Por choque de marcas con cecineros y diferencias con la Cámara, Senado acuerda cambios a Ley de Inteligencia
Los diputados aprobaron crear la Agencia Nacional de Inteligencia Civil (ANIC), cuya sigla es coincidente con la Asociación Nacional de Industriales de Cecinas. Ese problema, sin embargo, expuso una discrepancia de fondo entre ambas cámaras.

Pendiente para la próxima semana quedará la discusión, en la sala del Senado, de la reforma que crea un nuevo Sistema de Inteligencia, una de las prioridades de la agenda de seguridad.
Esta iniciativa, que tiene acuerdo transversal, se encuentra en su fase final de tramitación; sin embargo, está entrampada en el Senado por diferencias jurídico-técnicas con la Cámara y no necesariamente por las habituales discrepancias ideológicas entre gobierno y oposición.
Por tal razón, los senadores, en base a un análisis técnico, acordaron rechazar 42 normas introducidas por los diputados para derivarlas a una comisión mixta, que se conformará por representantes de ambas cámaras, para resolver esas diferencias o problemas jurídicos. Uno de estos puntos es el choque de marcas con la Asociación Nacional de Industriales de Cecinas, ANIC.
“Hay cambios conceptuales”, explicó este fin de semana el presidente del Senado, Manuel José Ossandón (RN), quien ha participado en las comisiones de Seguridad y de Defensa, donde se analizó esta reforma.
“Por ejemplo, la Cámara de Diputados cambió en forma importante este proyecto y le cambió el nombre a la ANI (Agencia Nacional de Inteligencia) y le puso ANIC, por lo tanto, toda la ley habla de ANIC, Asociación Nacional de Inteligencia Civil”, dijo.
El problema es que esa sigla ya está inscrita por la mencionada Asociación Nacional de Industriales de la Cecina. “Hay que cambiar la ley completa, porque en cada acápite aparece ANIC”, comentó Ossandón.
Luego de que la Cámara -en segundo trámite- devolviera el proyecto al Senado, esta iniciativa se encuentra desde mayo en manos de la Comisión de Defensa, que preside Javier Macaya (UDI), que fue mandatada para proponer a la sala los temas que debieran ser rechazados para ser corregidos en la mencionada mixta (denominada así por su integración por parte de diputados y senadores).
El proyecto en cuestión, que hace un cambio estructural al Sistema de Inteligencia, fue iniciado por el expresidente Sebastián Piñera en noviembre de 2018 y fue recogido por la administración de Gabriel Boric.
Sin embargo, la coincidencia de marcas con los industriales cecineros no solo develó un problema formal, expuso un choque de fondo entre la Cámara y el Senado.
Los diputados, transversalmente, buscaban darle un enfoque más civil a la nueva Agencia de Inteligencia, por ello le incorporaban una “C” (de civil) a la sigla “ANI”, para transformarla en “ANIC”.
Los senadores, en cambio, mayoritariamente defendían un modelo más integral, que incorpore el trabajo de inteligencia de las FF.AA., de Carabineros, de la PDI y de Gendarmería. El enfoque que predomina en el Senado es que la ANI sea fortalecida y modernizada.
“La inteligencia que hemos trabajado no es civil, pues. Toda la inteligencia que Chile necesita es de las Fuerzas Armadas, Carabineros, Gendarmería, todas. Entonces no es solo civil. Y se descubrió que había un montón de errores, estudiando varias legislaciones, sobre todo la legislación española”, relató Ossandón.
La propuesta que se dará a la sala, respecto de qué innovaciones de la Cámara debieran ser rechazadas, fue trabajada por los senadores Kenneth Pugh (indep. RN) y Paulina Vodanovic (PS), con el apoyo de asesores de gobierno y de otros legisladores. Así se arribó a un informe con 42 puntos, que fue aprobado por unanimidad este lunes en la Comisión de Defensa.
La apuesta del Senado, y en particular de su presidente, es despachar a ley el proyecto en la actual legislatura, es decir, de aquí al 10 de marzo de 2026.
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