Juan Carlos Peralta, el campeón olvidado

Lejos de la gloria de la Copa Libertadores de 1991, el ex albo enfrenta una dura realidad. Sin previsión y convaleciente de una operación al tobillo, su partido es contra sus millonarias deudas.




Al abrir la puerta, se puede distinguir lo que aún mantiene Juan Carlos Peralta (47 años) como recuerdo de aquel Colo Colo 1991. En el living guarda distintas fotos y retratos, junto con una estatuilla representativa de su condición de campeón de América.

Por precaución médica, y antes de acomodarse en un sillón, el ex zaguero y volante se dirige a un dormitorio para buscar la férula que lo ha acompañado durante las últimas semanas. Distinto a lo que le ocurría hace algunos años, en esta ocasión, la bota es parte la recuperación médica que lo ha dejado sin posibilidades de poder tocar un balón durante meses.

El 14 de diciembre último, una fuerte caída, jugando por aquel Colo Colo de Todos los Tiempos, lo llevó de urgencia hasta la Clínica Santa María. No llevaban ni 10 minutos en la cancha cuando cayó al piso y el pie derecho se dobló, provocando una lesión grave en el tobillo. Por la gravedad de lo ocurrido, lo trasladaron hasta la clínica, donde una operación que debía durar una hora, se extendió por casi tres horas. Juan Carlos Peralta reconoce que "ni en su carrera como futbolista tuvo que vivir con una lesión tan dolorosa como ésta".

Al principio, el ex futbolista no podía caminar, ni mucho menos apoyar el pie, ya que esto le causaba mucho dolor. Sin embargo, ya en el último control, el médico decidió sacarle los puntos para que pudiera transitar sin la bota dentro de la casa, aunque sí debe usarla fuera. La recuperación es lenta y luego de las sesiones terapéuticas (que incluyen piscina), debe estar otros seis meses sin jugar al fútbol.

Al hablar de lo ocurrido, reconoce que no fue miedo lo que sintió en aquel momento, sino que más bien quedó choqueado. "Haber visto el pie dado vuelta y con el tobillo hacia el otro lado fue algo impactante", relata mientras se acomoda la férula. Cuando habla sobre lo ocurrido, sólo le queda decir que "por algo pasan las cosas". Reconoce que, con esto, ha tenido tiempo para valorar lo que quizás antes no veía y disfrutar más con sus seres queridos.

Para uno de sus amigos, Daniel Morón, ex arquero y ganador de aquella Libertadores, la fortaleza que muestra Peralta es algo de siempre. "Él siempre ha sido fuerte anímicamente y lo trata de mostrar cuando uno lo llama por teléfono, pero quizás también disimula muchas cosas", afirma.

La lesión del ex defensor lo alejó de varias cosas. La Navidad y el Año Nuevo no fueron lo mismo y los planes para formar una escuela de fútbol en Coyhaique también se vieron entrampados.

Dice estar agradecido, tanto de sus compañeros como quienes están apoyándolo desde el club, como Gonzalo Fierro, Jean Beausejour y Esteban Paredes.

La operación lo dejó endeudado por casi cinco millones de pesos, sin que haya recibido apoyo de parte de los dirigentes albos. Aún así, no le gusta polemizar con lo que le pasa. Hoy, con el respaldo de futbolistas activos y retirados, está haciendo eventos que sirven para paliar la deuda.

Al respecto, no oculta el agradecimiento hacia todos ellos, además de sus vecinos de la Población Dávila (en Pedro Aguirre Cerda) y de muchos hinchas. Dice que "uno no se da cuenta del gran cariño y respeto que te tienen. Eso es gratificante, porque ahí ves que la gente te reconoce por tu carrera deportiva".

A las 20.30 de hoy, en la sede del club Deportivo Estocolmo (Club Hípico con Petrohué), se realizará un bingo para cubrir parte de los gastos y de las necesidades que implican estar seis meses sin poder trabajar. El 26 de febrero, además, habrá un showbol donde estarán Morón, Marcelo Barticciotto, Gabriel Coca Mendoza y otros jugadores que lo acompañaron en sus momentos de gloria, aquella que ahora parece haberlo abandonado.

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