Política

Las dos horas de Boric y Kast en La Moneda

El lunes fue el primer cara a cara del Presidente Gabriel Boric con el mandatario electo en las presidenciales del domingo pasado. La mayor señal política fue su extensión: duró media hora más de lo planeado.

El presidente Gabriel Boric recibió el lunes en La Moneda al presidente electo José Antonio Kast

Iba a ser una conversación protocolar de no más de 10 minutos, pero el primer encuentro a solas entre el Presidente Gabriel Boric y el presidente electo José Antonio Kast -el lunes a las 11.30 en La Moneda- se alargó por casi 40 minutos.

El rito marcó el inicio del traspaso de mando entre el mandatario frenteamplista y el líder del Partido Republicano, quien se impuso en las elecciones del domingo con un 58,2% frente a Jeannette Jara (41,8%), y fue diseñado cuidadosamente para transmitir la decisión de realizar un cambio de mando ajustado a los gestos republicanos.

La idea era dejar atrás la dura contienda verbal que hubo entre ambos antes de la elección de primera vuelta, donde no faltaron epítetos y gestos. Boric usó la cadena nacional del presupuesto para criticar los ajustes anunciados por el republicano y este, a su vez, lo acusó de usar su investidura para hacer campaña por Jara. Asimismo, durante toda su carrera a La Moneda remarcó la ineficiencia del gobierno encabezado por el frenteamplista.

El encuentro

La noche del 14 de diciembre, cuando ya era claro el resultado de la elección, el jefe de gabinete del Presidente Gabriel Boric, Carlos Durán, y el asesor del presidente electo y exconsejero constitucional Sebastián Figueroa afinaron por teléfono los detalles de la cita que se realizaría en el Palacio de Gobierno desde las 11.30 horas.

Al otro día, Kast puntualmente -a las 11.32 horas- cruzó por primera vez la puerta de La Moneda en calidad de presidente electo, tomado de la mano de su esposa, María Pía Adriasola.

Entraron por la puerta que da a la Plaza de la Constitución y, escoltados por el ministro del Interior, Álvaro Elizalde, subieron la escalinata de piedra que da a las oficinas de Presidencia.

En el Salón Toesca los esperaba el presidente junto a sus ministros del comité político para un saludo protocolar que fue registrado exclusivamente por los equipos de gobierno.

Ni Kast ni su esposa habían tenido la oportunidad de recorrer en detalle los pasillos del palacio de gobierno. Declarado incluso opositor del gobierno de Sebastián Piñera, el ahora presidente electo había tomado distancia del único líder de derecha que había logrado conquistar el poder en dos oportunidades.

En esta primera visita, fue el mismo mandatario quien les fue mostrando las obras de arte y la “Galería de los Presidentes”, donde se exhiben 30 bustos de exmandatarios. En su recorrido, la mirada de Kast se posó varios segundos en la primera escultura de la fila, que homenajea al presidente Salvador Allende.

La futura primera dama se robó la atención de la cita y provocó el primer cambio de planes del encuentro. Adriasola saludó afectuosamente a los carabineros y a todos los funcionarios de gobierno que se le acercaron. Y fue cuando sorpresivamente manifestó su voluntad de recorrer íntegramente las oficinas del palacio de gobierno, revelando el interés de ambos de trasladarse a vivir ahí como una muestra de austeridad.

Ante la inquietud de la esposa de Kast, la administradora de La Moneda, Antonia Illanes, se ofreció a hacerle un recorrido junto a un funcionario de Patrimonio de La Moneda.

La primera reunión de traspaso

Kast y Adriasola no llegaron solos. Los acompañó el presidente del Partido Republicano y senador electo, Arturo Squella; el economista y posible nombre para el gabinete Jorge Quiroz, el exministro Segpres Claudio Alvarado; la coordinadora programática, María Jesús Wulf; su principal asesor, Cristián Valenzuela; su jefa de comunicaciones, María Paz Fadel, y Sebastián Figueroa.

