Evelyn Matthei: "El Congreso está pasando cada vez más a ser irrelevante"

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"Yo por ahora trataría de mandar los menos proyectos posible, porque lo más probable es que mandes un caballo y va a salir un camello", agrega, junto con señalar que "el gobierno puede gobernar sin necesidad de legislar".


Algunos contactos con el Presidente Sebastián Piñera ha tenido en las últimas semanas la alcaldesa de Providencia, Evelyn Matthei (UDI), aunque por cosas puntuales y sin mayor margen de tiempo para abordar la situación política actual. De todas maneras, la exdiputada, exsenadora, exministra y excandidata presidencial ya tiene un diagnóstico claro -y bastante crítico- sobre la situación entre el gobierno y la oposición, especialmente sobre lo que califica como una "locura" que se está viviendo en el Congreso.

Además, aborda el desempeño de Chile Vamos, dice que "no pienso igual que la presidenta de la UDI", y profundiza sobre su rol en Providencia y la agenda que está levantando Joaquín Lavín en Las Condes. "Lo que importa es lo que la gente piense de él (...). Yo puedo no estar de acuerdo con muchas de las cosas que él hace, pero el cariño siempre prima", comenta.

Usted dijo hace algunos días que sacaría del Congreso a Pamela Jiles…

Me preguntaron por varios, y dije varios nombres. La ley que salió producto de la Comisión Engel es muy mala. Redujo los tiempos de campaña y el financiamiento al mínimo. Van a salir cada vez más personas que se han hecho un nombre en el fútbol, canto, actuación, locutores o personas que lleven el mismo nombre de su padre político. Con esos tiempos tan cortos y ese financiamiento tan exiguo, no hay forma de darse a conocer cuando es una persona nueva. Uno compara el Congreso con lo que era el primer Congreso el año 90, y uno nota la precariedad, la falta de preparación, los modos tan desagradables a veces. Creo que el Congreso está pasando cada vez más a ser irrelevante.

¿Irrelevante?

Irrelevante. Irrelevante y también despreciado por la ciudadanía. O sea, irrelevante justamente por el desprecio que ocasiona. La gente percibe una falta de seriedad, una falta de peso. Había diputados de tanto, tanto peso. Hoy son pocos los que realmente se destacan.

¿Eso lo ve en ambos sectores?

Se ve en general. Ha disminuido la calidad.

Aterricemos eso a lo que está pasando hoy con la disputa entre el gobierno y la oposición…

Es que eso es otra cosa. Una cosa es el pase que no va a nada, jugar con la pelota. Eso es lo que siento que ha pasado mucho: jugar, jugar con la pelota, pero no ves a nadie que esté, de verdad, haciendo un ataque para meter el gol. Eso no existe. La reyerta, en cambio, creo que tiene un trasfondo bastante más profundo…Uno ve una oposición donde no hay con quién entenderse. Por eso creo que el Congreso va a pasar cada vez más a la irrelevancia. Hay una banda de narcotraficantes compuesta por nueve colombianos y un chileno, a los que hemos atrapado dos veces en el Parque Bustamante. La mayoría de los vecinos lo único que quisieran es que a esas personas las mandaran de vuelta a sus países. ¿Por qué tenemos que tenerlos en las cárceles? ¿Por qué después de un tiempo los vamos a soltar si van a volver a hacer lo mismo? Estamos haciendo todo lo posible para darle la mayor cantidad de posibilidades a los migrantes, pero no a cualquier migrante y para hacer cualquier cosa. Entonces, parte de esta locura que tiene hoy la izquierda es justamente medidas como la que se aprobó en la comisión, que prohíbe al gobierno expulsar a extranjeros. La forma en que está actuando la oposición, tan extrema y sin entender a la mayoría de los chilenos, es la que le da la tremenda oportunidad al gobierno para conquistar el centro, porque la oposición está con un complejo izquierdista. Lo que está haciendo el PS es suicidándose.

La oposición acusa sequía legislativa, pero usted plantea un diagnóstico de que no hay con quién entenderse y que el Congreso es irrelevante. ¿Falta que el gobierno presente más proyectos o con este escenario usted cree que mejor no?

Primero, el gobierno puede gobernar sin necesidad de legislar. Segundo, con la locura que estamos viviendo en este minuto, tanto en la Cámara como en el Senado, donde no son capaces de ponerse de acuerdo entre ellos, donde te dan la palabra y después no la cumplen, es bastante arriesgado legislar. Entonces, yo por ahora trataría de mandar los menos proyectos posible, porque lo más probable es que mandes un caballo y va a salir un camello.

En este contexto, ¿qué evaluación tiene del rol de Chile Vamos?

