"Dejo con ustedes a la primera dama". Micrófono en mano y ante unos 300 invitados, el presidente Sebastián Piñera le dio la palabra ayer a su esposa, Cecilia Morel, en un cóctel ofrecido en Cerro Castillo.

Horas antes Morel había sido el centro de atención cuando el mandatario la nombró tres veces en su discurso ante el Congreso y el salón plenario estalló en aplausos hacia la primera dama.

Entre las más entusiastas estaban sus hijas Cecilia y Magdalena, quienes de pie aplaudieron a su madre. Otro que se paró para sumarse a la ovación fue el ministro de Salud, Jaime Mañalich, sentado detrás de Morel.

Al cerrar su discurso, Piñera bajó del estrado y fue a saludar de forma efusiva a su esposa. A esa altura la primera dama concentraba las miradas. "Se robó la película", decían miembros de gobierno para resumir el protagonismo que adquirió la esposa del mandatario a lo largo de la jornada.

Ya en Cerro Castillo, en una terraza encarpada para la ocasión, fue la propia Morel quien destacó ante los invitados a un "súper presidente", haciendo un brindis ante los presentes, que esta vez a diferencia de años anteriores sumó a intendentes, parlamentarios, y asesores de gobierno.

Ahí, la primera dama comentó que nunca le dice presidente a su esposo. La soltura de Morel fue comentario obligado entre los asistentes al distendido encuentro en Cerro Castillo, que comenzó pasadas las 14.00 horas.

El mandatario alojó la noche del lunes en la residencia en Viña del Mar junto a su familia.

Piñera se había trasladado a la Quinta Región acompañado del ministro Cristián Larroulet, quien ayer destacó que en la última cuenta presidencial no hubiera interrupciones contra el presidente. El titular de la Segpres acompañó al mandatario para afinar detalles del discurso que pronunció y que se extendió por dos horas y 17 minutos, en el que apostó por mostrar con cifras y hechos concretos los avances de su administración para defender el legado de su gobierno, lo que algunos interpretaron como una puerta abierta para buscar una eventual reelección el 2017. Cuando el mandatario iba saliendo del Congreso, incluso un adherente gritó "Piñera 2018".

Ya en el encuentro en Cerro Castillo, según relatan algunos de los asistentes, vino un guiño del mandatario a los abanderados presidenciales del oficialismo, Andrés Allamand y Pablo Longueira, quienes estuvieron presentes en la cita.

Fue así que Piñera bromeó con el buen clima que hubo ayer en la Quinta Región y agradeció el sol que había, haciendo alusión a que podía ser señal de que el sol está saliendo para los candidatos.

La presencia del "tercer piso" en el último 21 de mayo

Casi una decena de los amigos más íntimos del presidente Piñera estuvieron presentes ayer en el Congreso de Valparaíso para escuchar la última cuenta pública del mandatario.

Entre los invitados estuvieron Juan Claro, Blas Tomic, Daniel Platovsky, Jorge Carey, Carlos Délano, Ignacio Cueto e Ignacio Pérez Walker, algunos integrantes del denominado "tercer piso", a quienes Piñera más escucha y con quienes mantiene una antigua amistad.

En el grupo también estaban sus hijas Magdalena y Cecilia y sus yernos, entre otros invitados.

A algunos se les vio emocionados y entusiastas aplaudiendo a lo largo de la intervención de poco más de dos horas que realizó el presidente.

Algunos de los presentes tras el cierre de la ceremonia asistieron a un cóctel que se ofreció en la residencia presidencial de Cerro Castillo, a la que se sumaron ministros, subsecretarios, intendentes, parlamentarios y asesores de gobierno en lo que fue considerado como un cierre lleno de emotividad.