Con excepción de Valenzuela y Fadel, quienes se quedaron en una oficina colindante, el resto se sentó con el ministro del Interior, Álvaro Elizalde; la vocera de gobierno, Camila Vallejo; el titular de Hacienda, Nicolás Grau, y la ministra de la Segpres, Macarena Lobos.

El jefe de Estado también había pedido a su jefe de gabinete, Carlos Durán, que estuviera presente en la reunión, que se definió como la primera cita formal de trabajo entre ambos equipos para establecer la carta Gantt del traspaso de gobierno. Esta decisión fue la que obligó al rápido arribo de Figueroa al filo de la hora del inicio del encuentro.

En la sala protocolar del Consejo de Gabinete fue el Presidente Boric quien primero tomó la palabra. El mandatario partió felicitando al republicano y a sus asesores por el resultado de la elección. Valoró el proceso rápido y prístino de la definición presidencial y los gestos republicanos que ha habido desde la noche del domingo. Según quienes conocieron de la cita, Boric hizo una sentida valoración de las jornadas electorales en Chile y las calificó como un patrimonio que es necesario resguardar entre todos.

La intervención del mandatario fue replicada de manera inmediata por Kast, quien en un tono pausado se refirió al periodo político que se inicia con su llegada a La Moneda el 11 de marzo.

El mandatario electo, en ese sentido, destacó que tanto el gobierno como la oposición deben ejercer cada uno su rol, pero siempre en un marco de respeto.

Durante la cita, Kast y Boric se referían mutuamente como “presidente”. Avanzada la conversación, Kast fue presentando uno a uno a los miembros del equipo que lo acompañó a La Moneda, dando pistas del rol que tendrá cada uno en la instalación de su gobierno.

Partió por un conocido de todos los que estaban en la mesa: el exministro de la Segpres y exdiputado UDI Claudio Alvarado, quien hasta hoy se perfila como carta para el Ministerio del Interior. Kast explicó que él y Squella quedarán a cargo del traspaso, de modo que serán la contraparte de Elizalde en el proceso.

Luego se refirió a Quiroz como su principal asesor económico. Ese día, frente a Boric y a sus ministros, Kast dejó en claro la ascendencia que el economista -quien durante la campaña levantó la propuesta de realizar un reajuste fiscal de seis mil millones de dólares en 18 meses- tiene en su equipo. Durante el transcurso de la conversación, en varias oportunidades el presidente electo le dio la palabra y reforzó que es su jefe de área y el cerebro de su plan económico.

Asimismo, Kast reiteró en varias ocasiones que Alvarado y Squella son sus puntales para abordar los temas que requieren resolución política.

A Figueroa, a su vez, lo presentó como encargado de los nombramientos y la instalación de su futuro gobierno. Y a la socióloga María Jesús Wulf, como la responsable del área social de su comando.

Tras las intervenciones del mandatario y del presidente electo tomó la palabra el ministro Elizalde para explicar que el gobierno ya mandató a todos los ministerios a ordenar la casa para hacer entrega de sus carteras a los nuevos ministros. Añadió que ya existe el instructivo que ordena a los responsables de todas las secretarías de Estado a subir sus cifras a la plataforma “traspaso.digital.gob.cl”.

La primera pulsión del gobierno fue comprometer que el balance de las carteras fuera entregado en diciembre. Sin embargo, Alvarado planteó que el proceso debería terminar a mediados de febrero, para iniciar las bilaterales entre los ministros en la última quincena de ese mes.

Elizalde se comprometió a hacer partícipe a Alvarado de todo el proceso de traspaso. Y también de los temas de gobierno que son determinantes para la futura administración. En ese marco, al otro día le hizo un particular gesto al llamarlo durante la madrugada para adelantarle la Operación Apocalipsis, el megaoperativo de las autoridades contra una red de corrupción de gendarmes que operaban en las cárceles y que terminó con 45 funcionarios detenidos.

Durante la conversación, Figueroa reforzó que al equipo del presidente entrante le interesa agilizar el proceso y “tomar el control” rápidamente del gobierno a partir del 11 de marzo. Una frase que suelen usar los republicanos para referirse a la instalación del “gobierno de emergencia” que prometieron durante la campaña.

