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Orden de nacimiento: sepa cuál es la mezcla perfecta para su pareja

Ya sabemos que el lugar que ocupamos en la familia incide en el tipo de personalidad que llegamos a desarrollar. Ahora, una nueva corriente de la sicología postula que ello es clave a la hora de formar pareja y que poniendo atención a estas combinaciones se puede predecir el éxito o fracaso de un matrimonio.<br />

Los primeros años de matrimonio, ambos los disfrutaron a mil. Trabajaron, viajaron, no ahorraron un peso, pero no había fin de semana en que no tuvieran un panorama, con una multitud de amigos. Sin embargo, la llegada de los hijos cambió todo para Isabel y Diego: ella bajó sus ingresos, no tenían casa propia y la falta de previsión, junto a la rutina, comenzó a erosionar la relación. 


¿Una clásica crisis de pareja? Sí. Pero también, un ejemplo de la nueva tesis que comienza a rondar a los sicólogos sobre la creciente importancia que tiene en el éxito o fracaso de un matrimonio el orden de nacimiento en la familia de origen. En el ejemplo mencionado, al ser ambos hijos menores, según los expertos era ineludible que a la hora de las responsabilidades comenzaran los problemas: ninguno se hacía cargo de las decisiones y la relación quedó fuera de control.


 A grandes rasgos, la tesis es la siguiente: si usted y su pareja son primogénitos, las probabilidades de que la relación termine mal suben. Pero si usted es primogénito o hijo único y su pareja es el menor de la familia, las posibilidades de éxito se elevan.


Así lo señala un artículo del sicólogo holandés de la U. de Saba, Dan Eckstein, publicado la semana pasada en la revista The Family Journal.  Una tesis que respalda los hallazgos sobre la materia del doctor Kevin Leman, autor del libro La conexión del orden de nacimiento: cómo encontrar y mantener al amor de su vida. Ambos plantean que los elevados índices de divorcio podrían tener mucho que ver con las "luchas de poder" que se suscitan en las parejas, debido al poderoso influjo del orden de nacimiento en sus personalidades. Pero quizá lo más interesante es que ambos autores llegan a bosquejar las combinaciones ideales para formar una unión duradera.


LA "LUCHA DE PODER"
La sicología viene estudiando el orden de nacimiento desde principios del siglo pasado, pero no fue sino hasta la presente década, cuando diversas investigaciones comenzaron a mostrar una relación directa entre ese orden y la personalidad.


Los estudios afirman que los hijos mayores son más responsables, tienen más ingresos a lo largo de su vida y poseen una visión más conservadora de la vida. También poseen mayor coeficiente intelectual y son más egoístas. Los  menores, por el contrario, fueron criados con menos aprehensión, por lo que tuvieron mayor libertad, menos presión para  encarnar los sueños de sus padres y, como resultado, llegan a ser los más creativos, liberales y altruistas


Los hijos del medio  pueden exhibir rasgos de primogénito o de hijo menor: el mayor de los del medio suele ser más solitario, tímido e impaciente. El que viene después llega a ser más sociable y paciente. Pero todos son especialmente sensibles cuando perciben una desigualdad, porque en su infancia, alguna vez fueron los menores  y después perdieron el sitial.


La explicación radica en lo que los sicólogos denominan "inversión parental": los padres, de manera inconsciente, ponen diversos énfasis en la crianza de sus hijos, según el orden en que han nacido.  Ahora,  ello sería relevante para el éxito de la vida en pareja.  Claro está que no hay recetas infalibles y que muchos otros factores pueden incidir, pero los especialistas creen que se debería poner atención a estas correlaciones. 


Dado que en la vida de pareja hay una continua y silenciosa lucha de poder, quienes son hijos mayores suelen asumir el liderazgo. Así, no es raro que ellos tomen las decisiones importantes, desde comprar una casa hasta visitar a la familia. Si se casa con un hijo del medio, éste probablemente se rebelará: "Ellos a menudo son más sensibles cuando perciben desigualdad", indica Eckstein.


