Un grupo de jóvenes desnudos y pintados de rojo y blanco, los colores de la bandera canadiense, protestaron hoy frente a la Embajada de Canadá en Washington contra la caza de focas en este país, que mañana celebra su día nacional.

Tapados con pelucas y con pancartas, activistas del grupo de defensa de los animales PETA (Gente por un Tratamiento Ético de los Animales) escenificaron la "vergüenza" de Canadá frente a las celebraciones nacionales de mañana.

El grupo se plantó frente al edificio portando pancartas que pedían el fin a la "matanza" con fotografías de un cazador con el brazo en alto al lado de una foca.

Pero los curiosos que pasaban por delante prestaron más atención a uno de ellos, que portaba una pequeña pantalla de televisión colgada de su cuerpo que reproducía los gritos y la sangre de los animales mientras son golpeados, con el himno de Canadá sonando de fondo.

La caza de estos animales empieza cada primavera en Canadá cuando las focas arpa migran desde Groenlandia a la costa de este país para dar a luz a sus crías.

A principios de abril, el Gobierno canadiense levantó la veda para esta práctica y, en medio de denuncias de grupos defensores de los animales, los cazadores buscan entre el hielo a estos mamíferos, sobre todo a las crías, porque la blandura de su piel atrae de manera especial a la industria peletera.

Las autoridades canadienses autorizaron este año la caza de 380 mil focas arpa, un número mayor que el permitido el año pasado, cuando se cazaron 74 mil 500 focas del total de 280 mil permitido.

A nivel internacional, la Unión Europea y Estados Unidos han prohibido la venta de productos de foca y Rusia ha vetado este tipo de caza, mientras que el Senado estadounidense ha aprobado de manera unánime resoluciones de condena a este tipo de caza.