrega que “el aumento de demanda nos ha requerido reevaluar los requerimientos de recurso humano en el marco del proyecto de Normalización del Centro Oncológico, actualmente en etapa de prefactibilidad. En paralelo, los proyectos de inversión en Arica, Iquique y Atacama —en distintas fases— consideran un total estimado de 9,75 jornadas de 44 horas semanales, cuya cobertura se programará según el inicio de operaciones de cada iniciativa".
En cuanto a la situación puntual de Arica, la vicepresidenta del Colmed Regional, Ana Miles, advierte que “el norte le ha dado salitre, cobre y ahora litio a Chile. Pero Chile no le devuelve lo mismo al norte. Arica, al ser extremo territorial, requiere presencia activa del Estado por razones de salud, soberanía y equidad, los que trabajamos acá estamos haciendo soberanía”.
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