El nuevo tanque ruso, denominado Armata, apareció en público por primera vez el lunes y se dirigió por una amplia avenida moscovita hacia la Plaza Roja para participar en el ensayo final del Dí­a de la Victoria.

El ministerio de Defensa ruso publicó el mes pasado fotos del tanque, pero tení­a la torre cubierta con una tela y sólo se veí­a la plataforma.

El Armata será el elemento más destacado del desfile militar del sábado, que conmemora los 70 años de la victoria sobre la Alemania nazi en la Segunda Guerra Mundial. Unas 200 piezas de equipamiento militar y 16.500 soldados participarán en el desfile en la Plaza Roja.

Expertos militares rusos y algunos de Occidente dicen que el Armata dejará atrás a sus competidores occidentales. Es el primer tanque en tener una cápsula blindada interna para los tres tripulantes y la torre se maneja por control remoto, además de que el sistema de carga del cañón es automático, caracterí­sticas que aumentan la protección de la tripulación y la eficiencia de los sistemas de armas del tanque.

Los diseñadores del Armata planean usar la misma plataforma para otros equipos, como un vehí­culo pesado para infanterí­a, un cañón pesado autopropulsado y un vehí­culo de apoyo de combate. Esto reducirí­a los costos de producción y mejorarí­a el apoyo técnico y mantenimiento.

El diseño pionero lo coloca potencialmente por delante de sus competidores occidentales, pero todaví­a no está claro si la industria de armas rusa pueda cumplir el ambicioso plan de producción del nuevo tanque.

Según un fuerte programa de modernización militar, se ha informado que las fuerzas rusas deben recibir 2.300 Armatas para 2020, pero es posible que los planes se modifiquen ante los efectos negativos sufridos por la economí­a rusa ante el peso de los bajos precios del petróleo y las sanciones occidentales.