SEÑOR DIRECTOR:
Existe preocupación por la gran cantidad de vacantes disponibles tras el proceso de matrículas en los denominados “liceos emblemáticos” de la comuna de Santiago.
Causas hay muchas: deserción, ausentismo, violencia y finalmente la decisión de los padres que prefieren no matricular a sus hijos en colegios que algún día fueron los mejores de Chile. Frente a esto, el ministro de Educación, Marco Antonio Ávila, en una reciente entrevista por Teletrece Radio, aseguró que se está trabajando en que “quienes sean responsables de hechos delictuales cumplan con las sanciones correspondientes”.
Un poco tarde y a la vez inconsecuente, más aún cuando muchos de los que hoy están en el gobierno buscaron cualquier excusa para justificar la violencia en estos establecimientos.
Una de las razones del deterioro del nivel educativo y de convivencia escolar es la ideologización y el escaso reconocimiento político de este problema. Un problema que se debe revertir para el bien de los alumnos y sus familias que confían en este proyecto educativo, pero si no hay un reconocimiento político y esfuerzos claros para terminar con la violencia, lo único que se estará haciendo es tolerar la radicalización de estos establecimientos y su configuración como verdaderos guetos de violencia en el centro de nuestra capital.
José Tomás Zanzi
Director Educación para Chile
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