Isla Robinson Crusoe y la sirena que recuerda la pesadilla del 27/F

A diez años del tsunami, que dejó a 16 personas fallecidas en la principal isla del archipiélago Juan Fernández, los habitantes aún circulan entre contenedores donde están dispuestos algunos servicios básicos, incluida la escuela Robinson Crusoe. Otras iniciativas fueron finalizadas, como las de pavimentación y vivienda. Aquel silbato, de la gobernación marítima, es su mecanismo de aviso y defensa. Y también, la evocación de una tragedia.


Todos los días, cuando el reloj marca las 12:00, dos sonidos de sirena rompen la apacibilidad del pueblo San Juan Bautista, nudo central de Robinson Crusoe, en el archipiélago Juan Fernández.

El chirrido proviene de la gobernación marítima, pero su función no sólo es marcar la hora. También se transformó en el recuerdo más latente de la tragedia que hace diez años dejó sin vida a 16 habitantes del poblado. Porque si el silbato suena en otro horario, la señal es evacuar al cerro. De inmediato.

Para el 27 de febrero del 2010 no existía un sonido para alertar un posible maremoto. Solo unos pocos se inquietaron por el “gong” de una campana, que fue operada por una joven de doce años. La alerta había sido planeada para incendios y derrumbes, pero aquella vez sirvió para salvarle la vida a varios residentes, que pudieron huir hacia lo más alto posible.

Andrés Salas (32) vivía justo al borde de la calle que resultó destruida. “No sentí nada, me despertaron y escuché gritos, salí y recuerdo que no había luz, el muelle no tenía altura, ya había espuma alrededor nuestro”.

El pescador pudo ver cómo todo flotaba a su lado, incluidas las casas del rompeolas, sector donde vivía su abuela “Yoyita”, quien nunca pudo ser hallada.

Considera que esa alerta de tsunami, la de la sirena, más la señalización para evacuar, ha sido lo único nuevo en la rutina de bahía Cumberland. Además, por ciento, de la infraestructura, marcada por contenedores donde se instalaron -provisoriamente- el Registro Civil, la notaría, Correos de Chile y la Escuela Insular Robinson Crusoe.

A diez años de lo ocurrido, allí están los contenedores.

Hoy, en la iglesia católica del pueblo y a primera hora, una sencilla liturgia recordó lo ocurrido y a quienes se fueron. El encuentro religioso fue celebrado por el capellán Jorge Palomino y acudieron pocas familias. Luego, la clásica romería en bahía Cumberland conmemoró a los fallecidos y desaparecidos. En el municipio se efectuó un minuto de silencio.

Escuela

“Mi hijo va en primero básico y si llueve los devuelven para la casa; si se corta la luz o se cae una rama, los devuelven para la casa. La experiencia de los niños en la escuela es mala, no conozco a ni uno que diga que le guste ir a clases”, reclama otra residente.

Desde el terremoto de 2010 el Ministerio de Educación (Mineduc) ha presentado tres proyectos para la escuela. Dos de estos durante la actual administración.

“Las obras comenzaron el 31 de enero de este año y tienen un plazo de ejecución de 100 días continuos. Su inversión es de aproximadamente $ 700 millones. La segunda obra corresponde a la reposición del colegio definitivo. Actualmente se encuentra aprobada la entrega del terreno por parte de Conaf, se está realizando el estudio topográfico y el anteproyecto de arquitectura”, informó el subsecretario de educación, Raúl Figueroa.

Viviendas en altura

Cuando se pensó en reconstruir Robinson Crusoe surgieron varias inquietudes que antes no se habían trabajado, como la protección del área costera y la creación de un parque marino.

Y el plan de gobierno obligó a establecer proyectos de habitabilidad en altura con intervención de quebradas. Para ello, principalmente se trabajaron dos líneas de acción, que ya fueron concluidas: pavimentación de la calle Larraín Alcalde, la explanada familiar y la Plaza de Armas, y el diseño de viviendas para 40 familias.

El director regional de Serviu, Tomás Ochoa, sostuvo que “los proyectos recuperaron fundamentalmente el equipamiento de la comunidad de Juan Fernández; nosotros hemos dado por finalizado el proceso de reconstrucción de Juan Fernández en el ámbito de vivienda”.

Añadió que “incluso concretamos la última etapa que involucró la entrega de escrituras para las familias, estuvimos en la isla entregando los documentos a los propietarios y con eso se cerró el ciclo desde ese punto de vista. Además, se recuperó la habitabilidad”.

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