Hipotecando el futuro



Por Iván Suazo, vicerrector de Investigación y Postgrado, Universidad Autónoma de Chile

Los ejes del presupuesto 2021 según el gobierno son la “recuperación y el empleo”, pero solo desde una mirada muy cortoplacista: crece casi 800% el monto destinado al Servicio Nacional de Capacitación y Empleo ligado a los subsidios de contratación, pero los recursos destinados al Fondo de Innovación, Ciencia y Tecnología decrecen en $16.598 millones. Seguimos en la lógica de exportar materia prima, para importar conocimiento, en vez de generarlo en el país.

Con el recorte actual tendremos el presupuesto más bajo de la OCDE, menos que el 0,38% del PIB, que por años hemos luchado por cambiar. Si a eso además sumamos la suspensión de las Becas Chile 2021, y su consiguiente baja en inversión de capital humano avanzado, se hace añicos la hipótesis que teníamos el 2019 que, con la implementación del Ministerio de Ciencia, el fomento a la investigación y el conocimiento tendrían el impulso definitivo que Chile necesita. No hay ningún país que haya llegado a ser desarrollado sin una inversión significativa en este ámbito.

La ciencia requiere del Estado y de la comprensión de su rol para el bienestar de la sociedad. Santiago Ramón y Cajal sentencia que la posteridad duradera de las naciones es obra de la ciencia y de sus múltiples aplicaciones al fomento de la vida y de los intereses materiales. Sigue faltando una estrategia nacional, con lineamientos claros, objetivos principales y metas con plazos reales y alcanzables. Plan a largo plazo que aproveche las oportunidades estratégicas que tenemos en temas como energías renovables, astronomía e investigación biológica y química en ambientes extremos.

El primer aniversario del Ministerio de Ciencia, Conocimiento, Tecnología e Innovación, junto a la segunda conmemoración del Día Nacional de la Ciencia, nos hace recordar la figura literaria del oxímoron, la que combina dos expresiones de significado opuesto en una misma estructura: celebramos la ciencia mientras se lleva a cabo una rebaja brutal en su presupuesto.

Nunca la sociedad había estado tan pendiente de los avances científicos debido a la pandemia del Covid-19, nunca los científicos habían aparecido tanto en medios de comunicación explicando la evidencia, pero además nunca había tenido tan poco peso la ciencia en las decisiones políticas como hoy.

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