La exitosa tecnología 3D, la misma que ha provocado que la película Avatar, del director James Cameron, logre situarse en el segundo lugar de las películas que más ingresos ha generado hasta el momento, podría provocar dolores de cabeza.

Así lo indican diversos expertos estadounidenses, entre ellos el profesor de oftalmología de la Universidad de Northwestern Feinberg School of Medicine de Chicago, Michael Rosenberg, quien señala que esto se produce pues muchas personas tienen pequeños problemas a la vista, como un "desequilibrio muscular menor que, en circunstancias normales, el cerebro los resuelve con naturalidad", pero que al ver películas con este tipo de tecnología donde la vista se ve enfrentada a una experiencia sensorial nueva, se requiere de un mayor esfuerzo mental.

Esto se explicaría, pues con una visión normal, cada ojo ve las cosas en un ángulo ligeramente diferente, que "cuando se procesa en el cerebro, crea la percepción de profundidad", indica la doctora Deborah Friedman, profesora de oftalmología y neurología en el Centro Médico de la Universidad Rochester de Nueva York.

Pero cuando se ve en tres dimensiones a través de los lentes, la visión "no está calibrada exactamente de la misma forma que lo están los ojos y el cerebro", y si la vista del espectador no está bien, el cerebro está realizando un esfuerzo mayor.