Crítica de cine: Terror en la Antártida

Esta soporífera película de intriga y acción tiene una gracia y una desgracia. Su gracia es que la protagoniza la bella Kate Beckinsale. Su desgracia es que, aunque está basada en una novela gráfica de mediana popularidad, es una especie de versión de la serie Lost pero en la nieve: choca un avión que queda varado en medio de la nada (Lost), hay muertos misteriosos (Lost), la protagonista tiene un pasado oculto por haber matado a alguien (Lost), y el relato se construye a base de flashbacks recurrentes (Lost, Lost, Lost).
Como la nieve y los grandes abrigos impiden ver el cuerpo de la Beckinsale, hay una conveniente y gratuita escena inicial en que la actriz se desnuda y se mete en una ducha, lo que aporta poco a la trama, pero que sirve para darse cuenta del tono bien exploitation de toda la película, lo que se confirma con la avejentada presencia de Tom Skerritt. Pensándolo bien, quizás la gracia sea la desgracia.
Director: Dominic Sena.
Con: Kate Beckinsale, Gabriel Macht, Tom Skerritt.
Duración: 101 minutos.
Género: Acción.
Producción: EE.UU.-Canadá-Francia, 2009.
Calificación: Mayores de 14 años.
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