La mano dura

A prisión preventiva. Esa fue la medida decretada ayer por dos juzgados distintos frente al incumplimiento de la cuarentena y toque de queda de dos individuos: el organizador de la fiesta clandestina en Maipú y un hombre en Puente Alto, reincidente.

La decisión va en línea con la advertencia de La Moneda de endurecer las sanciones frente al incumplimiento de las medidas sanitarias. Todo –por cierto- en el marco del brusco aumento de los contagios en especial en la Región Metropolitana.

La desobediencia frente a las indicaciones de las distintas autoridades se tomó la agenda. Al llamado del Presidente Sebastián Piñera a la “responsabilidad y colaboración” de la ciudadanía frente al alza en los casos de coronavirus se sumó una reunión del ministro de Defensa, Alberto Espina, con un grupo de alcaldes. ¿El resultado? La conformación de una alianza estratégica entre el jefe de la Defensa Nacional de la Región Metropolitana, general Carlos Ricotti, y los diferentes ediles para reforzar los controles y detectar los lugares donde el relajo se está haciendo costumbre.

Y es que si algún consenso trajo el aumento de los contagios de coronavirus –particularmente en la capital- fue poner “mano dura” en el cumplimiento de las medidas sanitarias. Tanto así que el propio edil de Las Condes, Joaquín Lavín, acusó recibo y –pese a que hasta la semana pasada había elaborado un entusiasta protocolo para la reapertura del Apumanque- ayer sentenció que “creo que no es el minuto de abrir el comercio”. Cosas de la pandemia.