El desafío de la prevención
SEÑOR DIRECTOR:
Tras los recientes datos entregados por Fundación Paz Ciudadana sobre el índice de victimización, llama la atención que el 15,7% de la población encuestada cree muy probable ser víctima de un homicidio y el 11,1% de un secuestro. Esto da cuenta de que la población general está muy afectada por el incremento en los delitos violentos.
La evidencia nos muestra que las trayectorias delictivas que son más violentas tienen un comienzo mucho más temprano: si antes eran entre los 13 a 15 años, hoy vemos niños de hasta 10 años, donde se presentan múltiples factores de riesgo, principalmente modelos parentales inadecuados y antisociales, es decir, un padre, una madre o un adulto responsable que está vinculado a actos delictivos. Adicionalmente, el consumo problemático de alcohol y otras drogas, y la exclusión educativa, aceleran problemas conductuales severos como, por ejemplo, la desregulación emocional con altos niveles de agresividad, lo que dificulta la resolución pacífica de conflictos y, por cierto, la introducción de variables de comportamiento violento que se refuerzan con la participación al interior de bandas delictivas, donde van desarrollando estas carreras que parten con el hurto por sorpresa y derivan en acciones graves contra las personas como el homicidio y el secuestro en los casos más extremos.
Es por esta razón que si queremos revertir las cifras de victimización debemos incorporar en nuestras políticas públicas de manera protagónica la gestión de una agenda temprana de prevención social que se anticipe, con una oferta que cuente con calidad y cobertura adecuadas -a nivel local- al surgimiento de los factores de riesgo que desencadenan el inicio temprano de trayectorias delictivas.
Marcelo Sánchez
Gerente general de Fundación San Carlos de Maipo