Columna de Daniela Lagos | Nine perfect strangers: una buena serie que se autoboicotea

Esta podría ser la historia de nueve desconocidos que son forzados a convivir al mismo tiempo que enfrentan sus trancas y temores. Pero el hecho de que se preocupe de recordar constantemente que hay misterios por develar, hace que la conexión con estas interacciones y reflexiones se pierdan en búsqueda de un avance de la historia, de giros sorprendentes y respuestas reveladoras.



Cuando HBO estrenó en 2017 la serie Big little lies, una nueva y exitosa sociedad televisiva entró al mapa: la del guionista David E. Kelley con la actriz y productora Nicole Kidman. Luego de esa serie vino el éxito de The undoing y menos de un año después los mismos nombres están al frente de otra gran producción: Nine perfect strangers, la serie original de Hulu que llegó a Chile a través de Amazon Prime.

Y mientras Big little lies y The undoing guardaban quizás demasiadas similitudes -ambas eran historias de misteriosos asesinatos en una alta sociedad llena de trapos sucios-, la nueva producción se aleja (algo) de ese camino, presentando una trama que si bien tiene bastante de drama y misterio, también posee una buena cuota de humor y momentos absurdos.

La acción está centrada en una lujosa propiedad en medio de la naturaleza, hasta la que llegan nueve personas con esperanzas de, 10 días después, salir renovados y mejorados. Está la familia que aún no supera la muerte de uno de sus integrantes, la escritora en crisis laboral, el iracundo drogadicto, la influencer y su pareja en crisis, la madre soltera que quiere mejorar todo en su vida y un misterioso hombre del que no queda claro cuál es su propósito. Todos ellos se ponen en las manos de Masha Dmitrichenko (Nicole Kidman), la fundadora del lugar, una inmigrante rusa que dejó el mundo de los negocios para dedicarse a sanar a otros.

Desde que apareció el trailer de esta serie, y también desde el inicio del primer capítulo, las advertencias están ahí: pistas que indican que este retiro no es lo que parece, que hay secretos que se van a descubrir, que no es casual que estos hayan sido los nueve elegidos, que Masha guarda secretos.

Y es en ese constante recordatorio de los giros que van a venir que la serie termina boicoteándose. Porque en sus primeros episodios va presentando a estos personajes y mostrando los conflictos que se generan entre ellos, y muchos de esos momentos, a veces divertidos, son interesantes de ver. Esta podría ser la historia de nueve desconocidos que son forzados a convivir al mismo tiempo que enfrentan sus trancas y temores, y probablemente sería una buena serie cuyos pecados serían esos momentos emocionantes-pero-obvios. Pero el hecho de que se preocupe de recordar constantemente que hay misterios por develar, hace que la conexión con estas interacciones y reflexiones se pierdan en búsqueda de un avance de la historia, de giros sorprendentes y respuestas reveladoras.

Un disparo en los pies para una serie que es sin duda entretenida y que cuando no está siendo nada de misteriosa logra ser interesante.

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