Enfermos terminales y retiro de pensiones: Poner orden en su vida “antes de partir”



Esta semana una de las AFP emitió un comunicado, apoyando que personas con enfermedades terminales puedan adelantar el retiro de su pensión, temática que se viene proponiendo en el parlamento desde 2018, como parte de las estrategias de mejora del sistema de pensiones.

Ciertamente, esta es una cuestión que no es compleja debatir y estar de acuerdo. Suena justo pensar que, al vivir una experiencia de enfermedad catastrófica tengamos derecho a usar estos fondos ahorrados que son nuestros. Una enfermedad terminal, en lenguaje médico universal, se entiende como aquella con una expectativa de vida no mayor a seis meses (en algunos casos un año) y que no tiene opción a tratamiento curativo.

En ese escenario, la persona que sabe que va a morir vive una crisis existencial que afecta a todas las dimensiones de su vida, siendo la esfera económica una preocupación más a enfrentar.

Es así como, en algunas ocasiones, la “cuenta hospitalaria” y gastos del tratamiento fallido, se transforman en un fantasma nocturno que no deja descansar, además, los costos a enfrentar en el futuro en condición de enfermo, suele generar la sensación de “ser una carga” para los seres queridos.

Si bien, estas preocupaciones se enfrentan con acompañamiento de un equipo de salud multidisciplinario, los que hemos tenido la oportunidad de asistir a estos enfermos sabemos que, el acceso al recurso económico ayuda a limpiar las preocupaciones y enfocarse en la aceptación del proceso, lo que aporta al buen morir de esa persona y familia.

Así también, es importante aclarar si el cambio consiste en adelantar el retiro de la totalidad del dinero o adelantar la jubilación o solo disminuir los años de expectativa de vida para el cálculo, considerando que la persona enferma puede ir perdiendo sus facultades físicas y mentales para ejecutar estos trámites legales.

Por otra parte, el saber que los ahorros pasarán a los beneficiarios después del fallecimiento, también podría generar tranquilidad al enfermo y es una opción. Lo que es una certeza, es que este cambio en el sistema de pensiones viene a ayudar a satisfacer la necesidad espiritual de las personas con enfermedades terminales de “poner orden en la vida antes de partir”.

*Académica Facultad de Enfermería U. Andrés Bello (Unab), coordinadora Especialización en Enfermería Oncológica (Unab)

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