Los mejores regalos para gente que ama leer (según lectores y escritoras)

Foto: Jessica Ruscello.

No solo libros se les puede obsequiar a las personas que leen: en el universo de la lectura hay muchos accesorios que la pueden hacer aún más placentera. Con la ayuda de tres voces expertas, elaboramos una lista de productos que hará feliz a todo ratón de bibliotecas.




La mente es como un paracaídas: solamente funciona si está abierta. La frase de Albert Einstein, originalmente relacionada a la receptividad, resume también los beneficios asociados a la práctica de la lectura.

Por nombrar solo algunos, se sabe que aporta a la reducción del estrés, ayuda a dormir mejor, mejora el vocabulario, entrena la memoria y la imaginación, e incluso inspira mayores grados de empatía. Aparte, baja los niveles de ansiedad, regula la presión arterial y desacelera el envejecimiento cerebral.

En síntesis, hace excelente. Pero como todos los buenos hábitos, por alguna extraña razón es más difícil de sostener que los malos hábitos. ¿Por qué será más sencillo pasar la noche viendo tweets odiosos que leyendo una novela?

Pero una buena idea para fomentar la lectura es no solo regalar libros sino obsequiar artículos, cositas que hagan del acto mismo algo más agradable todavía.

Para aquello consultamos a tres voces ultra especializadas en la materia: la escritora y editora de Los Libros de la Mujer Rota, Claudia Apablaza; el ilustrador y autor de El libro de la tristeza, Gabriel Ebensperger; y el escritor y traductor Antonio Díaz-Oliva.

Hágase la luz

La iluminación es un punto clave a la hora de ponerse a leer un ratito —o un buen rato— después de haber realizado ya todas las actividades del día. Qué mejor. Para ello, Díaz-Oliva, autor de La experiencia deformativa recomienda esta coqueta lamparita, perfecta “para quienes quieren leer en la cama pero sin molestar a la pareja. Tiene muchas opciones, como tres colores y tres modos de temperatura de color. Puedes elegir entre blanco frío, blanco cálido y blanco mixto”, dice casi en un tono de infomercial. “Es muy adecuado para diferentes entornos de lectura”, remata.

Lámpara LED para lectura Baseus


Por otro lado, Ebensperger recomienda una “practica y muy barata luz led que pondría orgullosa a Greta Thunberg. Cuesta alrededor de 4 mil pesos, puedes graduar la luz y su calidez. Aparte tiene un bracito para poner el teléfono y hacer videollamadas”.

Aro de luz LED de tres tonos Infinity


¿Subrayar o tomar nota?

El filósofo Antonin Sertillanges escribió, respecto de la importancia de tomar notas, que confiarle una buena idea al cerebro relajado “es como escribir sobre el agua”. Quiere decir que por más que creas que eso tan profundo que pensaste mientras leías no se te va olvidar nunca, igual se va a desvanecer de tu memoria en cosa de minutos.

Una excelente iniciativa de regalo, entonces, sería una pequeña libreta. Gabriel Ebensperger nos cuenta que él lleva para todos lados su cómoda

Sakura. “Me gusta más que la Moleskine, porque sus hojas son un poco más gruesas”. Pasa el dato de que en general todos los productos de esa marca funcionan perfecto.

Libreta Sakura Sketch Notebook 9 x 14 cm, 80 hojas de 140 g


La otra es la debatible opción de subrayar los libros, para así tener a mano los pasajes más memorables. “Subrayar libros es un sacrilegio necesario”, propone Díaz-Oliva. “Por mucho tiempo no lo hice, pero luego de una intensa conversación con Alberto Fuguet, me convenció de que los libros existen para ser manoseados”, confiesa. Propone para tales efectos el portamina plateado Staedtler Mars.

Portamina Staedtler Mars micro 0,7mm


Por otro lado, si la idea de rayar tus libros escapa a tu marco ético de comportamiento, lo que puedes hacer es señalar tus partes favoritas con marcadores, que por supuesto también sirven un montón para su propósito original.

“Cuando termino un libro, nunca saco el marcador. Ergo: siempre ando buscando otras cosas, como boletas, papeles sueltos, servilletas dobladas, incluso otros libros, para marcar mis lecturas. Lo mejor de los marcadores magnetos es que aquello ya no me sucede”, dice el escritor y traductor. “Hace poco tuve que hacerle un regalo a un lector joven y le mandé varios marcapáginas de La Tiendita del Sur.

Marcapáginas Avengers


El club de la lectura

Claudia Apablaza lo piensa un rato, como no queriendo proponer un regalo objeto sino algo más trascendente. Entonces dice: “Regalaría suscripciones a clubes de lectura”.

“Algo que te acompañe durante meses, donde puedas compartir lecturas con otros y otras de forma colectiva”, profundiza.

Propone dos. “Por ejemplo, una suscripción a Pasaporte Literario, una iniciativa en que mes a mes te envían una caja con un libro sorpresa a la casa, más una obra de algún artista chileno, un regalo sorpresa y el acceso a una tertulia por Zoom con autoras y autores”.

Suscripción mensual Pasaporte Literario


En segundo lugar, sugiere la caja de Impreso. “Es la misma modalidad. Te envían un libro sorpresa de regalo y objetos cuidadosamente elegidos relacionados a ese título. También funcionan por suscripción”.

3 regalos premium: dónde, cómo y qué

¿Qué mejor para crear un hábito que destinar un espacio diseñado especialmente para aquello? Muy populares en los 90, y también conocidos como “peras”, hoy existen unos elegantes puff de la marca Kenza.

Aunque son caros, Ebensperger los recomienda “porque sirven para el exterior, pero en mi caso lo pongo debajo de la ventana, donde le llega el sol siempre y no le pasa nada. Aparte mi cuerpo enorme puede ser engullido por este puff y me puedo acostar entero si quiero. Le he derramado pintura y es fácil de limpiar, además de ser muy agradable al tacto”.

Puff Fatboy The Original Outdoor


Díaz-Oliva cuenta que hace poco su Kindle, que ya iba por los 11 años de vida, dejó de funcionar. Entonces se puso a la búsqueda de un nuevo e-reader pero con una maña: “que no tuviera la opción touch. Leer, para mí, es una experiencia touch-less”. Para andar toqueteando, según él, tenemos suficiente con las tablets y los teléfonos. “En otras palabras, leer es una experiencia más minimalista que maximalista”, dice.

“Por eso me decidí por el Kobo Clara HD, que si bien tiene pantalla táctil, esta no es su principal gracia”, indica. Pasa el dato de que son muy buenos para pedir libros prestados en las bibliotecas de Estados Unidos.

Kobo Clara HD 8GB


“Esto último es un regalo caro. Muy caro”, advierte Díaz-Oliva. Pero asegura que de recibirlo, cualquier lectora o lector lo atesorará en el alma. “The Paris Review. Entrevistas (1953-2012), en sus 2.800 páginas trae más de cien entrevistas a escritores realizadas a lo largo de sesenta años, que abarcan la época dorada de la literatura universal del pasado siglo. Es un volumen inigualable, lleno de clases magistrales de literatura. Es lo único que se necesita para convertirse en un escritor o en el mejor de los lectores”, concluye.

The Paris Review. Entrevistas (1953-2012) - Varios autores (Acantilado)


*Los precios de los productos en este artículo están actualizados al 15 de diciembre de 2021. Los valores y disponibilidad pueden cambiar.

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