Tomás Bravo: después de más de dos años cierran investigación contra tío abuelo y defensa pedirá su sobreseimiento

Ahora, en 10 días, la fiscalía deberá decidir si acusa a Escobar, no persevera o lo sobresee.


Por orden de la Corte Suprema, durante este viernes fue notificado el cierre de la investigación que la fiscalía sigue contra Jorge Escobar, tío abuelo del niño Tomás Bravo, por el delito de homicidio calificado.

El defensor penal público Pedro Aguilera criticó la extensión del plazo investigativo utilizado por la fiscalía, en una indagatoria dirigida por la fiscal Marcela Cartagena: “Después de dos años, un mes y dieciocho días se ha cerrado formalmente una investigación que ha quebrantado el plazo razonable”.

“Este mismo incumplimiento del plazo legal de dos años ha sido utilizado por el Ministerio Público para seguir persiguiendo ilegal e injustificadamente al señor Escobar”. Aguilera señaló que en una próxima audiencia solicitarán el sobreseimiento del tío abuelo. Ahora, en 10 días, la fiscalía deberá decidir si acusa a Escobar, no persevera o lo sobresee.

En paralelo, la fiscalía sigue otras dos investigaciones por este caso. Una por abandono de menor, también contra el tío abuelo, y otra por sustracción de menor, contra tres sujetos.

Lapidarios informes

El viernes de la semana pasada, este medio dio a conocer los lapidarios informes elaborados por la fiscalía, donde la persecutora Cartagena critica el trabajo realizado por la Policía de Investigaciones y del Servicio Médico Legal en torno al caso.

En los textos, con fecha de julio de 2022, Cartagena critica la pérdida de muestras corporales, la falta de vigilancia al tío abuelo y una “falta de liderazgo” de la primera fiscal del caso.

Por ejemplo, en cuanto a la PDI, Cartagena habla de “situaciones irregulares”, que han afectado la investigación, que se traducen en “acciones, omisiones o posibles negligencias”, tanto de la Brigada de Homicidios Concepción como de otras reparticiones policiales.

En el caso del SML, uno de los puntos más graves está en el almacenamiento de muestras de sangre y orina del menor guardadas en el SML de Santiago que no estuvieron con el debido resguardo y terminaron descompuestas, “perdiéndose de modo irrecuperable”. Esto ocurrió debido a “varios desaciertos”.

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