Aunque las combinaciones de género (y orden de nacimiento) han sido poco estudiadas, Leman cree que la mejor mezcla puede ser la de una mujer primogénita y un hombre hijo menor que haya tenido solo hermanas mujeres. "El hombre ha sido tratado de manera especial por sus hermanas desde pequeño, por lo que las atenciones de su mujer no lo abrumarán. Y ella, que probablemente tendrá un carácter fuerte y protector,  aprenderá a disfrutar de la vida  con él".

¿CUÁL ES SU COMBINACIÓN?
Los sicólogos aseguran que es posible detectar qué combinaciones de pareja tienen mayor probabilidad de éxito y fracaso, dependiendo qué orden se ocupó como hijo en la familia de origen. Los especialistas los dividen en hijo mayor (o único), hijos del medio y los menores. Sepa cómo es la suya.

DOS HIJOS MAYORES:Según el estudio del sicólogo de Dan Eckstein, esta combinación puede llegar a ser una mala mezcla. "Ambos fueron criados con la sensación de ser los primeros, de manera que buscarán imponer sus puntos de vista", asegura. El resultado de esta clase de unión es una permanente y constante lucha de poder, enfatiza.


HIJO MAYOR CON HIJO DEL MEDIO: Tampoco sería muy auspiciosa la combinación de hijo mayor, o único, con un hijo del medio. Ello,  porque el hijo mediano conformó su personalidad en base a que pasó un determinado tiempo siendo el menor de la familia, con toda la carga que eso representa, para luego ser desplazado por su siguiente hermano. En otras palabras, gran parte de la atención que recibía desapareció, por lo que son personas que tienen muy exaltado el sentido de la justicia. Y como los mayores suelen tomar el liderazgo en las decisiones, puede desencadenarse el conflicto en la pareja cuando uno de ellos -el  mediano-se rebela al liderazgo de quien es mayor.


HIJO MAYOR CON HIJO MENOR: Los dos investigadores coinciden en que esta es una de las mezclas con mayores predicciones de éxito. Leman sostiene que, en este caso, suele suceder que quienes son hijos mayores enseñan a su pareja a ser más organizados y les hacen ver que "hay momentos en que la vida no se debe tomar a la ligera", afirma el especialista. Sea ello para enfrentar la educación de los hijos o embarcarse en un crédito hipotecario. Los mayores, en tanto, también se benefician, ya que pueden aprender de su pareja  a disfrutar más de la vida, sin complicarse tanto por todo.


HIJO DEL MEDIO CON MENOR: Esta fórmula también tiene el potencial para funcionar. Ambos buscan llamar la atención, lo que hace que sean más sensibles a las necesidades del otro; se complementan bien en terminos de aspiraciones: los hijos del medio son competitivos y, los hijos menores, buenos para trabajar duro. Incluso, la inmadurez de los menores se complementa  con la mayor flexibilidad del del medio.


DOS HIJOS DEL MEDIO: Son parejas con altas posibilidades de éxito, aunque Leman aclara que en estos casos los resultados son más variables, si se considera que un hijo del medio, generalmente, puede exhibir también rasgos de primogénito o de hijo menor. Para esto hay que considerar cuál es la posición que se ocupa en la familia dentro de los del "medio". El mayor del medio suele parecerse más al primogénito y los que vienen después, se asemejan más a los menores. Ahora bien, cuando los rasgos de ambos hermanos del medio son más bien similares (digamos ambos son los segundos o ambos son los terceros), la pareja puede ocupar el mayor sentido de la equidad que tienen los hermanos en esta posición a su favor. En otras palabras, ambos querrán ser justos.


DOS HIJOS MENORES: Otro tipo de parejas que corren riesgo de terminar mal son aquellas en las que ambos fueron de los menores de su casa. En este caso, puede llegar a ser muy común que en una primera etapa ambos lo pasen muy bien, disfrutando de la vida sin inhibiciones, pero cuando llega la hora de las responsabilidades comienzan los problemas. Nadie toma el mando en las decisiones y el caos se impone.

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