Sanación con cristales: una terapia alternativa para alcanzar estabilidad y armonía




Una de las terapias holísticas o complementarias que se ha utilizada por siglos y por distintas culturas es aquella en la cual sus protagonistas son los cristales o piedras preciosas. Las gemas se ocupan como una técnica para equilibrar la vida y la mente de una persona. Se dice que estas piedras tienen un patrón de energía estable capaz de conferir propiedades especiales, ayudando a las personas a alcanzar armonía y estabilidad.

La sanación de cristales se utiliza tanto en niveles físicos, emocionales y espirituales. La curación consiste en colocar las piedras en el cuerpo o en lugares cercanos para ayudar a extraer la energía negativa. De acuerdo Mónica Fernández, gemoterapeuta y fundadora de Corazón de Chakra, hay distintas formas de trabajar con los cristales, los cuales actúan a través de la vibración.

Una de las formas en las que más trabaja Mónica es con gemoterapia, en la cual las piedras son colocadas en el cuerpo con el fin de energizar, armonizar o equilibrar los diferentes chakras. Según explica Mónica, en nuestro cuerpo tenemos distintos centros o chacras que van vibrando con su cristal, según su color o la propiedad de cada energía. Esta terapia busca restablecer nuestro armonía y equilibrio. Se puede trabajar los aspectos físicos, cuando tenemos alguna dolencia; en la parte emocional, que es la parte importante que la podemos descuidar; o nuestra parte espiritual.

El principio de sanación de esta terapia se fundamenta en la activación de la energía mineral del cuerpo a través de las energías de las gemas. Además se realiza un trabajo de autorrealización otorgando bienestar y relajación, profundizando el proceso de autoconocimiento y sensibilizando las zonas “dormidas o estáticas” del cuerpo. “Los cristales nos ayudan a generar conciencia, a abrirla y así armonizarnos y darnos cuenta del trabajo profundo que debemos hacer para lograr la sanación. No solamente se trata de ver la dolencia física”, explica.

Otra forma de trabajar con los cristales según cuenta Mónica es con elixir que consiste en otro tipo de terapia en la cual se deben poner las piedras en contacto con agua purificada (no de la llave). El agua al tener memoria y vibración, absorberá las propiedades de las gemas. Esta agua se puede beber o utilizarla en aplicaciones externas. Las piedras también se pueden ocupar para uso personal, es decir, como pendiente, anillo, colgante u otros. Se elige la piedra de acuerdo al tema que uno quiera resolver en ese momento determinado de su vida. Incluso se pueden elegir más de una piedra, para así combinar distintas energías con un mismo fin.

Cabe destacar que cada cristal o piedra es diferente y tiene sus características y propiedades, por lo tanto, se debe tener en cuenta este tipo de factores de acuerdo a lo que uno quiere lograr o necesita. Por ejemplo, para lograr el equilibrio de los siete chakras, existe un cristal para cada punto energético. “Los chakras o centros de energía, los más conocidos son siete que se asocian las siete glándulas endocrinas y a partes y funciones del cuerpo. Su función es la recepción, acumulación transformación, distribución y expansión de la energía pranna”, comenta.

Para el punto de energía de raíz, que es de color rojo, se pueden utilizar piedras de este mismo color o más negras, como el jaspe o turmalina. De acuerdo a Mónica, con estas piedras se equilibra la fuerza vital, la estabilidad, el desapego, enfrentar miedos, entre otros. El segundo centro energético es el sacro de color naranjo. La mejor piedra para trabajar es la cornalina que se caracteriza por su positividad y por ayudar a equilibrar la creación, las alegrías, el optimismo y la sexualidad. Después viene el tercer chakra de color amarillo, llamado Manipura, que se relaciona con el elemento del fuego y que ayuda a equilibrar la confianza y la voluntad de iniciar acción. Las piedras amarillas como el citrino tiene mucho afín con este punto.

“El cuarto chakra ubicado en la zona del corazón. Es de color verde pero también su color secundario es el rosado por lo tanto también puedes trabajar perfectamente dos cristales. Se pueden ocupar cuarzos verdes como la aventurina o jade. También el cuarzo rosa, la rodocrosita que trabaja en el amor. En este punto estamos equilibrando el auto respeto, el autocuidado, amor propio, todo lo que tenga que ver con la auto aceptación”, explica la gemoterapeuta.

En el quinto punto de color azul, ubicado en la garganta, se trabaja la expresión, la comunicación o la seguridad para ello. Sus piedras son de color azul, turquesa, celestes como sodalita o lapislázuli. La amatista es conocida para trabajar el sexto punto energético, conocido como tercer ojo, la cual ayuda a calmar la mente y a conectar con nuestros sentimientos. Por último, el chakra corona que está sobre nuestra cabeza prima el color blanco. Se habla de la conciencia, conexión espiritual, claridad mental y del equilibrio. “Cuando este punto está en desequilibrio probablemente tenemos una desconexión con nosotros mismos y acá, como son de color blanco, podemos trabajar con cuarzo de cristal, cuarzo rutilado, piedra luna, selenita. Así trabajamos con la conexión”, concluye Mónica.

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