Columna de Daniel Zovatto: Malestar y desconfianza

Una mujer emite su voto en la parroquia Tarqu en Cuenca, Ecuador. Foto: AFP


Este 11 de abril América Latina vivirá un Súper Domingo electoral en Ecuador, Perú y Bolivia; procesos de gran importancia para la estabilidad política y la gobernabilidad democrática de la región andina. Estas elecciones se llevarán a cabo en un momento en que los tres países sufren una nueva ola de contagios por Covid-19, una grave crisis económica y un marcado deterioro social, todo ello acompañado de un clima de malestar y desconfianza ciudadana con la política tradicional, democracias fatigadas y alta fragmentación y polarización.

Empate técnico

Los ecuatorianos deberán escoger en segunda vuelta entre el izquierdista Andrés Arauz, vencedor de la primera vuelta y delfín del expresidente Rafael Correa, y el exbanquero conservador Guillermo Lasso, quien superó por un apretado y cuestionado margen al líder indígena y ambientalista Yaku Pérez. El 47% de los ecuatorianos que no apoyaron a Arauz ni a Lasso en la primera ronda, en especial la gran masa de votantes del partido indígena, deberán decidir entre dos propuestas muy distintas en el marco de una campaña muy polarizada entre “correísmo y anti-correísmo”. Las encuestas muestran un empate técnico. Quien resulte electo deberá sumar apoyos en el Congreso que le permitan gobernar, ya que ninguno de los dos cuenta con mayoría propia.

Incertidumbre total

Perú elige Presidente y 130 congresistas. El país vive una elección inédita caracterizada por la apatía ciudadana y una extrema fragmentación. El escenario es de alta incertidumbre, con al menos 6 candidatos con posibilidades de pasar a la segunda vuelta, ninguno de ellos con una intención de votos superior al 15% y separados entre sí por una estrecha diferencia de 3%: Yonhy Lescano, Hernando de Soto, Keiko Fujimori, Verónika Mendoza, Rafael López Aliaga y George Forsyth. Con 25% de indecisos, todo se decidirá el último día. Las únicas dos certezas: habrá segunda vuelta (6 de junio) y quien gane deberá gobernar con un Congreso muy fragmentado en el que no tendrá mayoría propia.

El MAS a la búsqueda de consolidar su poder

En Bolivia, a escasos seis meses de haber ganado la Presidencia y obtener mayoría en ambas cámaras del Congreso, el MAS buscará consolidar su poder a nivel subnacional. En la primera vuelta triunfó en tres departamentos ( Cochabamba, Oruro y Potosí) y perdió en dos (Santa Cruz y Beni). En esta segunda vuelta hay cuatro gobernaciones en juego: La Paz, Chuquisaca, Pando y Tarija. La fragmentada oposición sólo tendrá opción si logra dejar atrás sus diferencias y unirse en un voto anti MAS.

* Director Regional, IDEA Internacional.

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