Francisco Soza, el hijo del hombre que fue inculpado por el doble crimen de Providencia y que ayer fue sobreseído tras demostrarse su inocencia, afirmó que "tuvo que pasar algo atroz" para que el caso que afectó a su padre comenzara a dilucidarse, aludiendo al crimen del joven Diego Schmidt-Hebbel.

Tras la muerte del novel economista a manos de José Ruz, un sicario contratado por María del Pilar Pérez para asesinar a la familia de Agustín Molina debido a rencillas provocadas por una herencia que dejó el padre de la mujer, se abrió una arista en la investigación que llevó al caso del asesinato de Francisco Zamorano (ex pareja de la mujer) y Héctor Arévalo.

Tras los interrogatorios de rigor, Ruz confesó su autoría en este doble crimen lo que permitió sobreseer al hasta ayer único inculpado del caso, Claudio Soza (76 años). En la audiencia de ayer, el fiscal jefe de Ñuñoa, Vinko Fodic, calificó la imputación como "un error".

"Lamentablemente tuvo que pasar otro hecho atroz como el asesinato de este joven Diego para que el caso nuestro se diera vuelta. Lo lamentable es que si no hubiese pasado nada lo más probable es que mi padre en un mes más cuando venía el período de juicio hubiese quedado preso", expresó Francisco Soza a ADN radio.

Soza reiteró que las acusaciones contra su padre sólo se sustentaron en una declaración "forzada" por detectives de la Policía de Investigaciones..

Francisco Soza, asimismo, valoró que la fiscalía haya reconocido su error, y adelantó que analizarán una eventual acción judicial por el "error" junto a su abogado Nurieldín Hermosilla.

"No lo hemos pensado aún y estamos en muy buenas manos. Ellos están viendo y analizando qué vamos a hacer", afirmó.