SEÑOR DIRECTOR:
De amplio conocimiento es el impacto ambiental costero que tendría -de aprobarse- el proyecto minero Dominga. Sin embargo, poco se sabe de otro efecto igual de dañino como es la abrumante contaminación lumínica que afectaría los cielos de la zona, perjudicando directamente el trabajo de los observatorios ubicados en las regiones de Coquimbo y Atacama.
La faena de Dominga se emplazaría en una zona que tiene influencia en cuatro de los observatorios más importantes de Chile, como son Tololo, Pachón, La Silla y Las Campanas; y donde actualmente se construyen dos de los proyectos astronómicos más ambiciosos: el Observatorio Vera Rubin y el Telescopio Magallanes Gigante, que será el más poderoso del mundo. La contaminación lumínica producida por este proyecto impactaría uno de los cielos más nítidos del mundo y epicentro de la investigación científica sobre el universo.
Esperamos que el Comité de Ministros que se reúne hoy analice detenidamente el impacto que esto conlleva, y hacemos un llamado a preservar los cielos oscuros de Chile y el trabajo científico y desarrollo tecnológico que ellos permiten para la comunidad astronómica chilena y mundial.
Daniela González
Directora Ejecutiva Fundación Cielos de Chile
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