
Oficialismo se decanta por una lista parlamentaria y se resigna a sacrificar candidatos
Si bien antes de la primaria, en el oficialismo veían lejana la posibilidad de una sola lista, el resultado cambió el sentido de la marea. Hoy la mayoría de las directivas, incluyendo a la DC, creen necesario agotar esfuerzos por la lista única. El problema es que los postulantes de 9 partidos no caben en un pacto de 183 cupos para la Cámara.

Para el próximo lunes fue postergado el encuentro que iban a realizar los secretarios generales de los 8 partidos del oficialismo con fin de dar un impulso formal para la conformación de una alianza electoral parlamentaria.
El duro golpe electoral que significó para el Socialismo Democrático y el Frente Amplio la derrota en la primaria presidencial de la exministra Carolina Tohá (PPD) y del diputado Gonzalo Winter (FA), remeció los supuestos en los que se basaba la negociación parlamentaria.
En el caso del abanderado de FREVS, el diputado Jaime Mulet, su cuarto lugar estaba dentro de las proyecciones, pero tampoco logró su meta del 5%. Ello también debilita su plan de apostar por una lista parlamentaria alternativa.
Si bien antes de la primaria -en la que se impuso la candidata del PC, la exministra Jeannette Jara con más del 60%- se habían realizado algunos acercamientos en los que la mayoría de los dirigentes del oficialismo veían lejana la posibilidad de una lista única, el resultado cambió el sentido de la marea. Ello ha complicado aún más el puzle, que ya estaba enredado por los intentos de los partidos grandes de retener sus escaños en el Congreso, las apuestas de los más chicos para crecer a costa de sus aliados y los primeros vetos contra algunos aspirantes.
Sin embargo, hoy la mayoría de las dirigencias del oficialismo, incluyendo además a la DC, creen necesario agotar esfuerzos para construir un pacto único, sin desechar por razones de realismo político y “matemático” (debido a que los postulantes de nueve partidos a priori no caben en los 183 cupos de diputados) la idea de dos listas electorales.
Incluso, en caso de que haya dos listas, igualmente habrá que actuar con generosidad para permitir que en ciertas zonas electorales haya omisiones, es decir, postulantes de ciertos partidos se inhibirían de competir para favorecer las chances de elección de sus aliados políticos.
Sacrificios
El hecho, según aventuran dirigentes de partidos oficialistas, requerirá “sacrificios”, factor que tensionará el clima interno de las colectividades. De partida, el Frente Amplio, que estaba pidiendo inicialmente cerca de 60 cupos, y el PS, que aspiraba tener otros 45, deberían bajar sus exigencias, adelantan algunos negociadores.
Precisamente ante la necesidad de sopesar adecuadamente la temperatura en cada tienda, las negociaciones esperarán que los partidos hagan algún tipo de balance este fin de semana en sus respectivos cónclaves.
Para el Socialismo Democrático (PS, PPD, radicales y liberales) el desenlace de la primaria ha sido difícil de digerir, ya que antes apostaban por el triunfo de Tohá y vaticinaban que las dos listas con pactos por omisión era lo más viable.
Sin embargo, en particular en el PS y el PPD, sus directivas ahora creen que la mejor opción es la lista unitaria, tras el desfonde que sufrió el sector y que se tradujo en que las primarias no tuvieran la convocatoria esperada. Si bien 1,4 millones de electores es una participación aceptable, el ala de la centroizquierda tuvo una baja convocatoria.
En caso de que la lista unitaria no prospere por las razones de espacio, en el PS está corriendo con fuerza la idea de hacer una lista “mayoritaria”, es decir que al menos convoque a los partidos más grandes: socialistas, Frente Amplio y PC.
Acercamiento del PS al PC
Al no tener una abanderada en la presidencial, la prioridad de los socialistas es la parlamentaria, lo que los obliga a acercarse a los ganadores de la primaria (los comunistas) y no encerrarse solo con los derrotados (PPD, liberales y radicales).
Sin embargo, ello implica, a juicio de los dirigentes del PS, que la presidenciable del PC haga gestos para tener lo más cerca posible a quienes la respaldan. “El desafío inmediato es construir una lista parlamentaria unitaria, lo que exige generosidad y decisiones complejas, como las que en su momento tomaron Michelle Bachelet al asegurar un cupo a diputado a Giorgio Jackson; o Patricio Aylwin, al ceder más de diez escaños para resguardar la unidad de la Concertación”, dijo, por ejemplo, en una carta dirigida a la militancia, Óscar Balcarce, presidente regional del PS en Valparaíso.
En el PPD, dicen también estar abiertos a la lista única, si no, a la lista mayoritaria, pero demandan que el Frente Amplio y el PS bajen sus aspiraciones y que el PC ceda algunos cupos. En caso contrario, los PPD no descartan ir en la lista alternativa o minoritaria que concentraría a los partidos más chicos.
Precisamente las colectividades con menos parlamentarios, como los radicales, liberales y el FREVS, son los que más presionan para mantener las dos listas. Detrás de ello hay razones de supervivencia y de financiamiento político, pues deben tratar de pasar el umbral del 5% de votos en la elección de diputados, ya que en caso contrario pueden ser disueltos por el Servicio Electoral. No solo eso, deben tratar de sacar la mayor cantidad de diputados para asegurar los aportes fiscales que probablemente en el próximo período solo se otorgarán a colectividades con parlamentarios.
La apuesta DC
La DC, en tanto, está en una posición pragmática extrema. Si bien sus militantes están divididos entre apoyar o no apoyar a Jara, para la directiva falangista ya no es problema ideológico ir en una lista con el oficialismo, incluyendo a los comunistas. Si a la DC le garantizan los 16 cupos en el pacto electoral, dejando en libertad de acción a sus candidatos frente a Jara, aceptaría correr con el oficialismo.
Sin embargo, si al final hay dos listas, al igual que el PPD, la DC tampoco tendría inconveniente de plegarse al pacto de partidos chicos.
Los comunistas, por su parte, tienen una plantilla bastante acotada de postulaciones. Pretenden que se les respeten los 12 cupos de diputados que obtuvieron en 2021, además de un puñado de cupos más. Igualmente, tienen una apuesta realista al Senado con Karol Cariola en la Región de Valparaíso y otros dos nombres más para la senatorial, Carmen Hertz y Hugo Gutiérrez, pero todos entienden que estos últimos son cartas de negociación.
Precisamente, el principal gancho que puede ofrecer el PC a los socialistas, al PPD y a la DC, es que, salvo Valparaíso, las otras regiones tendrían liberados sus cupos para conformar la lista al Senado.
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