Histórico

El Parque Nacional Torres del Paine cumple 50 años

<img height="16" alt="" width="60" border="0" src="http://static.latercera.cl/200811/193728.jpg " /> Este símbolo nacional está en su mejor momento; cada año aumentan sus visitantes, acaba de estrenar una página web y próximamente será postulado como Patrimonio de la Naturaleza ante la Unesco.

Un hermoso día soleado y sin viento en las Torres. Banderas magallánicas, unas dos mil personas en gruesos ropajes y Mario Mutis, bajista de Los Jaivas, agradeciendo a los dioses por tan privilegiado lugar para dar paso a los acordes de Alturas de Machu Picchu. Un perfecto cumpleaños que contrasta con esos primeros días, sin luz eléctrica, caminos, puentes ni marcas y orientación a base de brújula. Años en los que polipropileno, polar, gore tex y telas dry tech eran ciencia ficción. En esos tiempos, un grupo de visionarios magallánicos insistió en la protección de este lugar para realizar turismo y, en 1959, el gobierno de la época aceptó la propuesta de crear el Parque de Turismo Lago Grey, que contaba con apenas 5 mil hectáreas. Poco después cambió su nombre a Parque Nacional Torres del Paine y ya, en 1979, tenía las 227.298 hectáreas actuales.

A partir de 1975, Conaf se instala en el parque y a la gente le costaba entender lo que estaba pasando. Antes, los visitantes acampaban donde querían, cazaban o llegaban con hacha en mano para llevarse un poco de leña. Y, en ese escenario, había un grupo de jóvenes, todos sub 25, que intentaban explicar lo que estaban haciendo. "Nosotros éramos los malos de la película. Salíamos a dar charlas, mostrando cómo se iba a gestionar el parque; explicábamos los objetivos de conservación, de perpetuarlo. Pero la gente vivía otra realidad ¿Terrenos para no tener nada? ¿Cuál era el sentido?", recuerda René Cifuentes, guardaparque de esos años y administrador.

En el Parque Nacional Torres del Paine existen varias rutas de caminata y excursión que le han dado renombre internacional como uno de los mejores lugares del mundo para realizar estas actividades. El Circuito Paine, conocido como "O", es el más extenso de todos con 93,2 kilómetros de recorrido y rodea el macizo del Paine, lo que permite admirar las mayores bellezas de lugar. El paso John Garner es el punto más alto del circuito y todo turista, con mochila al hombro, sabe que sortearlo no es nada fácil, a pesar de que hoy existe un camino, GPS y ropa especial que ayuda a soportar el incesante viento.

"En ese tiempo había un planchón de nieve en este paso que ahora se llama John Garner. Yo iba sin equipo adecuado: zapatos bajos,  jeans, una parka verde con cuello de piel y una boina. No tenía guantes y, para que no se me congelaran, me ponía la boina en las manos. John iba adelante y me hacía escalas con sus huellas para que yo pudiera pasar, porque las suelas de mis zapatos estaban gastadas y me resbalaba. Los jeans se me congelaron y me rompí todas las pantorrillas. Fui como el conejillo de Indias, porque era un chileno común y corriente, sin técnica de montaña y sin la ropa adecuada. Si lograba hacerlo... significaba que el paso era factible", recuerda Neftalí Zambrano, uno de los primeros guardaparques en aquel 15 de marzo de 1976, cuando se completó el circuito que rodea todo el macizo Paine y que hoy se ha convertido en uno de los senderos de trekking más famosos en todo el mundo.

NEFTALÍ ZAMBRANO, GUARDAPARQUE HISTÓRICO
"En pleno invierno, bajábamos a Puerto Natales cada 40 días. No porque no quisiéramos ir más seguido, sino porque era tan complicado bajar, que al final era mejor quedarse en el parque. Había dos problemas: los malos caminos y la falta de medios de transporte. Primero usábamos un jeep en el que teníamos que amarrar las puertas, porque no cerraban. Después usábamos una camioneta cabina simple, donde nos amontonábamos o bien, teníamos que irnos atrás y llegábamos como verdaderos monos de nieve, porque usábamos esos ponchos de Castilla, y como eran lanudos se les pegaba la nieve. Muchas veces quedábamos empantanados. Pero éramos jóvenes y todas esas dificultades las considerábamos como parte de la aventura que estábamos viviendo".

