Minimalismo, el estilo de vida que dice que menos es más




El minimalismo tiene su origen en la década de 1960 y surge como un movimiento artístico en respuesta a los estilos que nacieron los años anteriores, como el pop art. Se define como una corriente artística que utiliza elementos mínimos como medio de expresión, haciendo un intento de poner orden en un mundo caótico.

En la actualidad, el minimalismo se ha convertido en un estilo de vida para personas que, en medio de una sociedad marcada por el consumo, prefieren vivir con lo justo. Lo que se busca es una vida con sentido y eliminar lo innecesario para concentrarse en las cosas que importan. Para Joshua Becker, autor de Más con menos, el minimalismo significa vivir con las cosas que realmente necesitamos; eliminar cualquier cosa que nos distraiga de vivir con intencionalidad y libertad.

Para este autor, aunque el minimalismo se está volviendo cada vez más popular, se ha practicado durante miles de años, incluso mucho antes de que surgiera nuestro estilo de vida. Según detalla en su libro, se pueden reconocer a algunas personas que han exhortado a llevar este estilo de vida en los últimos siglos, tal como Henry David Thomas, reconocido escritor, quien construyó una pequeña cabaña cerca de un pantano en Walden, Estados Unidos, para poder simplificar su vida y dedicar su tiempo a la escritura y a la observación de la naturaleza.

La pandemia por Covid-19 y el confinamiento han hecho que muchas personas cuestionen sus motivaciones y las cosas a las que les dan importancia. El hecho de estar aislados, obliga a interactuar con aquello que nos rodea y a darnos cuenta del significado que cada una de ellas tienen para nosotros.

En 2016, Netflix estrenó su documental Minimalismo: las cosas importantes, protagonizado por Joshua Fields Millburn y Ryan Nicodemus, ideólogos del movimiento. El documental expone los beneficios de vivir con menos a través de testimonios de personas que han adoptado este modelo, y que se han percatado de que la felicidad no se adquiere a través de lo material.

Antes de conocer este estilo de vida, Joshua y Ryan habían conseguido lo que se suponía que debía hacerlos felices: éxito laboral, autos de lujo, casas de gran tamaño y muchas posesiones materiales. Sin embargo, aún había un vacío grande en su interior que se llenaba de dudas, miedos, soledad, culpa y depresión. Hasta que en el 2009 decidieron adoptar los principios del minimalismo y dar a conocer sus ideas.

Para la psicóloga clínica Carolina Arce, lo que ocurre en la sociedad posmoderna es que se ha confundido la necesidad con lo satisfactorio, existe la creencia de necesitar ciertas cosas para alcanzar algún estatus o reconocimiento. “Detrás de ese tipo de cosas buscamos sentirnos aceptados, incluidos, realizados. Paralelo a eso, puede ocurrir que las necesidades afectivas no fueron cubiertas en nuestra infancia y es por eso que buscamos llenar esos vacíos con diferentes satisfactores, ya sea con la comida, el alcohol, cigarro o las compras”, explica.

Según explican los minimalistas, este modelo no se basa meramente en deshacerse de las cosas materiales. En cierto modo, es parte de la receta, pero solo un ingrediente. Se centran en hacer espacio para más: más tiempo, más paz, más creatividad, más experiencia, más contribución, más satisfacción y más libertad. “El minimalismo es lo que nos lleva más allá de las cosas para que podamos hacer espacio para lo importante, que no son cosas en absoluto”, explican.

Frente a esto, Carolina explica que esta corriente invita a las personas a mirarse interiormente y dejar de hacerlo hacia fuera para reencontrarse con lo que uno quiere realmente, lo que somos y lo que nos hace felices. “Porque a veces esa pregunta la hacemos cuando estamos grandes y porque hemos crecido con el foco de satisfacer a otros, o lo que la sociedad espera de uno, y por eso es tan importante hacerse estas preguntas lo más temprano posible. Cuando finalmente nos reencontramos con nosotros, con nuestra historia y con lo que nos hace únicos, no hay porqué querer ser igual a nadie o aspirar a ser como otros”, comenta.

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