Esperanzas en los resultados de la PAES



SEÑOR DIRECTOR:

El nuevo diseño del instrumento de admisión a la educación superior originó altas expectativas en la sociedad chilena. Había esperanza en que la reformulación de las preguntas, más cercanas a la experiencia y realidad de los estudiantes, y el cambio de metodología, tendrían un positivo impacto en la disminución de las brechas educacionales, al reconocer habilidades que que no habían sido consideradas.

Pero, a pesar de estas innovaciones, y observando los resultados de los colegios con mejores puntajes en la PAES, lo cierto es que la realidad educativa ha permanecido intacta, generando un intenso debate, con conclusiones apresuradas, que retratan desconocimiento de las políticas educativas y sus procesos de implementación y evaluación.

Una fotografía de la situación, limitada por supuesto, nos mostraría que los colegios particulares siguen volando, los liceos emblemáticos descendieron y fueron guardados en hangares, los liceos Bicentenario aún no despegan, municipales y subvencionados parecen no acabar nunca de cargar combustible, y la mayoría todavía no llega siquiera a la pista.

Se precisa una mirada amplia y una comprensión con perspectiva para corregir, más que seguir discutiendo efectos parciales.

El nuevo sistema de admisión, el comportamiento de los liceos emblemáticos y bicentenarios, las consecuencias de la pandemia, la priorización curricular y las normativas en evaluación, deberán analizarse con rigor técnico y político. Este trabajo es imprescindible para avanzar en los grandes retos de equidad y calidad educativa.

Y no seguir insistiendo en lo que ya sabíamos: ni la PAA, PSU, PTU o la reciente PAES resuelven las inequidades estructurales en educación.

M. Isabel Díaz

Educadora, exsubsecretaria

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