Eléctricas deberán invertir unos US$5 mil millones para suplir retiro de primeras centrales a carbón

Centrales a carbón
FOTO: SEBASTIAN BELTRANGAETE/AGENCIAUNO

En los próximos cinco años se prevé que entrarán 5.000 MW de energía renovable al sistema. Esto, ya que saldrán las ocho obras más antiguas en base a carbón a 2024 y que representan una energía de 1.047 MW.


"Durante los próximos cinco años vamos a sacar de la producción de ocho centrales a carbón. Pero eso no es todo, tenemos como meta que hacia el 2040 la matriz energética esté descarbonizada", fue el anuncio que el Presidente de la República, Sebastián Piñera, hizo en la jornada de ayer.

Se trata de una noticia en la que el Ministerio de Energía y las empresas generadoras que operan unidades a carbón -AES Gener, Engie, Enel y Colbún- trabajaron durante ocho meses, para alcanzar un acuerdo voluntario que permitiera retirar, en un plazo determinado, la totalidad de estas centrales de la matriz eléctrica nacional.

En los últimos años, la generación eléctrica en base a carbón ha venido subiendo, en la medida que el gas se ha encarecido y las hidroeléctricas cuentan con menos agua, producto de la sequía. Mientras en 2008 este combustible representaba el 27,3% de la producción eléctrica a nivel nacional, el año pasado esa cifra era de 38%.

El acuerdo contempla en su primera fase, en cinco años, la salida de 1.047 MW de la matriz. Eso se deberá suplir con nueva energía, principalmente renovable. Según expertos, esto requerirá la entrada de 5.000 MW entre solares y eólicos a 2024, lo que implica una inversión del orden de US$5.000 millones en un escenario conservador.

A futuro, para suplir la totalidad del carbón, se espera también la entrada de energía geotérmica y de concentración solar de potencia (CSP). Para la primera fase, hay fechas concretas para el retiro de las ocho unidades, mientras que el plazo de retiro de las otras 20 se evaluará caso a caso.

Impacto económico

La salida de las centrales implica un impacto para las empresas en diversos aspectos, donde uno de los principales es el económico. En la Comisión Nacional de Energía (CNE) se encuentran elaborando un estudio para definir ese efecto, que según cercanos al proceso implicaría "cientos de millones de dólares".

Desde las generadoras también ya comenzaron a hacer sus estimaciones. Enel Generación Chile informó que se registrará una pérdida por deterioro relacionado a las centrales Bocamina 1 y Tarapacá -dos de las tres que opera la firma italiana-, que afectará el resultado neto de la compañía en el ejercicio 2019 por un monto de unos US$290 millones. Respecto a Bocamina 2, que saldrá de acá a 2040, los efectos financieros dependerán de factores que incidan en el comportamiento del mercado eléctrico.

Desde Engie Energía Chile, indicaron que producto del retiro de las unidades carboneras 14 y 15 de la central Tocopilla -que se produciría a partir de enero de 2022- también habría un castigo contable. Así señalaron que será necesario efectuar un ajuste contable negativo por menor valor de activos por un monto que estiman en unos US$63 millones neto de impuesto.

En tanto, desde AES Gener- la compañía que más carbón tiene en el país (el 54% del total- aseguraron que el impacto financiero no producirá efectos en los resultados hasta 2022 y a partir de esa fecha los impactos dependerán de los términos en que se modifique el Reglamento de Transferencias de Potencia entre Empresas Generadoras.

En Colbún aún no se tiene el impacto financiero, ya que sólo tienen una central a carbón y que no está dentro de la primera fase de salida.

Dentro del plan de descarbonización, además, está contemplada la figura de Estado de Reserva Energética (ERE). Este significa que las centrales a carbón pueden mantenerse cerradas, pero disponibles ante alguna emergencia, por un período de cinco años. A estas se les continuará pagando por potencia instalada, remuneración que disminuirá en 40% respecto de lo actual.

Cercanos al proceso aseguraron que esto no tendrá ningún impacto en la tarifa final de los usuarios. En relación a las pérdidas de ingresos de las compañías, agregaron que tendrá un impacto importante.

El presidente ejecutivo de Generadoras, Claudio Seebach, valoró la medida impulsada por el gobierno. "Este acuerdo voluntario es una acción concreta para enfrentar la crisis climática. Para llegar a ser carbononeutrales tenemos que impulsar dos grandes caminos: avanzar en energías renovables y electrificar los procesos industriales, hogares y transporte".

En tanto, el director ejecutivo de ACERA, Carlos Finat, señaló que "el anuncio es muy importante y creemos que es muy positivo, ya que asegura el retiro de 1.000 MW de las centrales más antiguas y, por lo tanto, las más contaminantes y de mayores emisiones de CO2. Así agregó que "esto nos pone a la cabeza de los países en Sudamérica, y nos distingue a nivel mundial".

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