CLAUDIO ALMARZA, FOTÓGRAFO Y CRONISTA, EXPERTO EN VIDA SILVESTRE
"Publiqué varios libros sobre las Torres, pero destaca el que hice en invierno porque es la estación que más me apasiona; quizás por su misma crudeza, me hace sentir realmente donde estoy, en el fin del mundo. Torres del Paine es un escenario que está dibujado en cuanto a su entorno: las montañas, las lenguas de ventisquero, los glaciares, los lagos multicolores, las manadas de guanacos, la imagen de un águila cazando. Para mí, lo vas a experimentar más intensamente en invierno. El parque se transforma en algo mucho más íntimo. Si bien puedo tener días muy crudos en los que estoy trabajando con un viento impresionante, hielo o nieve, también puedo disfrutar de unos cuatro ó cinco días despejados, con un cielo impecable y un manto de nieve fabuloso. Por la forma en que opero con las especies que habitan el parque, por alguna razón que no puedo explicar, me siento mejor trabajando con los animales en esta época, más compenetrado. El seguimiento de los pumas, por ejemplo, se me hace tan intenso como emotivo. Hay una suerte de mística en todo esto".

GAELA HOURQ, JEFA DE CABALLERIZAS DE HOTELES EXPLORA
"Los cuatro años viviendo en el parque fueron marcados por el puma. El primer encuentro con uno de ellos fue impactante. El sector de las caballerizas en el Explora Patagonia es una ruta que siempre usan los pumas, así es que tenía que compartir su lugar. Los vi cazar liebres, correr tras un huemul, etcétera. Un día escuché a uno de los gauchos, que gritaba "¡un león, un león!". Era un puma viejo, delgado, con el lomo oscuro, caminando tranquilamente a 100 metros de las caballerizas. Saqué mi máquina fotográfica, le tomé algunas, pero se notaba sólo la cola, así es que me adelanté, haciendo una vuelta lejos, por su derecha. En el momento en que me paré a buscarlo, lo tenía a un metro, con un arbusto entre su cuerpo y yo. Los dos permanecimos sin movernos por unos largos segundos y, de repente, giró la cabeza y me miró derecho a los ojos. Sentí un fuerte golpe de adrenalina y luego se fue caminando con la misma tranquilidad".

CATALINA BAU, DIRECTORA DE CONAF
"En las últimas décadas, Torres del Paine ha experimentado un aumento sostenido de visitantes, con un promedio anual de 9 por ciento entre los años 2000 y 2008. Sin duda, este año las visitas superarán las 141 mil personas registradas en 2008, de las cuales 101 mil fueron extranjeros. Estas cifras contrastan fuertemente con los 1.861 visitantes internacionales que se conocían en 1977, concentrados exclusivamente en la temporada estival, cuando recién se vislumbraba el potencial turístico y de conservación de este lugar que se ha transformado en el verdadero paraíso de la Patagonia".

GUÍA DEL VIAJERO
DÓNDE

El Parque Nacional Torres del Paine  está ubicado en la comuna de Torres del Paine, Provincia de Última Esperanza, Región de Magallanes y Antártica Chilena, y forma parte del Sistema Nacional de Áreas Silvestres Protegidas del Estado de Chile.

POR QUÉ
El 28 de abril de 1978  fue declarado Reserva de la Biósfera por la Unesco, formando parte de las zonas representativas de los distintos ecosistemas del mundo y que sirven para medir los impactos del hombre sobre el ambiente. Su avifauna es uno de sus mayores atractivos, destacando los guanacos, pumas, zorros culpeo, gatos de Geoffroy, chingues patagónicos, cóndores, carpinteros negros, caiquenes (gansos), loros cachaña y ñandúes.

CIRCUITOS PRINCIPALES
- W:
Bordeando el lago Nordenskjöld, continúa hasta llegar a las Torres del Paine. Desde este lugar se regresa hasta llegar al refugio Los Cuernos, Valle del Francés y glaciar Grey, para luego regresar a la guardería Lago Pehoé. Son 50 km, tiene una dificultad media y alta y se recorre entre 4 a 5 días.

- Grande: La idea es avanzar rodeando el macizo Paine, comenzando en la guardería Laguna Amarga y en dirección al lago Paine, hasta el campamento Serón. Continúa hasta el refugio lago Dickson, para seguir la marcha junto al río Los Perros. El próximo tramo es el Sector del Paso, hasta llegar al campamento junto al glaciar Grey. La caminata continúa al sur y llega al refugio del mismo nombre. Tras lo anterior, se avanza junto al lago Grey hasta el refugio Paine Grande. Para terminar la travesía, existen dos alternativas: caminar 18 km hasta llegar a la sede administrativa, o abordar el catamarán en el refugio de Paine Grande hasta el Sector Pudeto. Son 120 km de dificultad media-alta, y con una duración de entre 7 a 10 días.

CONAF
Para conmemorar los 50 años del parque, Conaf lanzó el libro Torres del Paine, el Paraíso de la Patagonia, con 140 páginas de fotos e historias del lugar. Asimismo, la institución estrenó una flamante página web, con todos los datos necesarios para visitar y disfrutar el parque.
www.parquetorresdelpaine.cl www.conaf.cl

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