Luego de casi cinco años de tratativas diplomáticas, mañana el Ejecutivo firmará el Acuerdo Transpacífico de Cooperación Económica, popularmente conocido como TPP, por sus siglas en inglés. La suscripción por parte del Estado de Chile, representado por el canciller Heraldo Muñoz, se realizará en Nueva Zelanda, país que congregará a los representantes de los once países restantes que integran el convenio, como Estados Unidos, Japón, Singapur y Perú, entre otros.

“Se trata de un muy buen acuerdo que va a permitir que más de 1.600 nuevos productos entren a los mercados de los países que conforman el TPP”, señaló ayer el canciller Muñoz, quien agregó que “además nos permitirá generar economías de escala y cadenas globales de valor que serán muy importantes para nuestro país”.

Pese a ello, el acuerdo aún provoca un rechazo entre parlamentarios de distintos sectores, los que deberán ratificar o rechazar el pacto. Las críticas van desde la UDI hasta el PC.

Patentes y privacidad

Los críticos a la firma del acuerdo acusan que el TPP endurecería la normativa para resguardar las patentes de la industria farmacéutica internacional, encareciendo, de esa forma, los precios para los fármacos genéricos en Chile. También flexibilizaría -según las aprensiones de algunos diputados- el registro de semillas y alimentos, lo que permitiría la ampliación de la producción de transgénicos, vulnerando la producción local. Además, subrayan los críticos, al aumentar la protección intelectual de la industria del software, se permitiría el control en la navegación de los usuarios de internet, restringiendo sus niveles de privacidad.

“Esto afecta a pequeños campesinos, los que estarán hipotecados en materia de patentes”, advierte  el senador PS Alfonso de Urresti

La senadora UDI Jacqueline van Rysselberghe señala, en tanto, que “mis mayores críticas eran respecto a los temas vinculados con las patentes de los medicamentos”. Agrega que si estos aspectos no están resueltos, votará en contra.

“Se pone en jaque la salud de la población”, enfatiza el diputado RD Giorgio Jackson.

Las críticas al tratado también son compartidas, entre otros, por los diputados socialistas Fidel Espinoza, Luis Lemus, Maya Fernández y Daniel Melo, los independientes Gabriel Boric, Gaspar Rivas y Karla Rubilar, además de la bancada comunista. En la Cámara Alta, en tanto, uno de los más críticos es el senador del MAS Alejandro Navarro. “A Chile no le aporta mucho este tratado”,  agrega su par del PS Juan Pablo Letelier, quien espera tener mayores detalles antes de explicitar su voto. El senador  de RN Francisco Chahuán también ha expresado aprensiones, al igual que el independiente Antonio Horvath.

Secretismo en el Congreso

Una vez firmado el acuerdo, el TPP debe ser ratificado en el Congreso. Según fuentes de Cancillería, para su aprobación se requiere mayoría simple, salvo algunos aspectos que podrían requerir modificaciones constitucionales, por lo que el quórum subiría a 4/7. Con todo, en el ministerio de Relaciones Exteriores se encuentran revisando el tratado en conjunto con asesores de la Segpres para zanjar las mayorías necesarias para su despacho. Las mismas fuentes señalan, además, que el acuerdo será enviado al Congreso “dentro del primer semestre” del año.

El rechazo de algunos parlamentarios también apunta al escaso diálogo que ha sostenido Cancillería con los legisladores. “No es posible que se suscriban tratados y la ratificación de los parlamentarios sea considerada a posteriori. Se llega tarde con algo absolutamente cocinado”, dice el senador De Urresti, quien adelanta su voto en contra.

“Cancillería me negó dos veces una copia del acuerdo”, agrega la diputada Karla Rubilar.  “Espero que el gobierno no impulse un frenesí legislativo con este tratado, que no genera consenso en la Nueva Mayoría. Sólo nos divide”, advierte, a su turno, el senador Navarro, quien ha impulsado la conformación de una bancada transversal contra el TPP.