Nuevo protocolo



SEÑOR DIRECTOR

Naciones Unidas tiene la obligación de levantar la voz cuando la acción de un Estado miembro vulnera los derechos de las personas, pero también tiene la responsabilidad de reconocer públicamente cuando se avanza en la dirección correcta. Y así como en 2019 hicimos un firme llamado al gobierno a detener inmediatamente el uso de balines y perdigones en funciones de orden público, hoy valoramos el nuevo “Protocolo sobre el empleo de escopeta antidisturbios”.

Esta actualización es un avance hacia el cumplimiento de estándares internacionales de derechos humanos vigentes y ratificados por Chile. Si bien hay disposiciones que deben mejorarse, es positivo -por ejemplo- que el protocolo considere las escopetas antidisturbios como “armas menos letales”, en vez de “no letales”, ya que, al reconocer su potencial destructivo, se obliga a un uso tan estrictamente regulado y restringido como el de armas letales.

El Estado de Chile no puede permitir una víctima más de lesiones oculares causadas por armas antidisturbios; por eso, mejorar los protocolos es un paso importante, pero no suficiente. Se requiere además una reforma que resulte en una policía moderna, respetuosa de los derechos de las personas, transparente y con mecanismos de rendición de cuentas efectivos. Sabemos que es una tarea compleja, pero el Sistema de las Naciones Unidas está disponible para apoyar este proceso de mejora. Tenemos la convicción que hacerlo abrirá un camino para recomponer confianzas en las instituciones.

Silvia Rucks

Coordinadora del Sistema de las Naciones Unidas en Chile

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