Ministerio de Seguridad Pública y modernización de las policías



Por Gonzalo Fuenzalida, diputado de Renovación Nacional e integrante de la Comisión Bicameral de Seguridad

Muchas personas tienen la sensación de que durante este tiempo en que hemos enfrentado la pandemia la delincuencia ha retrocedido por las restricciones sanitarias. Lamentablemente, la situación no es así. Durante el año pasado, y a pesar de las limitaciones de movilidad que se vivieron en todo el país producto del Covid-19, las denuncias por delitos subieron 54,3%, cifra significativamente superior al 49,4% del período 2019, según un estudio de la Fundación Paz Ciudadana. Este complejo escenario a raíz del flagelo de la delincuencia puede empezar a mejorar con la aprobación de algunos proyectos que se discuten en el Congreso.

Recientemente, la Comisión Bicameral de Seguridad, que debate las propuestas legislativas en la materia, recibió por parte del Ejecutivo un borrador con los principales lineamientos que contendrá el proyecto de ley para crear un nuevo Ministerio de Seguridad Pública. La idea de esta nueva institucionalidad es “cambiar el paradigma” y pasar de la prevención de los delitos a “prevenir el peligro para los ciudadanos”. Asimismo, propone que la seguridad en este nuevo paradigma debe ser de competencia, “más que de las policías, de un sistema de seguridad pública, encabezado por un ministerio especializado, de manera unitaria y coordinada, desde una lógica multidimensional”, donde interactúen las distintas instituciones relacionadas con la prevención y persecución penal.

Entre lo más relevante de la propuesta del Ejecutivo está el hecho de concentrar todas las funciones de prevención del delito, orden público, control fronterizo y migración, ciberseguridad y protección de datos, seguridad privada, apoyo a víctimas de delitos e inteligencia preventiva en un nuevo Ministerio de Seguridad Pública, dedicado a ese fin con una mirada técnica, despolitizada y enfocada en la prevención.

Desde mi punto de vista, lo más importante para el país es sacar adelante un Ministerio de Seguridad Pública. En ese contexto, la modificación de las policías si bien es muy relevante en el sentido que se modernicen y especialicen, ello no se podrá materializar de manera eficiente y exitosa si es que no existe un ministerio y ministro dedicado 100% a la seguridad pública que pueda trabajar en conjunto con estos organismos. Actualmente, no tenemos una estructura institucional para hacer frente a la delincuencia y poder realizar una reforma exitosa a Carabineros. Además, hay que sacar una ley de seguridad privada para asignar un rol a estas entidades en esta batalla.

Tenemos que llegar a acuerdos en estos tres ejes fundamentales mencionados de la agenda de seguridad, junto con los proyectos de reestructuración del sistema de control de armas que está en su segundo trámite constitucional en el Senado y con suma urgencia. De igual forma, es necesario el fortalecimiento del rol de las municipalidades y la ciudadanía en la seguridad local. El trabajo mancomunado entre distintos actores de la sociedad con leyes actualizadas y un nuevo ministerio especializado es la única forma de combatir los delitos como narcotráfico, crimen organizado, violencia y otros que afectan diariamente a nuestra sociedad.

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