Juan Cornejo es el último futbolista que deja el entrenamiento de Audax Italiano en la Ciudad de Campeones, el flamante recinto que los floridanos tienen en Las Vizcachas. El defensa no está en el vestuario, sino en una de las canchas del complejo. La práctica previa al partido ante La Calera terminó hace unos minutos, pero el defensa sigue ensayando remates. Perfeccionándose. También conversa con Jorge Pellicer, quien suele darle consejos para pulir sus condiciones.

Hace pocos días estaba en Europa con la Selección. Era la segunda vez que Jorge Sampaoli lo convocaba. Antes, lo consideró para el partido amistoso frente a Estados Unidos, en Rancagua. En Austria también jugó los noventa minutos. Fue uno de los pocos que aprobó en la caida ante Irán. Después del duelo ante la escuadra de Carlos Queiroz, el casildense concluyó que el defensa formado en Colo Colo y consolidado en Magallanes debía ser considerado en la nómina que afrontará la Copa América. "No sé cuál habrá sido la evaluación del profe respecto de mi rendimiento. Si es verdad, o no, que quedó contento con lo que hice", afirma.

El DT de la Roja aún no le comunica la decisión, pero el defensor nacido en Pichidegua jugará el torneo continental. "Uno se proyecta a corto y mediano plazo. Y siempre quiere participar en la Selección. Es lo más lindo que hay. Si uno se pone a sacar conclusiones y a pensar en quiénes podrían estar, siempre estará ilusionado y se preparará día a día para estar", afirma.

Lo que sí reconoce es la confianza que el trasandino ha depositado sobre él. "Sampaoli me pide que juegue tranquilo y con confianza. Que vaya hacia adelante. Una de las cosas que más les interesa es tener jugadores que se atrevan a meter pases, a entregarse al ciento por ciento por el equipo. En el primer tiempo del partido con Estados Unidos me sentí raro. No sé si nervioso, pero estaba ansioso de hacer cosas. Cuando me calmé y me controlé, me sentí mejor y me empecé a sentir bien con la pelota. Uno quiere mostrar más de lo que le están pidiendo, hacer todo altiro. Y no funciona así. Cuando me tranquilicé, todo resultó bien", recuerda.

Cornejo disfruta su momento más feliz. Como juvenil, nunca vistió la Roja. En 2015 ya suma dos presencias como adulto. Pese a eso, procura mantener la calma. "No quiero desenfocarme", repite a menudo. Dice que, hasta un nueva convocatoria, su preocupación será que Audax Italiano se mantenga en Primera División. "Todo se ha dado muy rápido este año. El llamado para el partido ante Estados Unidos me lo esperaba, por lo bien que lo había hecho el torneo pasado. Y creo que respondí bien. Quizás para estos dos partidos, con jugadores internacionales, uno no espera ser citado. Tener la posibilidad de jugar un partido completo junto a ellos lo recordaré siempre. Pero hay que dejarlo atrás y empezar a pensar en lo que viene, muy luego", proyecta.

Paulatinamente, comienza a  ganar confianza. Atrás quedó su dubitativo comienzo frente a la escuadra norteamericana y es más fresca la evaluación de su cometido ante los asiáticos. "Mis amigos me escribieron en Whatsapp para contarme que me habían catalogado como uno de los mejores. Sinceramente, creo que pude haber hecho cosas mejores. Controlé bien la zona izquierda, aunque Irán no atacó mucho por ahí y se dedicó a tirar pelotazos. Me faltó atreverme a terminar alguna jugada o acercarme al área en momentos que lo permitían. De eso uno se da cuenta después de que el partido termina, cuando está tratando de dormir", analiza, autocrítico.

El camino al éxito

Han pasado casi diez años desde que dejó Pichidegua, en la Sexta Región, para probarse en Colo Colo. En Pedreros lo aceptaron. A la distancia veía entrenar a algunos de los jugadores con los que, la semana pasada, compartió, de igual a igual, en el Viejo Continente. "Matías (Fernández) era la figura de Colo Colo cuando yo estaba en las inferiores del club. Estar juntos en la cancha, jugando por la Selección parece un sueño", reconoce.

El camino para llegar hasta Sankt Pölten comenzó hace algunos más. Su padre era presidente del club El Salto y lo llevaba a la cancha de la mano. Tenía cinco años y, como todo niño, pasaba detrás de la pelota.Conoció la cancha de tierra. Pasó por varias escuelas de fútbol que fueron esculpiendo su talento. Partió en Portezuelo Larmahue, que quedaba cerca de su casa. Luego emigró a San Vicente de Tagua Tagua, a la escuela de Daniel Fabbiani. También estuvo en varias selecciones comunales.

En  2005 llegó al Cacique. Lo llevó el padre de Cristián Magaña, ex seleccionado juvenil que también estaba en el club. Tenía quince años y fue aceptado. En Macul lo dirigieron Hugo González, Fernando Astengo, Luis Pérez y Juan Gutiérrez. Siempre fue central o lateral izquierdo. Justamente los puestos que Sampaoli pretende fortalecer en un equipo que se autoimpone conseguir el título continental. Su salida del club albo estuvo lejos de ser traumática. "Había otros jugadores que estaban pasando por momentos mejores que el mío, como Sebastián Toro, por ejemplo. Tenía claro que no era la prioridad y que debía partir. No guardo rencor. Al contrario. Dejar Colo Colo era la decisión que debía tomar en ese momento", aclara.

La decisión clave

Cornejo estaba en Magallanes cuando le correspondió tomar otra decisión complicada. Había terminado la Educación Media, con una mención en Contabilidad, y, junto con sus obligaciones deportivas, ingresó a la Universidad Gabriela Mistral para estudiar Ingeniería en Administración de Empresas. Recibió una beca completa, pero, junto con el beneficio, iba aparejada la determinación más dura: tenía que defender al seleccionado universitario y, probablemente, cortar su camino hacia el profesionalismo.

En ese momento aparece una figura clave para su carrera: Osvaldo Hurtado. El ex delantero de la UC no sólo era su entrenador en Magallanes. También uno de sus principales consejeros. "Me dijo que siguiera, que tenía condiciones. Me ayudó mucho y me aconsejó bien. Hoy, a un tiempo de haber tomado la decisión, le agradezco que me haya aclarado las cosas", dice.

Hoy, el zaguero le da la razón a Hurtado. Junto con su irrupción en la Roja, también le empiezan a llegar las primeras propuestas. La U lo tiene en su lista de refuerzos para el segundo semestre. La nueva promesa del fútbol chileno se encoge de hombros. Pero, internamente, asume que comienza a hablarse de él. 2015 es temporada de Cornejo.