Columna de Josefina Montenegro: “Soñar en grande”

Foto: Andres Perez


Uno de los mejores libros que he leído sobre éxitos empresariales es “Dream Big” o “Soñar en grande”, de la periodista Cristiane Correa, que cuenta la historia de tres empresarios brasileros que formaron 3G Capital, reconocido como uno de los grupos económicos más exitosos del mundo. En 40 años crearon un imperio, llegando a ser dueños de empresas tan conocidas como Budweiser, Burger King y Heinz, entre otras. Desarrollaron e impulsaron métodos de administración admirados por sus competidores y seguidores, basados en la meritocracia, simplicidad y en la constante política de reducir costos. En 1982, 3G Capital compró en Brasil una cadena de supermercados llamada “Lojas Americanas”.

En enero de 2023, el mundo entero se vio sorprendido con la noticia que sacudía al mercado brasilero: la insolvencia de Lojas Americanas. Una empresa, con más de 3.600 tiendas en todo Brasil, una deuda de aproximadamente 8 mil millones de dólares y con acreedores brasileros y extranjeros, se acogió a “Recuperación Judicial”, mecanismo para evitar la quiebra, que estipula un plazo de 180 días durante el cual los deudores proponen una fórmula para pagar las deudas a sus acreedores, permitiendo en el intertanto el funcionamiento de la empresa. Se trata de la cuarta mayor Recuperación Judicial de la historia de la economía brasilera.

El valor de dicha compañía se desplomó en la bolsa a tal punto que se retiraron los papeles del mercado bursátil. Sus repercusiones han sido tan grandes que se le ha llamado la versión brasilera de la quiebra de Lehman Brothers del 2008. El proceso de recuperación de Lojas Americanas recién comienza, vale la pena monitorear cómo sigue y cómo termina.

En Chile, tuve el privilegio de participar, desde mi cargo de superintendenta de Insolvencia y Reemprendimiento, en la redacción, tramitación legislativa e implementación de la Ley 20.720 de Reorganización y Liquidación de Activos de Empresas y Personas, que derogó la antigua Ley de Quiebras publicada el año 1982. La Ley 20.720 publicada el año 2014 permite a las personas y empresas que se encuentran en situación de crisis financiera, salir de ese estado de sobreendeudamiento a través de herramientas legales y reemprender (“fresh start”) sin el evidente estigma que recaía sobre los deudores y el escaso nivel de recuperación para los acreedores, que conllevaba el antiguo sistema de quiebras.

En los últimos años, dicha ley ha tenido una preponderancia especial para nuestro país, pues el fenómeno del sobreendeudamiento ha ido creciendo en forma significativa, ya sea por la pandemia, por la situación económica de Chile y por la realidad del mercado laboral.

Rescato particularmente la cantidad de empresas, de variados sectores, que se han sometido al procedimiento de reorganización. En efecto, uno de los principios rectores de la Ley 20.720 fue permitir, a través de novedosas herramientas legales, como la “protección financiera concursal”, también conocida como “automatic stay” en el capítulo 11 del sistema de quiebras estadounidense, que las empresas que se encuentran en una crisis financiera, pero que se consideran viables, opten por su reorganización y no por su liquidación, por los efectos positivos que tiene la continuidad empresarial para la economía y fuerza laboral.

Nueve años después de la publicación de la Ley 20.720 y a 8 años de su entrada en vigencia, hoy amerita que apoyemos las últimas modificaciones realizadas a dicho cuerpo legal, a través del boletín número 13.802-03, aprobado recientemente por el Congreso Nacional, que principalmente: aumenta el período de protección financiera concursal del procedimiento de reorganización de empresas de 90 a 180 días; permite la extinción del saldo insoluto o “discharge” sólo al deudor de buena fe, previniendo así el uso inadecuado del procedimiento de liquidación y la preferencia de los procedimientos liquidatorios por sobre los reorganizatorios; e incorpora reglas especiales para empresas de menor tamaño para que opten por un procedimiento simplificado, veloz y menos costoso.

Debemos estar atentos a los efectos de la implementación de dichas modificaciones que buscan poner a disposición de deudores y acreedores más herramientas para que podamos presenciar otras reorganizaciones exitosas, como esperamos sea el caso de Lojas Americanas, pues una empresa como esa y como tantas otras en Chile merecen ser parte de nuestra economía por mucho tiempo más.

- La autora es abogada y directora de empresas

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