Siento que Chile Vamos ha entendido mucho más que hace ocho años la tremenda responsabilidad de los partidos en facilitarle la labor y en acompañar en forma leal al gobierno y al Presidente. Y probablemente el Presidente ha sido mucho más receptivo hacia las necesidades y preocupaciones de los partidos… Lo que uno ve también es un Presidente tanto más maduro.

Sin embargo, esta semana se provocó un enfrentamiento entre la UDI y RN por el despliegue que ha tenido Manuel José Ossandón, supuestamente -según transmitió él en privado a senadores oficialistas- a petición del propio Presidente Piñera. ¿Qué le parece?

Tengamos claro que él pretende ser precandidato presidencial. Hay varias otras personas que pretenden ser precandidatos. Y hay otros que no lo dicen, pero que están en las encuestas ahí, ¿no es cierto? Si cada uno de los que creen tener derecho a ser precandidato empezara a actuar de la misma manera que Ossandón, al gobierno se le haría casi imposible gobernar, porque estaríamos en tres meses más todos peleando, todos con todos. Me parece que no es prudente ni beneficioso para nadie, desde el punto de vista de cuidar al gobierno actual y de tener mayores probabilidades de ganar la próxima elección, adelantar esa carrera. Creo, además, que los ministros que han tolerado eso le hacen un flaco favor al gobierno.

¿Cómo ve a su partido, la UDI, en esta nueva coalición? A diferencia de hace ocho años, ahora conviven con Evópoli, un partido más liberal…

Es bastante obvio que existen visiones bien distintas en temas bien importantes, lo que se le llama "valórico". Lo que me ha gustado es que cada uno ha defendido su posición, pero no con agresión. Ha sido una lucha de ideas, pero no de personalismos ni de peleas. A mí, por lo menos, la diversidad de opiniones es algo que me gusta… He sentido que la UDI se ha portado en forma muy leal al gobierno. Obviamente, hay temas que a la directiva no le han gustado, pero han puesto sus puntos de vista con claridad. Siento que han jugado en equipo. Yo no pienso igual que la presidenta de la UDI. Sin embargo, creo de verdad que lo ha hecho bien.

Hay una queja en la UDI de que en los primeros meses el gobierno no ponía sobre la mesa los temas prioritarios y que le hicieron ganar a Piñera. Y muchos en ese partido critican que el gobierno impulsara la agenda valórica: adopción homoparental e identidad de género. ¿Lo comparte?

No. El Presidente Piñera habló del tema económico, y claramente cambió el ambiente desde que él llegó. Habló también de seguridad pública y ¡por Dios!, lo abordó a los tres días de haber asumido. Y, claro, había otros temas que estaban en el tapete. Un gobierno no puede ser sordo a esas cosas, y tiene que intervenir y tomar decisiones… El gobierno ha sido súper fiel a lo que puso como prioridad en su campaña.

En la UDI dicen que esos temas valóricos es la agenda de la izquierda…

No, son agendas del país. Perdón, es evidente que las personas que son homosexuales lo han pasado muy mal en Chile durante décadas. ¿Vamos a permitir que eso siga sucediendo? O sea, no es una agenda de la izquierda. Es una agenda de dignidad humana.

¿Usted apoya la adopción homoparental y el matrimonio igualitario?

Siento que es súper difícil decir si uno apoya o no apoya. Creo que el mundo va para allá. Y muchas veces es un tema de si lo queremos ahora, en cinco años más o en diez años más. Finalmente, son temas que se van decidiendo y se están decidiendo en el Congreso. Si tú me dices si un niño va a estar mejor en un hogar homoparental o en el Sename, ¿alguien tiene dudas dónde va a estar mejor?

En la UDI tienen dudas…

Ah, bueno, yo no.

Y en la UDI tienen dudas sobre si permitir el matrimonio igualitario o no. ¿Usted tiene esas dudas o no?

(Piensa). Mira, esto es un tema... Yo no tenía ninguna duda de que el divorcio iba a llegar algún día. Yo no tenía ninguna duda de que la pastilla del día después en algún momento se iba a permitir. Son temas que van evolucionando en las sociedades, y finalmente es un tema de cuándo se cree que la sociedad lo va a aceptar y no va a ser finalmente un boomerang. Pero que vamos para allá, vamos para allá, de todas maneras.

Agenda de Lavín: "¿Quién soy yo para juzgar?"

Usted ha sido parlamentaria, ministra y ahora alcaldesa. ¿Cuál rol es el que más le gusta?

