Las razones de Cenco Malls para poner fin a proyecto en Vitacura, tras anulación de informe vial por parte del gobierno
La compañía canceló el mall que preveía una inversión de US$125 millones, después de que la Seremi de Transportes invalidara hace dos semanas su informe de impacto vial, el mismo que la autoridad había aprobado hace 16 meses. La iniciativa enfrentaba además la oposición de los municipios de Vitacura y Huechuraba en los términos en que estaba planteada, debido al alto impacto en congestión vehicular que generaría.
En la tarde de este martes, el directorio de Cenco Malls -brazo inmobiliario de Cencosud- se reunió de manera extraordinaria para decidir bajarle el pulgar al proyecto de mall que pretendía levantar al costado del colegio Saint George, en la comuna de Vitacura.
Así, la mesa de Cenco Malls, encabezada por Manfred Paulmann, canceló una inversión prevista de US$125 millones, que buscaba llevar a cabo en el terreno baldío perteneciente a la Congregación Holy Cross, dueña del establecimiento educacional, que se ubica en la esquina de Avenida Santa María y La Pirámide.
La iniciativa contemplaba un bulevar de baja escala y poca altura, que consideraba tiendas, restaurantes y locales de entretención, acompañado por lugares para la cultura y el emprendimiento. Sin embargo, el brazo inmobiliario del grupo Cencosud, fundado por Horst Paulmann, optó por desistirse en medio de una serie de complicaciones que enfrentó la propuesta, tanto de las autoridades del gobierno central como de las municipales.
La última fue la decisión del pasado 20 de noviembre de la Secretaría Regional Ministerial de Transporte (Seremi) de la Región Metropolitana, que invalidó el Informe de Mitigación de Impacto Vial (Imiv) del proyecto, que casi un año y medio antes ya había aprobado, tras admitir que había cometido errores administrativos en su tramitación.
“Lamentamos profundamente esta decisión de la autoridad, especialmente porque el Imiv había sido aprobado hace 16 meses, tras un proceso técnico riguroso”, dijo Cenco Malls.
“Durante todo este tiempo, la compañía cumplió de manera diligente con cada solicitud de la autoridad. Sin embargo, la Seremi optó por anular el permiso argumentando errores que, paradójicamente, provienen de su propia conducción del procedimiento”, agregó.
La iniciativa había iniciado su tramitación ambiental en julio de 2023. Poco después, Cenco Malls presentó un primer informe de impacto vial, que fue rechazado tras planteársele reparos. Luego, entregó un segundo Imiv, que tampoco fue aceptado por la autoridad. Y en julio de 2024, la Seremi de Transporte aprobó el Imiv en su tercer intento, donde planteaba mitigaciones viales para hacerlo más accesible.
Pero en octubre de 2024, cuatro juntas de vecinos de Vitacura presentaron una solicitud a la Seremi de Transportes para dejar sin efecto la aprobación, porque habían detectado vicios de ilegalidad. A esta presentación se sumaron las municipalidades de Vitacura y de Huechuraba, que objetaban los efectos de mayor congestión que podría generar el mall en una zona que conecta a ambas comunas.
Ocho meses después, en junio de este año, la Seremi aceptó los argumentos de los vecinos y abrió un proceso de invalidación del informe vial. Y en septiembre de 2025, la alcaldesa de Vitacura, Camila Merino, entregó un informe apoyando la solicitud de invalidación.
Merino había pedido una serie de medidas de mitigación, como un túnel que uniera la Costanera Norte con el mall, que Cenco Malls consideraba casi imposible, dado que implicaba modificar el contrato de la autopista con el Ministerio de Obras Públicas, y antieconómico, puesto que era una inversión demasiado alta para un mall considerado pequeño.
“Ante este escenario adverso, y pese a los esfuerzos realizados durante años para concretar esta inversión, Cenco Malls se ve obligado a no continuar con el proyecto”, añadió su comunicado del martes.
Dado que el terreno para el proyecto lo arrendaba a la congregación Holy Cross, Cenco Malls invitó a la propietaria para dialogar “sobre la mejor forma de concluir la tramitación del proyecto y sus permisos, lo cual debería acontecer dentro de los próximos días”.
La versión de la alcaldesa
Pasadas las 14 horas del martes, el gerente general de Cencosud, Rodrigo Larraín, llamó a la alcaldesa Camila Merino, pero no obtuvo respuesta. El ejecutivo insistió y sostuvo una breve conversación en la que le informó la decisión del directorio de no continuar.
Más tarde, la municipalidad dijo en un comunicado que lamentaba tal paso.
“Como municipio, valorábamos la construcción de un mall de alto estándar en este sector. No obstante, estimábamos indispensable corregir el proyecto de mitigación vial —especialmente en lo relativo a los accesos— para evitar un aumento en la congestión del área. Durante la tramitación del Imiv, la municipalidad advirtió estas observaciones técnicas, pero lamentablemente no fueron subsanadas", aseguró y planteó su disposición a reunirse con Cencosud en caso de que retomen la iniciativa.
Por su parte, la Seremi, en una declaración, no dio cuenta de su error en la tramitación, sino que se atuvo a los problemas técnicos de la iniciativa. Dijo que era su “obligación velar para que los proyectos se ajusten tanto técnica como normativamente a los requisitos que su envergadura revista. En este caso, el proyecto incurrió en falencias procedimentales, así como también técnicas relevantes y que fueron advertidas por esta seremi”.
La autoridad regional aseguró también que el proyecto no resolvía “positivamente” los potenciales efectos en su integración con el entorno y aseguró que Cenco Malls podría haber adoptado algunas de las alternativas existentes para continuar con el proyecto, “situación que finalmente no se dio por decisión de la propia empresa”.
La mirada de los vecinos
Antes de que el directorio tomara su decisión final, la compañía ya había expresado su malestar con la Seremi: “El criterio aplicado es inédito y constituye una decisión arbitraria, por lo cual el proyecto, lamentablemente, se ha vuelto regulatoriamente inviable”, admitió.
La resolución, dijeron personas cercanas a la iniciativa, obligaba a “ir a fojas cero”, pues implicaba destinar recursos a nuevos estudios y a recomponer relaciones con la comunidad, sobre todo la más opositora.
En una carta a vecinos, Manuel Herrera, gerente general de la Unidad Vecinal A-13 Santa María de Manquehue, indicó que presentaron medidas para lograr un acuerdo con la empresa, que no fueron atendidas.
“Sostuvimos varias reuniones con Cenco Malls, donde se solicitaron u ofrecieron medidas que finalmente no fueron presentadas a la autoridad. Entre ellas destacaban tres fundamentales: la ampliación hacia el norte de la salida del puente Centenario, que ya presenta graves problemas de congestión en horarios que coincidirían con la operación del mall; la ampliación de la caletera de avenida Santa María, que en parte de su trazado tiene solo una pista y recibiría algunos accesos del proyecto; y accesos y salidas desnivelados, comprometidos en las conversaciones, pero luego retirados del expediente”, dijo Herrera.
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