Por Juan Manuel OjedaLa contradicción del caso Berríos: Vaticano revierte todas las sanciones, pero jesuitas imponen siete medidas disciplinarias
Desde el círculo del sacerdote comentan que se tomará su tiempo para pensar respecto de las condiciones que le notificó personalmente el provincial de la Compañía de Jesús. Mientras tanto asegura que "la verdad me ha hecho libre“.
Quienes han estado en contacto con el sacerdote Felipe Berríos comentan que está feliz luego de haberse enterado, este martes, que el Vaticano -a través de un fallo de 17 páginas- desestimara las denuncias en su contra y revocara el decreto de expulsión de la Compañía de Jesús, la congregación religiosa a la que ha entregado su vida.
La decisión tomada en Roma implicó un golpe para los jesuitas ya que echó por la borda todas las sanciones canónicas que habían establecido en su contra.
Durante la mañana de este miércoles, Berríos entregó un comunicado público en el cual da señales de la satisfacción con la cual recibió la decisión del Dicasterio para la Doctrina de la Fe (DDF), la instancia que corresponde al máximo órgano de la justicia canónica.
“Llevo más de tres años siendo públicamente acusado y sufriendo una persecución implacable que ha significado un daño reputacional enorme para mí y para quienes valientemente creyeron en mi palabra y en mi inocencia. Llevo más de tres años siendo atacado sin piedad por la Fundación para la Confianza y sin misericordia por la propia Compañía de Jesús", se lee en el texto.
Luego señaló que “tras vivir un proceso de profundo dolor, de soledad, de reflexión, de humilde trabajo pastoral en La Chimba y de oración, la verdad me ha hecho libre“.
Sin embargo la contundente decisión que llegó desde Roma se vio apacada por las medidas tomadas por la provincia chilena de la Compañía de Jesús. Esto debido a que si bien los jesuitas le comunicaron la decisión que llegó del Vaticano, también le comentaron que independiente de eso, el provincial aplicará “medidas disciplinarias respecto de su estilo de vida y actividad apóstolica como presbítero jesuita”.
Fuentes del caso que saben respecto de esas medidas comentan que en total son siete y tienen diferente intensidad.
Todas ellas, comentan fuentes vinculadas a los jesuitas, se vinculan con faltas respecto de los cuales la Compañía de Jesús sí tiene atribuciones. Esto debido a que el DDF tiene jurisdicción en los delitos más graves, respecto de los cuales determinó no alcanzar la certeza moral suficiente, pero hay una serie de otros asuntos que quedaron en las indagatorias en las cuales los jesuitas sí tienen cancha para tomar determinaciones. Y eso fue lo que hizo personalmente el provincial Juan Cristóbal Beytía antes de emitir el comunicado público.
Algunas tienen que ver con firmar el protocolo de prevención de abusos de la provincia chilena de los jesuitas, otras con la exigencia de que Berríos tenga acompañamiento espiritual regular. En el listado de medidas también se incluye que se le pide que se integre a una comunidad y por lo tanto tenga obediencia con su superior local.
Junto con eso, dentro de las medidas se contempla que el sacerdote asuma la responsabilidad apostólica que le destine el provincial de los jesuitas. Esto podría ser especialmente sensible en caso de que Beytía considere una misión distinta al proyecto que levantó Berríos en la Chimba.

El sacerdote lleva años radicado en ese campamento de Antofagasta y gracias a su iniciativa movilizó colaboradores para armar una fundación -de la cual actualmente es un empleado más-, conseguir financiamiento y levantar un proyecto de intervención en campamentos y barrios vulnerables para superar la pobreza.
También el provincial dispuso la prohibición de que tenga contacto con alguna de las denunciantes. Además se le prohíbe celebrar el sacramento de la reconciliación con mujeres y menores de edad durante ocho años. En ese mismo plazo también se le prohíbe ejercer actividades pastorales a solas o en privado con mujeres o menores de edad.
Para el entorno de Berríos todas esas medidas son “inexplicables” con el hecho de que el sacerdote no haya sido condenado “según el estándar del dicasterio”.
Más aún luego de que en el ámbito civil el asunto también se haya despejado luego de que la Corte de Apelaciones de Santiago confirmara el sobreseimiento definitivo al concluir que los hechos estarían prescritos y por lo tanto esa situación”impide jurídicamente determinar la efectividad de los hechos materia de la investigación y, especialmente, la culpabilidad del investigado".
Es por esa razón, comentan las mismas fuentes, que la cantidad de “condiciones insoslayables” de la provincia chilena de la Compañía de Jesús contra Berríos implica que el sacerdote “se tomará su tiempo” para evaluar y decidir qué hará respecto de las medidas disciplinarias de las que fue notificado. Eso implicaría eventualmente revisar su vinculación con la Compañía de Jesús.
Fuentes de los jesuitas comentan que si bien la orden religiosa acata y no cuestiona la decisión del DDF, la congregación mediante sus investigaciones llegó a una conclusión distinta, razón por la cual justifica las medidas disciplinarias e incluso el proceso de reparación anunciado para las denunciantes. Esto último, según fuentes de la Compañía, es una señal de que la institución reconoce un daño causado.
Mientras se toma su tiempo para pensar sobre su futuro en los jesuitas, Berríos dio una señal en el comunicado que difundió durante esta mañana: “Como hombre de fe, seguiré guiando mi vida bajo los principios de Jesús al modo de San Ignacio de Loyola, el padre Arrupe y San Alberto Hurtado y continuaré poniendo en práctica su palabra ahí donde me necesiten, tal como lo vengo haciendo desde mis 20 años en que entré a la Compañía de Jesús y más ahora que este decreto me rehabilita para el ejercicio del sacerdocio”.
COMENTARIOS
Para comentar este artículo debes ser suscriptor.
Lo Último
Lo más leído
1.
2.
4.
Plan digital + LT Beneficios por 3 meses
Infórmate para la segunda vuelta y usa tus beneficios 🗳️$3.990/mes SUSCRÍBETE

