Este. Cada vez que asumo en un puesto, lo asumo con una dedicación absoluta y entusiasmo. Gocé ser diputada, senadora y ministra. Pero esto te permite tratar temas tan diversos como la cultura, urbanismo, problemas sociales de edificios que se les echaron a perder todos los departamentos y hay adultos mayores; como el tema de áreas verdes y paisajismo. Es tan variado que lo hace absolutamente fascinante. En segundo lugar, tienes un presupuesto y muchos funcionarios, y puedes hacer que las cosas pasen relativamente rápido… Y estoy segura de que vamos a construir una comuna que va a ser lejos la mejor comuna donde vivir.

¿Qué medidas está impulsando en Providencia?

El primer año fue, básicamente, ordenar las finanzas, que ya las ordenamos, y mejorar la seguridad. Tenemos una alianza con Carabineros, la PDI y fiscalía. Estamos avanzando rápidamente en hacer de Providencia una comuna más segura. Han bajado, de hecho, los índices de delincuencia. Este año viene cambio completo de luminaria vial, con lo que va a ser la comuna más clara y, por lo tanto, más segura y más linda. Viene un trabajo que, en realidad, es una lata, pero hay que hacerlo: mantención de pavimentos y veredas. En general, es un año de evitar y retrotraer el deterioro que ha tenido esta comuna, que viene desde el poniente hacia el oriente, y ya había empezado a establecerse en ciertas áreas: todo el sector de Suecia, el sector del Parque Bustamante, tomado por pandillas de drogas, de alcohol, de prostitución; edificios enteros tomados por la prostitución. Todo ese deterioro lo estamos tratando de limpiar. Ese trabajo también implica lo que haremos en una semana más contra el comercio ambulante. Para el próximo y para el cuarto año viene una revitalización de barrios. Lo que van a empezar a ver es que el sector del Parque Bustamante se va a renovar completamente, y todo el sector en torno a Manuel Montt hasta el Drugstore y el sector del "Vaticano chico", todo eso se va a renovar.

¿Para controlar la delincuencia es necesario adoptar medidas como un dron, como lo hizo Joaquín Lavín en Las Condes?

Nosotros vamos a tener un dron que utilizas como una cámara movible. Los drones que han mostrado en otras partes, mi impresión es que es más ruido que nueces. Un dron que no tiene autonomía larga, que no es capaz de volar con una ruta preestablecida, que no tiene una distancia larga que pueda recorrer sin perder las conexiones, en realidad es casi mejor tener a una persona ahí.

Las medidas de Lavín han generado polémica, con partidarios y detractores…

Por ejemplo, el tema de las viviendas sociales fue un tema que propuse en mi campaña presidencial. Creo firmemente que tenemos que integrar de mejor forma nuestras ciudades, que no es humano ni razonable que una mujer tenga que perder dos horas de ida y dos horas de vuelta para ir a trabajar. Lo que sí creo es que se tiene que hacer con mayor participación.

A raíz de la agenda de Lavín en Las Condes y la popularidad que tiene ahora, en Chile Vamos lo mencionan como probable candidato a gobernador regional y, más adelante, nuevamente a presidente. ¿Cómo ve eso?

No lo he conversado con él. No sé en qué está, pero no veo que esté actuando en forma sustancialmente distinta a como ha sido siempre.

Hay un riesgo electoral que se corre al impulsar medidas que pueden generar resistencia en el electorado de derecha. ¿En su rol como alcaldesa ha visto que se pueden tomar medidas alejadas de la política partidista pese a esos riesgos?

La gente no vota por ti o deja de votar por ti por una medida que le gustó o que le disgustó. Creo que, al final, la gente se forma una opinión: "a este gallo le creo, a este gallo no le creo". Y eso tiene que ver muchas veces con el convencimiento con el que uno hace las cosas, con la seriedad con que se hace, con la preocupación, además, de conversarlo con vecinos y tomar opiniones, y después defender las medidas y las razones por las que uno hace algo, aunque sea impopular. Nosotros hemos tenido varios políticos que de repente han sido súper populares, y que les dura poco. A los cinco años ya nadie se acuerda de ellos. Muchas veces alguien es nuevo, parece que es totalmente distinto, que no tiene ninguna falla… Todos tenemos fallas, todos nos caemos, todos decimos tonteras alguna vez. Entonces, si tú no tienes una distancia detrás, al primer soplón te caes. Entonces, siento que lo único que sirve al final es el trabajo serio, nada más, el trabajo súper serio y consistente.

¿Y ve esa seriedad en el trabajo de Lavín?

(Piensa). Yo no hubiera tenido ese dron.

El dron es un ejemplo…

Claro. (Piensa). Pero, ¿quién soy yo para juzgar? Al final, lo que importa es lo que la gente piense de él. Y eso no ahora. Falta mucho. A Joaquín Lavín yo le tengo un tremendo cariño, en mi campaña fue increíble su comportamiento, y yo puedo no estar de acuerdo con muchas de las cosas que él hace, pero el cariño siempre prima.

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