Otro tema que estuvo sobre la mesa fue la postulación de la expresidenta Michelle Bachelet a la presidencia de Naciones Unidas, un tema frente al cual el propio Kast ha dicho que abordará con la mandataria y tomará una determinación en virtud de los apoyos que tenga en el exterior.

Quienes fueron testigos del momento afirman que el diálogo fue particularmente fluido. En privado, los republicanos reconocen que pensaban que habría más tensión tras la feroz derrota sufrida por la administración del frenteamplista. En La Moneda, a su vez, también creían que Kast y su equipo llegarían con menor disposición.

La cita privada

Ya avanzado el diálogo, el Presidente Boric invitó a Kast a pasar a su oficina.

Era la primera vez que ambos estaban a solas desde el inicio de la carrera presidencial. En el ambiente estaba sobre la mesa el duro juicio del mandatario electo a la gestión de Boric en seguridad, sobre el crecimiento y la ola migratoria que el republicano prometió en su campaña resolver gestionando un corredor humanitario con los países vecinos.

En la mesa estaba también el juicio que el republicano hizo durante la campaña sobre la reforma de pensiones que impulsó la candidata oficialista Jeannette Jara, y las acusaciones del oficialismo a Kast de que su mandato incluiría retrocesos en beneficios sociales.

De la conversación a solas entre los mandatarios se sabe poco. Mientras corría el reloj, los ministros y los acompañantes del presidente electo pasaban el tiempo intercambiando impresiones sobre el avance de la agenda legislativa.

En el despacho presidencial, en tanto, Kast y Boric sostenían a solas el intercambio más largo entre ambos de sus trayectorias políticas.

En 2021 la escena fue a la inversa. Ese domingo 19 de diciembre, fue Kast quien llegó hasta el Hotel Fundador a reconocer el triunfo que transformó a Boric en el presidente más joven de la historia de Chile. En esa ocasión, sin embargo, la cita no fue a solas. Estaban presentes Cristián Valenzuela y Giorgio Jackson.

El lunes pasado, según una versión, Boric lamentó ante Kast los duros cuestionamiento que hizo durante la campaña a su gestión en seguridad. El presidente, tal como lo hizo más tarde frente a los timoneles de los partidos de su coalición, defendió que durante su mandato ha crecido la inversión en seguridad y se aprobó una serie de proyectos de ley durante la gestión de la exministra Carolina Tohá. El presidente resiente ese juicio que considera injusto.

En la oficina del mandatario el presidente electo escuchó y reiteró su disposición a avanzar en un traspaso sin contratiempos y agradeció la gentileza que ha mostrado hasta ahora el mandatario con su equipo. El diálogo privado, que en ambos lados califican como “republicano”, fue más locuaz entre ambos de lo que fue antes, en la cita de trabajo con sus ministros.

Minutos después salieron juntos de la oficina. En ese momento, Squella comentó: “Justo estábamos hablando de prioridades legislativas”.

Con un tono entusiasta, el Presidente Boric le respondió: “Díganme qué dijeron para ver si estamos alineados”. La conversación entre los ministros y el equipo republicano versaba sobre la implementación de la reforma de pensiones, el proyecto de financiamiento para la educación superior y el proyecto de sala cuna universal y de cuidados, que son las prioridades hoy del Ejecutivo.

La cita se fue cerrando con agradecimientos cruzados y con la solicitud expresa del Kast de que sus equipos sean apoyados en caso de necesitar información en estos meses en que se preparan para tomar el control del Estado, incluso por parte de los encargados programáticos y no de los ministros una vez nombrados. Todos tomaron el compromiso.

Durante todo el encuentro, que se extendió por casi dos horas, un hecho llamó especialmente la atención. El silencio persistente de la vocera de gobierno, Camila Vallejo. La ministra comunista, y principal orejera del Presidente Gabriel Boric desde su instalación en La Moneda, solo rompió el mutismo cuando agradeció al presidente electo el gesto que tuvo con Jeannette Jara durante su discurso del triunfo, ocasión en que llamó a evitar los abucheos a la candidata comunista que fue derrotada en la elección.

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